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La extraña historia de la niña blanca del mercado 16

La estatua, hecha de arcilla, mide 1.20 centímetros, permanece en el mismo altar donde hace años la instalaron sus dueños

Escrito en ESTADOS el

Toluca (La Silla Rota).- A veces está con un cigarrillo dispuesto entre las manos, o con collares recién puestos por los creyentes de sus milagros, otras cubierta con su velo dorado de encaje que le cubre el rostro enflaquecido que le caracteriza, unas más de lado y otras de frente como se le miró ayer, según cuenta Alejandra Navarrete, la guardiana de la estatuilla de la Santa Muerte que cuida día y noche el mercado 16 de Septiembre.

-¡Hay que tener fe y creer en ella de corazón para encontrarla y conocerla! -asegura Alejandra, quien desde hace años se dedica a la exotería, la medicina naturista y las limpias.

Su local está marcado con el 584 y es de los contados que sobreviven al tiempo, desde que el mercado estaba en los alrededores del Cosmovitral.

Allí, a diario llegan sigilosos para hincarse, persignarse y dejar una veladora los creyentes de la Niña Blanca.

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“Tenemos con ella como unos ocho años, cuando vino un joven y quería que se la vendiera porque estaba a la venta, pero una compañera del mercado me dijo que no lo hiciera, que ella tenía algo especial para nosotros”, recuerda entre sus memorias la comerciante, segura de que la imagen les ha traído milagros.

La estatua, hecha de arcilla, mide 1.20 centímetros, permanece en el mismo altar donde hace años la instalaron sus dueños, a la vista de los paseantes que le miran a diario portando en su muñeca izquierda una canasta en la que le dejan las manzanas, sobre todo rojas. 

De acuerdo a la creencia de la adoración de la Santa Muerte, las manzanas rojas son ofrendadas para el amor, las verdes para la salud y las amarillas para el dinero.

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Suele moverse, para evitar que la vean de frente, sólo cuando quiere se pone a la vista de todos, cuenta la dueña. Y asemeja a una centinela incansable que todo lo ve.

“A veces amanece de lado y a veces así de frente como está ahorita, así amanece, nadie la mueve”, relata.

Según lo dicho por la familia Terrón Navarrete, en el Mercado 16 la mayoría de los comerciantes la conocen, van y le dejan una oración, una veladora o simplemente para mirarla. También llegan a diario los creyentes desde lugares lejanos.

 

“A diario aquí está, yo tengo su oración que la digo cada mañana, ella es como creer en Dios o en otro santo, me persigno y cuando me voy le digo: señora mía, ya me voy, te encargo esta que es tu casa”.

En medio del local, la figura luce como una guardiana, rodeada de docenas de otras figuras de ella envueltas para la venta.

Pero en especial, la figura porta entre sus muñecas collares de perlas artificiales, piedras y aretes en aros que le hacen llegar sus adoradores, agradecidos de sus milagros.

“Hay quienes les dejan dinero que usamos para comprarle cigarros o su botella de tequila, porque es bien chupadora, mire, el vaso estaba lleno, y ya no tiene nada”, indica doña Alejandra, mientras señala con su mirada una botella de tequila a medio beber y un vaso vacío que luce en el altar.

De acuerdo con el profesor especialista de la UAEM, Juan Luis Ramírez Rita, la veneración de la Santa Muerte se concentra en su mayoría en el valle de México.

Ramírez Rita afirmó que el fenómeno tiene dos comportamientos, actualmente ha perdido creyentes pero los que persisten se han consolidado porque va más allá de una moda o la instalación de nichos.

En el Mercado 16 de Septiembre, el pequeño altar de la Niña Blanca apenas cobra fuerza, tiene pocos años de ser adorada pero su dueña cree que cada día atrae a más fieles a sus milagros.

“Así atrae ella, a usted ya lo trajo hasta aquí y hay mucha gente que viene a agradecerle, adentro en el local tengo tela que le han traído para hacerle sus vestidos”.

Su hija, la mayor, pero aún joven, conoce a bien todo lo relacionado con la Patrona o la Piadosa, como también se le conoce.

“Pues es como creer en Dios, o en otro santo, cuando vamos a la iglesia no hablan bien de ella pero es como tener fe en otro santo, es lo que para mí significa”, explica la joven creyente.

La familia Terrón Navarrete asegura que la abundancia de su negocio ha sido gracias a la imagen y lo que representa. No hay temor, ni dolor en su fe, sólo una fuerza inexplicable de ser atraídos a ella. A la Santa Muerte.

-Ella siempre está con nosotros y estará también al final de todo, -relata Alejandra, sentada en su silla de donde recibe y da consejos a diario a los creyentes de la Niña Blanca.

Frase:

“Ella es como creer en Dios o en otro santo, me persigno y cuando me voy le digo: señora mía, ya me voy, te encargo esta que es tu casa”.

Alejandra Navarrete, locataria y dueña de la figura de la Santa Muerte

Datos:

Nombres de la figura

-Santa Muerte

-Niña Blanca

-Piadosa

-La Señora

8 años tiene la estatua en el Mercado 16

1.20 centímetros mide

Ofrendas:

-Tequila

-Cigarros

-Manzanas

-Collares

-Anillos

-Dinero

-Veladoras

Con información de El Sol de México