La señora Patricia Ramírez sacó una vela y la puso en las escaleras de su casa para iluminar la noche, como era la vida en 1879, antes de Tomás Alva Edison. La vela estuvo prendida durante casi una hora y media, con todo apagado en la casa: las bombillas de luz de Edison, el refrigerador, el horno de microondas, la televisión y el Internet.
El apagón en León provocó caos vial, impactó a 9 colonias y afectó a miles de personas en su rutina diaria. “Pusimos una vela en las escaleras y un cirio en el cuarto en el suelo, porque puede ser peligroso”, contó la señora Patricia, vecina de la colonia Azteca. Ella había tenido la precaución de comprar unas velas en la tienda un día antes, cuando vio que había apagones en distintos estados del país. “Hay que comprar velas”, le dijo a su hija, anticipando que se veía venir un apagón fuerte en León.
El bulevar Juan José Torres Landa se quedó a oscuras en varios tramos.
Desde el puente peatonal, se veía la calle apagada, con decenas de automóviles con dificultades para circular. La Dirección de Tránsito Municipal implementó un operativo desde las 6 de la tarde y hasta las 11 de la noche. “Aquí vamos a estar hasta las 11 de la noche”, dijo una agente de Tránsito comisionada a un crucero.
El gobierno de León dio a conocer que se fue la luz en nueve colonias de la ciudad: Los Limones, Los Olivos, La Merced, Fraccionamiento Guadalupe, Manzanares, Pradera, Oriental, la Kennedy y La Azteca, donde vive la señora Patricia. La luz se fue a las 6:25 de la tarde, según comentaron los vecinos. Y regresó en distintos momentos, en algunas zonas a las 7:45 horas o después de las 8:00 de la noche.
Los reportes oficiales señalan que el hospital de ISSSTE de la calle Pradera se quedó sin luz, aunque de inmediato entró en operación la planta de energía eléctrica.
Los negocios se quedaron a oscuras. Los semáforos se apagaron y hubo caos en los cruceros (Los agentes de Tránsito tuvieron que poner orden con el silbato). El Internet se cortó en cientos de casas. Las señoras que ven las novelas se quedaron sin ver el último capítulo de Fuego Ardiente que pasa a las 6:30 y lo peor: la Rosa de Guadalupe que pasa a las 7:30 p.m.
Así se vivió una tarde sin luz en León. Calles oscuras. Colonias solitarias. Familias acuarteladas en la sala o en la cocina, en torno a una veladora. Como en 1879. Cuando todavía no había llegado la luz eléctrica a la ciudad.
México vive una crisis energética. La Ciudad de México y Monterrey han tenido grandes apagones como no se veían de los años setenta. El gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez, había dicho que una falla de 5 minutos en la energía eléctrica, representaba un daño económico cuantioso para la industria automotriz de Guanajuato. Una planta automotriz como la General Motors de Silao y la Mazda de Salamanca, fabrican un automóvil o camioneta por minuto. Es decir que si falla la luz eléctrica una hora, dejan de producir 60 vehículos. Pero eso no es todo. La producción puede tardar hasta 12 horas o un día para regresar a la normalidad cuando ocurre un apagón.
La ciudad de León sufrió su primer apagón.
En promedio fue una hora y media a oscuras. Una hora y media, sin poder hacer casi nada. Una hora y media sin claridad en casa. Una hora y media sin semáforos. Tiempo suficiente para comprender lo importante que es la energía eléctrica en el 2021, en plena pandemia.
Pero esto apenas comienza, según parece. Los especialistas en energía anticipan futuros apagones en casi todo México por fallas en la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Así que hay que prepararse para los apagones.
Hay que comprar cirios y velas, como la señora Patricia.
