Durante las campañas electorales de junio del 2016, el ahora gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, prometió, como candidato del PAN, regresar la paz y la tranquilidad al estado, sin embargo, no solo no ha cumplido su palabra, ahora la zona conurbada con el puerto jarocho está envuelta de nuevo en un espiral de violencia.
Durante los últimos años del sexenio del antecesor, Javier Duarte de Ochoa, la conurbación Veracruz-Boca del Río-Medellín de Bravo, logró un cese a la violencia tras una cruenta guerra en contra del cartel de Los Zetas.
Al final del 2010 y todo el 2011, imperaron los enfrentamientos, levantones y asesinatos de periodistas en esa región, la más poblada y comercial de la entidad, concluyendo la ola de ejecuciones con la aparición de los llamados Mata Zetas que anunciaron su llegada al puerto arrojando decenas de muertos en la avenida Ruiz Cortines de Boca del Río.
Ahora, las acciones del Gobierno del panista Miguel Ángel Yunes Linares hacen pensar una nueva escalada de violencia, luego de que un grupo delictivo amenazara a su secretario de Seguridad Pública, Jaime Téllez Marié, arrojando dos cuerpos descuartizados en las puertas de su despacho, la noche del martes.
Expertos consultados, y que pidieron el anonimato, coinciden en que todo aparentaba una especie de pacto entre autoridades y una banda del crimen organizado que en la actualidad pondera en la ciudad de Veracruz, sin embargo, algo no salió bien, lo que pudo generar su rompimiento.
Como antecedentes, mencionan que existieron hechos que hacían ver que en poco tiempo, toda la fuerza del estado se usaría para combatir esa agrupación, como ya lo ha anunciado el mandatario veracruzano.
En febrero del 2017, elementos de la Marina Armada de México fueron atacados por hombres armados que se atrincheraron en una casa del Fraccionamiento Villa Rica, al norte de la ciudad de Veracruz.
Tras casi tres horas de enfrentamientos, los oficiales neutralizaron a dos presuntos delincuentes y decomisaron un arsenal que incluía hasta lanzagranadas.
En marzo de este 2017, delincuentes arrojaron 11 cuerpos en el Fraccionamiento La Tampiquera, de Boca del Río, a tan solo un par de kilómetros del Palacio Municipal que gobierna el alcalde, Miguel Ángel Yunes Márquez, hijo del gobernador.
Entre los muertos se identificó a un médico particular de la ciudad de Poza Rica que había sido levantado apenas horas ante del hallazgo de los cadáveres.
En la actualidad, el crimen organizado ha dejado varias advertencias en cartulinas para el Secretario de Seguridad Pública del Estado, Jaime Téllez Marié, por permitir, presuntamente, el regreso de Los Zetas a esa ciudad petrolera.
En abril de este 2017, un comando armado secuestró al director de Protección Civil de Boca del Río, Martín Cordero Luqueño, quien hace meses se había retirado de la Secretaría de la Defensa Nacional en donde sirvió como Comandante de la Sexta Región Militar.
El exmando militar fue levantado junto al subdirector de Tránsito de esa localidad. Ambos regresaron con vida, pero generó el enejo y repudio del alcalde, Yunes Márquez.
De nuevo en la ciudad de Veracruz, el 20 de junio de este 2017, un grupo criminal arrojó bolsas con cuerpos en la entrada al despacho particular del abogado, Jaime Téllez Marié, actual Secretario de Seguridad Pública del Estado.
"En este lugar aparecieron dos cartulinas, una de las cuales, prácticamente, lo que nos dicen es que el Estado Mexicano debe ponerse bajo las órdenes de este grupo de delincuentes y permitir que ellos sean los que les garanticen seguridad a la sociedad veracruzana", dijo Yunes Linares en rueda de prensa cuando hizo referencia a este suceso.