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Las obras que no duran en Morelos

Inauguradas hace apenas uno, dos o tres años hoy lucen deterioradas, con fracturas, rotas, hundidas, vandalizadas o abandonadas

Escrito en ESTADOS el

MORELOS (La Silla Rota).- Algunas  obras públicas realizadas en Cuernavaca por el gobierno de Graco Ramírez no sobrevivieron ni a su sexenio. Inauguradas hace apenas uno, dos o tres años hoy lucen deterioradas, con fracturas, rotas, hundidas, vandalizadas o abandonadas.

Para el Gobierno del Estado, las obras no son de mala calidad, sino que están deterioradas por el paso del tiempo y por actos vandalicos. Sin embargo, el arquitecto Rojas Figueroa, quien actualmente supervisa obras en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), los trabajos en los que se invierten millones de pesos del presupuesto público deben durar más de 10 años.

Un recorrido por las obras

La Silla Rota realizó un recorrido por callejones, avenidas, plazas y parques cuyos trabajos de restauración fueron anunciados con “bombo y platillo” en su momento, con inversiones de varios millones de pesos.

Una de las obras que se deterioró rápidamente y está en el abandono es el parque de los Patios de la Estación, inaugurada en abril de 2015.

En estos trabajos se invirtieron 9 millones de pesos y se colocaron juegos infantiles, gimnasio al aire libre, comedores, áreas verdes, de lectura y deportivas. Pero las jardineras están despostilladas y  las bancas de concreto se rompieron. Los vecinos refieren que no se da un adecuado mantenimiento y de limpieza al lugar, por lo que casi no es utilizado.

Otro caso es  la de Plaza de Armas, de Cuernavaca, reinaugurada apenas en septiembre del año pasado.  En estos trabajos fueron invertidos 49 millones de pesos y básicamente consistieron en la colocación de piso recinto negro, remodelación de jardineras, limpieza, alineación de escaleras y cambio del asta bandera.

Además se retiraron los puestos de periódicos, se cambió la vegetación ornamental, se rehabilitaron varios árboles y se plantaron nuevos ejemplares.

Como parte de la remodelación, la Secretaría de Obras Públicas colocó una guía en el perímetro de la Plaza para ayudar a las personas débiles visuales y ciegas.

La guía no resistió el paso de los peatones y fue despegada en varios tramos. Las señales de metal con información escrita en sistema Braille fueron desprendidas.

La vegetación de algunas jardineras se secó por falta de agua y mal diseño de las estructuras, revelaron fuentes a La Silla Rota, y tuvo que ser repuesta varias veces.

Una obra más que está en el abandono es el parque de los Patios de la Estación, inaugurada en abril de 2015.

En estos trabajos se invirtieron 9 millones de pesos y se colocaron juegos infantiles, gimnasio al aire libre, comedores, áreas verdes, de lectura y deportivas.

Hoy, dos años después de su rehabilitación, las mesas de los comedores al aire libre están destrozadas, el piso de los juegos infantiles y gimnasio roto y las jardineras abandonadas.

La fallida rehabilitación de calles

En esta lista se encuentra la Calle Guerrero, en el Centro de Cuernavaca, cuya remodelación concluyó en 2015 tras una inversión de más de 20 millones de pesos,  la cual también luce deteriorada.

 La vialidad, que tras su remodelación fue peatonalizada, actualmente luce llena de hoyos y grietas, además registros de servicios públicos no tienen tapa. En esta vialidad el agua de lluvia se estanca en medio de la calle y no fluye hacia las coladeras, a pesar de que también fueron rehabilitadas.

 Y ese es el caso de otras calles, por ejemplo, en 2014 fueron rehabilitados los callejones de Correos y El Cubo, en el Centro Histórico de Cuernavaca. Los trabajos de ambos espacios sumaron en total 6 millones 906 mil 402 pesos.

 Las remodelaciones consistieron en la colocación de piso recinto negro, liso y rayado, aplicación de pintura vinílica, mantenimiento, reparación y limpieza de superficie de cancelaría existente en vanos de puertas y ventanas, instalación eléctrica subterránea, colocación de luminarias en piso, sustitución de cabinas telefónicas, reposición de las tomas domiciliarias y descargas sanitarias, suministro y colocación de vegetación.

Pero en un recorrido realizado por ambos callejones se puede apreciar que el piso recinto negro está roto en muchas de las escaleras que tienen ambos callejones. Este material también presenta hundimientos en algunas zonas.

 Además, las lámparas instaladas en el piso están rotas, fundidas, llenas de agua, basura y lodo. Mientras que las tapas de los registros de servicios públicos, como energía eléctrica o agua potable, están rotas, fracturadas y en algunos casos amarradas con alambre.

Lo mismo ocurrió con la remodelación de la Calle Ricardo Linares. Esta obra, entregada el 10 de diciembre de 2014, costó 10 millones 827 mil pesos y consistió en la rehabilitación del arroyo vehicular y las banquetas, así como de las plazas aledañas.

“Respecto al equipamiento y mobiliario urbano, se instalaron elementos que brindan seguridad al peatón (esferas de color negro), además se dotaron de elementos que facilitan el tránsito de automovilistas y peatones, para mejorar los servicios públicos de agua potable y drenaje sanitario, se realizó la sustitución de la tubería, se construyeron tomas de agua potable y descargas sanitarias domiciliarias conservando la capacidad instalada de las redes y disminuyendo pérdidas de agua potable por fugas”, se mencionó en el proyecto.

“Se construyeron losas de pavimento de concreto hidráulico, se colocó rampa con acabado estriado en área vehicular, base de concreto hidráulico con espesor de 20 centímetros, suministro y colocación de protecciones peatonales tipo bolardo de fundición metálica esféricos, suministro y colocación de guarniciones de recinto”.

A pesar de haber sido concluida hace menos de tres años, esta obra es una de las que actualmente luce más deteriorada: Las tapas de los registros de servicios públicos están hundidas, cuarteadas, rotas o incluso han desaparecido.

Algunas de las esferas metálicas instaladas a lo largo de las guarniciones han sido desprendidas y el piso recinto negro también está roto y hundido en algunas zonas de la vialidad. Los registros, cuyas tapas están rotas o robadas, permanecen llenos de basura, agua o lodo.

 Además, un semáforo instalado en esta calle fue desprendido y en el piso solo quedaron los cuatro tornillos que los sujetaban y los cables de la instalación eléctrica y mangueras que forman parte de la red eléctrica de la calle están a la intemperie pues el piso que las cubría ha sido levantado por el paso de los automóviles.

Las tapas de un registro que oculta un transformador de energía eléctrica están hechas pedazos, lo que además implica un riesgo para los peatones.

Mientras estás obras permanecen sin reparar, el Gobierno del estado continúa con las remodelaciones millonarias de otros espacios públicos.

Obras reflejan una mala planeación y posible corrupción: especialista

“Sí están mal planeadas las obras, si han durado un año, dos años, definitivamente planearon mal los acabados y los materiales, sí está mal planeado, y que puede ser un factor el mal uso, pues sí, puede ser un factor.

“Pero toda una obra, un proyecto se tiene que proyectar con las debidas características para que el uso que se le vaya a dar contrarreste  y sea duradero, obviamente yo no  voy a gastar un millón de pesos en algo que me va a durar un año, nadie lo haría, y si le preguntas a la gente pues menos, te dirán estás mal, gasta en algo que sirva, que me dure 10 años, 15 años, 20 años”, dijo.

Además de la mala planeación, para el arquitecto la contratación de  funcionarios sin experiencia en Obras Públicas del Gobierno del Graco Ramírez también ha afectado los proyectos.

“A la hora que se hizo todo este cambio drástico en Gobierno del Estado, yo supe que se cambió a mucha gente dentro de las áreas de proyectos de las instancias que existen, no digo que se malo, siempre es bueno renovarse, pero con estos proyectos trajeron gente que no tenía tanta experiencia para generar un proyecto que sea funcional, puede ser una mala administración de un departamento, puede ser una negligencia de una persona que no tuviera la información necesaria, puede que sea una corrupción donde ellos buscan lo más barato y lo disfrazan con un costo enorme, pueden ser muchos factores, digo , no podría decirte en particular cuál es la causa de todos estos problemas en la obra pública, pero  todo esto podría afectar

“Hoy veo a los supervisores, platico con ellos, del Gobierno del Estado, y no tienen experiencia, les falta carácter por falta de experiencia y eso influye en que hagan mal un proyecto, un presupuesto, un catálogo de conceptos, precios unitarios y a eso puedes sumarle que te den ciertas instrucciones…”, expresó.

Otro de los factores al que s ele puede atribuir la mala calidad de los trabajos realizados en el Sexenio de Ramírez es la contratación de empresas foráneas que “hacen lo que quieren” co las obras públicas, agregó el arquitecto.

“Antes había unos estándares de calidad con los supervisores que ahorita  ya no se ven, te lo digo porque tengo empresas que estoy revisándoles obras, pero yo las veo y la mayoría son de fuera,  y no digo todas, hay muchas excepciones que sí están apostando por hacer su trabajo bien, pero siento que muchas vienen muy ‘apapachadas, apadrinadas’ o sintiendo que vienen y que si hacen cualquier cosa no hay problema porque hay una persona que los esta apoyando.

“Las empresas están maleducadas, no obedecen, no les importa si entregan mal, si entregan bien, al fin y al cabo va a haber una instrucción que les dice a los supervisores ‘pásalo, fírmalo (autorízalo)’ y esto genera que la obra final, lo que se le entrega al público, el producto, pues sea un producto de mala calidad”, expresó el especialista.