Ciudad de México (La Silla Rota).- Era 18 de diciembre del 2014, el puerto jarocho se preparaba para su fiesta más importante: el carnaval en su edición 91. Ese día, autoridades municipales organizaron, en pleno zócalo de la ciudad de Veracruz, el cómputo final para Reina Infantil, la ganadora logró el triunfo con 270 mil pesos en votos, su rival más cercana obtuvo menos de 90 mil.
En los pasillos, entre organizadores y familiares del resto de la corte real de aquella festividad, había temor, muchos comentaban en secreto a la prensa que los abuelos de la niña eran personas muy peligrosas, que lo mejor era no acercarse a ellos.
A quien temían y de quien hablaban era de Teresa Prieto Guillen, abuela de la pequeña soberana, una comerciante con varios puestos de discos piratas en la zona del Mercado Revolución, cerca del centro histórico de la ciudad porteña.
El 14 de julio de este 2017, dos años después de ese carnaval, la supuesta vendedora fue detenida en un operativo realizado por fuerzas federales y estatales, en las inmediaciones del Mercado Hidalgo.
Los medios dieron cuenta de la aprehensión de la apodada "güera del mercado", señalada como operadora financiera del Cartel de Jalisco Nueva Generación, en el estado de Veracruz.
Ella figura como principal cómplice de Ricardo Pacheco Tello, alías el Quino, jefe de plaza de esa misma organización criminal, muerto por fuerzas federales el 30 de junio de este mismo año, tras intentar detenerlo por ser el autor intelectual del asesinado del comandante de la Policía Federal, Juan Camilo Castagné.
Personas que pidieron el anonimato, por cuestiones de seguridad, relataron que ambos, La Güera del Mercado y El Quino, se conocieron trabajando de manera honrada y humilde en el mítico Mercado Hidalgo, del puerto jarocho.
Fuerzas de seguridad saben que El Quino trabajó como carnicero en un negocio familiar que dejó cuando su padre fue asesinado en un secuestro perpetrado por Los Zetas, mientras que la güera atendía un puesto de piratería a unas cuantas cuadras de allí.
Infancia difícil
Teresa Prieto habría tenido una infancia difícil, según relatan quienes la conocían, pues su padre era conocido por robar automóviles y muchas veces fue detenido por las autoridades.
Sin embargo, su familia salió adelante gracias a la venta informal, negocio que seguía ejerciendo cuando la detuvieron los policías federales, la semana pasada.
Según reportes, ella empezó a colaborar con Los Zetas debido a que uno de sus familiares pertenecía a esa banda delincuencial, sin embargo, como muchos otros, cambió de bando cuando el Cartel de Jalisco (CJNG) se apoderó de la plaza de Veracruz en el 2011.
Incluso, en redes sociales, desconocidos subieron un audio en el que se presume ella dialoga con Juan Carlos Carranza Saavedra, alias El Ñaca, primer jefe de plaza en el estado del CJNG, abatido hace años en Zapopan, Jalisco.
Se dice que cuando El Quino ascendió como líder máximo de la organización, ella tomó un papel importante en la ciudad, bajo las órdenes de Juan Manuel Veloz Ortiz, apodado El Contador, quien quedó como encargado de los negocios del cartel en la zona conurbada.
En redes sociales, así como en páginas de noticias dedicadas al narcotráfico, se asegura que en los últimos años, el Contador y la Güera mantenían el control de la zona de mercados, cobrando derecho de piso a todos los comerciantes, incluso hasta a los vendedores de verdura y frutas.
Sin embargo, ese grupo criminal empezó a perder fuerza en abril de este año cuando Veloz fue detenido por fuerzas federales, acusado de intentar privar de la libertad al Comandante de la Secretaría de la Defensa Nacional, en retiro, Martín Cordero Luqueño, quien servía como director de Protección Civil en el ayuntamiento de Boca del Río, bajo las órdenes del alcalde, Miguel Ángel Yunes Márquez, hijo del gobernador del estado, Miguel Ángel Yunes Linares.
Días después, en un operativo realizado por varias fuerzas del orden, fue apresada Teresa Prieto, cuando estaba en su puesto de discos piratas. Sin imponer resistencia fue llevada ante la justicia, decomisándole toneladas de mercancía pirata.
Un juez federal decidirá el futuro de la comerciante, mientras tanto, las autoridades han cerrado dos hoteles y cinco bares que operaban bajo el yugo de La Güera.