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Lizeth y Daniel, estudiantes mexicanos que vuelan alto; llegan a la NASA

Ella es de Saltillo y él de Nogales; ambos estuvieron en el campamento Air and Space, en el Centro de Espacio y Cohetes en Huntsville, Estados Unidos

Escrito en ESTADOS el

Lizeth Gómez, de Saltillo, y Daniel Montoya, de Nogales, son estudiantes de Mecatrónica y fueron nominados para el campamento Air and Space, en el Centro de Espacio y Cohetes en Huntsville, Estados Unidos. Su misión: trabajar en la solución de problemas de índole aeroespacial con expertos de la NASA.

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Daniel ganó el primer lugar, junto con su equipo de trabajo, en un proyecto sobre el potencial que tiene la impresión 3D en gravedad cero. Lizeth obtuvo el segundo lugar con su proyecto sobre afectaciones por radiación y microgravedad.

Lizeth Anahí Gómez Morales, de 20 años, cumplió uno de sus objetivos en la vida al formar parte de un programa Internacional de la NASA. La estudiante de Mecatrónica en el Instituto Tecnológico de Saltillo (ITS) consiguió ser el segundo lugar de un total de 60 asistentes convocados.

Nunca creí formar parte de algo así de grande… el proyecto que presenté para la convocatoria partió de las afectaciones en el ser humano por la radiación y microgravedad, a través de la adhesión de un nuevo material al traje espacial para que absorba las emisiones de radiación al que están expuestos los astronautas

Hoy, no solo es referente del ITS, como la estudiante que vivió una experiencia con la NASA, también se ha convertido en inspiración para personas de todas las edades.

“Siempre tuve la inquietud de aprender del espacio, saber cómo se originaron las cosas que conocemos al respecto”.

LE GUSTÓ LA NASA DESDE PEQUEÑO

El joven sonorense ingeniero en Mecatrónica, Daniel Montoya González, cumplió también su sueño de ir a la NASA. Su interés por la agencia y lo que le rodea ha existido desde pequeño, por lo que de ahí surgieron varias ideas, como la de estudiar una ingeniería y recientemente de investigar sobre programas y empresas que se dedican a hacer unión entre México y la NASA.

Originario de Nogales, el joven comentó que lo más complicado fue encontrar un programa al cual postularse y aplicar, pues más que de calificaciones se trata de que realmente exista un interés.

Muchas veces le tenemos miedo, lo vemos muy lejos, yo toda la vida había dicho que quería venir a la NASA, aunque sea a barrer; que no le tengan miedo a las opiniones de otras personas, que apliquen para todo lo que se pueda

En un principio, dijo, pensaba que no sería admitido pues nunca fue un estudiante distinguido; sin embargo, ahora piensa diferente. “Creo que hay que hay muchas personas que saben pensar diferente, así que no tengamos miedo a expresarnos”.

Compartió que después de que le notificaron que fue aceptado hasta su llegada a la NASA, transcurrió aproximadamente un mes, tiempo en el que debió tener un seguimiento con tareas y actividades.

Después de concluir una semana de cursos sobre diseño de cohetes, materiales y mecanismos, realizaron en equipo un proyecto final.

Él, junto con su equipo, obtuvieron el primer lugar de un programa internacional de la NASA y la empresa contratista AEXA, quienes buscan a preparatorianos y universitarios que innoven en este campo.

La mayoría aún no terminaba sus estudios: mecatrónica, aeronáutica, sistemas, en el equipo teníamos una persona que había terminado de estudiar medicina… teníamos varias áreas que se complementaban de forma muy interesante… combinando las cualidades

Daniel relató que su proyecto se centró en el potencial que tiene la impresión 3D en gravedad cero; “hay un área de oportunidad ahí”.

El equipo del sonorense desarrolló un innovador módulo de aterrizaje. Es “un mecanismo parecido a las botellas de champú, rígidas, pero con cierto mecanismo. Los módulos de aterrizajes son muy complejos… Lo que intentamos fue hacer que se redujeran esas partes movibles y por ende reducir la cantidad de variables que tenían. Entre menos variables más robusto es nuestro sistema, compensamos el peso con nuestro diseño; es básicamente un resorte nuestro sistema, pero con el diseño y la aplicación y materiales ya sirve en el espacio.

Implicó muchas cosas. Tal vez no me sacaba muy buenas calificaciones en la escuela, pero sabía que podía lograr cosas muy grandes

Daniel reiteró la invitación a las y los jóvenes a trabajar por sus sueños sin temor a la opinión de las demás personas.

“No es porque la gente reconozca lo que hicimos, sino que más niños y niñas vean que sin estar en una escuela muy avanzada o con estudios muy avanzados, logramos lo que logramos”

 

 

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