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Las "Nenis", el nuevo oficio que sostiene la economía de las mujeres

Detrás de ese “punto medio, hermosa” hay chicas que dividen su vida en varias luchas. “Tenía que estar en mi hogar, con mis hijas, y al mismo tiempo emprender"

Escrito en GUANAJUATO el

Todos hemos escuchado en algún momento el: “Ya tengo tu pedido neni”, “Activo comentarios a las 6 p.m.”, “Mejor oferta a las 8 p.m.”, “Entrego en punto medio hermosa”. Pero realmente ¿Sabemos que hay detrás de las famosas “nenis”? Un grupo de mujeres emprendedoras que se han convertido ya en una "tribu"económica que levanta al país.

Brenda, Noemi y Ángeles son tres chicas de León que viven diferentes escenarios, pero que al final de cuentas luchan por sobrevivir vendiendo joyería, ropa y productos de belleza. Con sus propias palabras nos cuentan lo que significa ser “neni” –nueva emprendedora de negocios por internet- y el caos y trabajo que hay detrás de la entrega de un pedido.

  

SER MADRE DE DOS HIJAS Y EL SUSTENTO DE UNA CASA

Brenda Almeida, de 26 años, dejó de ejercer su carrera de Mercadotecnia para vender joyería. Vive en la colonia Santa Rita y es madre de dos hijas, una de 8 años y una pequeña de un año ocho meses. Tuvo que costear sus tiempos y hacer rendir sus días, para llevar dinero a casa y al mismo tiempo no descuidar a sus niñas.

“Al tener la responsabilidad de dos niñas yo no podía salir a vender”.

Fue entonces que decidió ser “neni”, desde hace dos años. Cando el término no existía, pero ella ya era una emprendedora de pies a cabeza.

“A mí ya no se me facilitaba salir a vender mis productos. Entonces me agarré de las herramientas más poderosas que tenemos, que son las redes sociales. Dije ‘de aquí soy’, tengo que encontrar la manera de tener ingresos para solventar los gastos de mi familia”, relata Brenda.

(Foto: Cortesía)

SENTIRSE ORGULLOSA DE SER "NENI"

Las ‘nenis’ son todo un fenómeno en redes sociales. Son parte de la conversación entre chicas y jóvenes. Son aquellas mujeres que tienen bazares, venden cosméticos, toppers, joyería, zapatos, tenis o hasta servicios por internet.

“El hecho de que la gente nos catalogue como “neni” es porque la sociedad ya está poniendo sus ojos en nosotros. Significa que realmente ya estamos aportando a la economía, a que el negocio local siga creciendo”.

Todos los días Brenda se levanta temprano con la intención de vender aunque sea unos aretes de 200 pesos. Sube fotos a Facebook, a Instagram, hace transmisiones en vivo o dinámicas en Whatsapp. Ser “neni” no es un trabajo fácil. Detalla que significa estar actualizada en redes, integrarse a grupos de compra y venta y pensar en estrategias diario.

“Empecé a postear todos los días en Facebook, empecé a mandar imágenes de la joyería a mis familiares. Es así es como hice mi cartera de clientes”.

Brenda hace entregas casi todos los días, vende joyería desde el 2019 (Foto: Cortesía)

Estar atenta a las redes le ha hecho rendir frutos. “Si yo antes vendía un 50% en redes sociales, ahora que llegó la pandemia mis ventas se elevaron a un 90% por así decirlo”, cuenta Brenda. Quien afirma que las ventas por internet “han llegado para quedarse”.

A sus 26 años sabe lo que es tener una lista de responsabilidades. En plena pandemia por el covid-19 se enfrenta a hacer las tareas que le dejan a su hija de 8 años, entrar a reuniones por Zoom con sus compañeras, hacer de comer, recoger la casa y tener un tiempo para su pareja. Entre ese nido de obligaciones, Brenda se siente satisfecha con su trabajo. Acepta ser parte de ese grupo de chicas que mueven los dineros todos los días.

“Yo quiero que todas las mujeres se sientan orgullosas de ser nenis, porque gracias a estas mujeres valientes, emprendedoras es que nuestra economía sigue creciendo. Para todas las mujeres que usan las redes sociales para emprender, muchas felicidades”.

ADMINISTRAR UN BAZAR A LOS 19 AÑOS Y SER SORORA

En busca de un ingreso extra, Noemi López Moreno, de 19 años, emprendió un bazar en Instagram, en agosto del 2020. Bajo el nombre de ‘Butterfly Bazar’ Noemi se encarga de comprar las prendas, lavarlas, plancharlas, modelarlas, tomar fotos estratégicas y difundir su mercancía en insta-stories.

“Ya tenía en mente emprender un negocio, pero no tenía idea de que hacer. Lo inicié después de la pandemia por querer tener algo mío, algo que yo administrara”.

A seis meses del arranque de su bazar, la chica comenta que la respuesta de las mujeres ha sido buena. “Me ha ido bien, desde que inicié tuve una buena aceptación por parte de las personas”.

Otra arista que ha explorado en su negocio es la sororidad. Ese apoyo entre mujeres que  comparten las prendas de otros bazares, con el único objetivo de intercambiar seguidores y vender más. Y de paso se hacen amigas, cuenta Noemi.  

 

“La mejor experiencia que he tenido en el bazar es que las compañeras nos apoyamos mutuamente, y encuentras amistades que no pensabas encontrar. Es bueno que haya tantas personas con un bien común y entre todas nos apoyemos”.

PUNTOS DE ENTREGA: LA INSEGURIDAD CON LA QUE SE TOPAN

Noemi vive en la colonia Delta de Jerez y ha decidido entregar la ropa en puntos concurridos por su seguridad y la de sus clientas. Por ejemplo, en las bases de transferencia como San Juan Bosco, San Jerónimo o paraderos del centro, así como Bodega Aurrera Delta.  

Los bazares se han vuelto un negocio estratégico por la crisis de la pandemia (Foto: La Silla Rota)

Confiesa que ya no solo le teme a los asaltos, sino también a las desapariciones de mujeres, que últimamente amagan al estado. Así que si hay que entregar un pedido a domicilio prefiere mandar la mercancía.

 

“Si quieren a domicilio solamente por Didi o por Uber, pero yo no puedo llevarlas, es tanto por seguridad mía, como de ellas, sobre todo por cuidarnos. Ahorita no solo nos preocupamos por los asaltos, sino lo que pasa en los últimos días, como las desapariciones”.

ÁNGELES ESTUDIÓ MERCADOTECNIA, PERO LLEVA 5 AÑOS VENDIENDO PRODUCTOS DE BELLEZA

“Me considero de las nenis antiguas”, dice Ángeles Sánchez Vázquez, una chica de 25 años, que lleva 5 años vendiendo en redes sociales. Estudió Mercadotecnia pero vio que en los negocios le va mejor. Actualmente vende productos de belleza en una empresa multinivel.

(Foto: redes sociales)

Empezó vendiendo ropa “de paca” y confiesa que entrar al mercado de las redes fue “difícil” al principio, pero después agarró el hilo y entendió que su dinero estaba ahí.

“Antes los grupos de Facebook eran muy chiquitos, ahorita ya están súper actualizados, está el Marketplace, puedes poner las imágenes con animaciones (…) Tengo cinco años vendiendo por redes sociales y definitivamente para mí ya es un estilo de vida, y está súper agusto porque puedes manejar tu tiempo”.

Ángeles Sánchez es emprendedora desde hace 5 años (Foto: Cortesía)

Su negocio repuntó con la llegada de la pandemia, pues Ángeles da trabajo a más personas. Es una de esas mujeres luchadores que a pesar de no tener hijos, optó por un trabajo que le diera tiempo libre y la libertad de viajar cada que puede.

“Con la pandemia yo noté dos tipos de personas: los que se quejaban que no había, dinero, que no había oportunidades. Y el otro grupo de personas que tenían miedo y preocupaciones pero aun así hicieron algo para salir adelante. Eso es para admirarse…”

El término ‘neni’ le causa gracia a Noemi. Ve los memes y suena “chusca” la manera en que la gente las identifica, aunque también hay quienes lo hacen con el afán de ofenderlas. Ella dice que es mejor tomarlo a la ligera, y aceptar que son una parte sólida para la economía del país.

Y es que así como hay “nenis” también hay “bro”, hombres que emprenden en redes, pero que son un fenómeno menos popular, hasta ahora.

“Por ahí escuché que les dicen “los bro”, somos hombres y mujeres emprendedores que nos animamos a usar redes sociales para generar ingresos”, dice Ángeles en modo de broma.