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La Joya de la Corona

Alfredo del Mazo, del PRI, y Delfina Gómez, de Morena, llegan prácticamente empatados a una jornada cuyo resultado podría influir en la elección 2018

Escrito en ESTADOS el

Llamada La Joya de la Corona, el próximo 4 de junio, el Estado de México elegirá a un nuevo gobernador. El PRI y el presidente Enrique Peña Nieto se juegan en esta entidad su futuro político y podría significar una tendencia irreversible rumbo a la elección presidencial de 2018.

En las elecciones por la gubernatura del Edomex la pelea real está entre PRI, con 88 años sin alternancia política en dicho estado, representado por Alfredo del Mazo, apoyado por la alianza PRI, PVEM, Nueva Alianza y PES y la morenista Delfina Gómez, cuyo partido compite por primera vez por la gubernatura estatal.

En la última elección para gobernador, en 2011, el PRI ganó con el 61.97 por ciento de los votos, (tres millones 18 mil 588), mientras que su adversario más cercano, el PRD logró el 20.96 por ciento (un millón 20 mil 857 votos) y el PAN alcanzó apenas el 12.28 por ciento de los sufragios (598 mil 45). Todo ello con una participación del 46.15 por ciento de los mexiquenses.

Otro factor es el padrón electoral de más de 11 millones de electores, equivalente al 13.4 por ciento de los votantes a nivel nacional, además de que cuenta con el mayor presupuesto procedente de la federación, tan solo para este 2017 maneja una asignación de 260 mil 318 millones 993 mil 616 pesos.

A continuación presentamos las claves para entender lo que está en juego:

El estado más habitado

El estado de México es la entidad que tiene el padrón electoral más grande del país. Se trata de la entidad con la mayor cantidad de votantes potenciales. Estamos hablando de más de 11.3 millones de ciudadanos que pueden sufragar, lo que representa el 13.4% del total nacional de votantes. Además, la entidad es el segundo más grande contribuidor a la economía mexicana, superado únicamente por la Ciudad de México.

El Estado de México representa un bastión importante para el PRI, tanto históricamente, como proveedor de actores políticos y líderes partidistas, así como también en la concentración de voto duro. En la historia reciente de México, debido a la localización y el tamaño de este estado, las victorias electorales han contribuido a que esta entidad sea vista como un trampolín político para los gobernadores y otros representantes, quienes se han convertido en líderes partidistas, miembros del gabinete e incluso en presidentes.

Quitarle este estado al PRI implicaría muchas cosas más allá que el éxito o el fracaso de los proyectos partidistas.

Sólo se renueva la gubernatura

A diferencia de la situación que se vive en Coahuila, Nayarit y Veracruz, en el Estado de México el único puesto de elección popular que está en juego es el poder ejecutivo del estado, así que toda la atención está solo en lo que puedan hacer y decir los seis contendientes. Un puesto especialmente significativo porque durante los últimos 88 años los mexiquenses no han conocido el gobierno de otro partido que no sea el PRI.

Electorado mexiquense

El estado de México es la entidad que tiene el padrón electoral más grande del país. Se trata de la entidad con la mayor cantidad de votantes potenciales. Estamos hablando de más de 11.3 millones de ciudadanos que pueden sufragar, lo que representa el 13.4% del total nacional de votantes. Además, la entidad es el segundo más grande contribuidor a la economía mexicana, superado únicamente por la Ciudad de México.

El Estado de México representa un bastión importante para el PRI, tanto históricamente, como proveedor de actores políticos y líderes partidistas así como también en la concentración de voto duro. En la historia reciente de México, debido a la localización y el tamaño de este estado, las victorias electorales han contribuido a que esta entidad sea vista como un trampolín político para los gobernadores y otros representantes, quienes se han convertido en líderes partidistas, miembros del gabinete e incluso en presidentes.

Los candidatos

En la contienda están inscritos seis candidatos. Cinco representan a ocho partidos y un independiente. Cuatro partidos en la única coalición. Tres mujeres y tres hombres. Dos favoritos lideran las encuestas.

Alfredo del Mazo Maza compitió con Eruviel Ávila por ser el abanderado del PRI a la gubernatura del Estado de México, fue Secretario de Turismo del Estado de México y alcalde de Huixquilucan. Es nieto del ex gobernador mexiquense, Alfredo del Mazo Vélez, hijo del también ex gobernador del estado Alfredo del Mazo González y primo de Enrique Peña Nieto, presidente de México.

Delfina Gómez Álvarez, candidata de Morena, se ha desempeñado  como Presidenta Municipal de Texcoco. Antes fue profesora en la Secretaría de Educación del Estado de México, Subdirectora Auxiliar de Proyectos en la Secretaría de Educación del Estado de México y Directora escolar en la Secretaría de Educación del Estado de México.

Juan Zepeda Hernández, candidato del PRD, fue presidente municipal de Nezahualcóyotl durante el periodo 2013-2015 coordinador de la bancada de ese partido en la Cámara de Diputados mexiquense.

Josefina Vázquez Mota, candidata del PAN fue diputada plurinominal (2009-2011), Secretaria de Desarrollo Social (Sedesol), Secretaria de Educación Pública (SEP), regresó a la Cámara de Diputados y ex candidata a la Presidencia de la República. Nunca ha ganado una elección.

María Teresa Castell de Oro Palacios es la candidata que busca la gubernatura del Estado de México por vía independiente. Esta empresaria regiomontana, sin experiencia en la administración pública, busca emular el triunfo de su paisano Jaime Rodríguez Calderón en Nuevo León.

Óscar González Yáñez es el candidato del Partido del Trabajo (PT). Es cofundador del partido que representa y ha sido diputado federal, local en el Estado de México y presidente municipal de Metepec. El viernes 26 de mayo declinó a favor de Delfina Gómez.

Alternancia

El PRI ha consolidado casi 90 años de gobiernos ejecutivos en la entidad y que Del Mazo busca perpetuar durante otros seis años. Sus adversarios han relacionado constantemente los gobiernos priistas y a la cúpula de la que proviene Del Mazo con privilegios políticos, la situación de la entidad, y otros males del país, afirmando que una victoria en las urnas el 4 de junio alargaría el control dinástico en la entidad.

Esas son las armas ideológicas con las que Morena planea arrebatar el estado al PRI. Morena no logró ganar ninguna gubernatura en la pasada oportunidad, pero tuvo un gran desempeño en las tres elecciones disputadas y ganó escaños en las votaciones locales. Es por ello que una victoria en el Estado de México le proporcionaría un gran impulso a las ambiciones nacionales del partido.

Pese a que el PRI quiere aprovechar la creciente ventaja con la que se ha llevado las elecciones desde 1999. Después de aplastar a sus opositores del PRD y PAN en 1993, en 1999 obtuvo una ventaja de siete puntos sobre su adversario del PAN, pero desde entonces las diferencias se volvieron a notar en el 2005 y 2011. Aunque como ya mencionamos en el punto anterior en los mismos años no se gozó de buena convocatoria electoral y el abstencionismo fue la norma (salvo en 1993).