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La crisis maicera que atraviesa Chiapas

La región frailesca de Chiapas, considerado como el “granero del estado” se encuentra en estado de crisis por las trabas por parte del gobierno federal para la compra del grano, dando paso también al "coyotaje"

Escrito en ESTADOS el

Villaflores, Chiapas.- Al menos 10 mil productores de maíz de este municipio de la región Frailesca de Chiapas, considerado como el “granero del estado” por su copiosa producción, viven en la actualidad momentos de incertidumbre debido a que el gobierno federal, a través de la empresa paraestatal Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), les ha puesto una serie de “trabas” para la compra de ese grano.

La Silla Rota viajó a las localidades Nuevo México y Cristóbal Obregón de esta demarcación, cuyos campesinos han resentido el desinterés de las autoridades por apoyarlos, y quienes además se enfrentan a otra problemática que los deja mal parados: el “coyotaje”.

Aunque se les garantiza el precio por tonelada de maíz, es decir a 5 mil 610 pesos —lo cual está estipulado en el Diario Oficial de la Federación desde marzo pasado—, la complicación en estos momentos es que no se las adquieren porque, de acuerdo con las normas establecidas, el grano tendría que contar con 14 grados de humedad, lo que es casi imposible porque la zona mantiene un clima diferente. 

Quien lo sabe a la perfección es Urbana Solís Sarmiento, comisariada ejidal de Cristóbal Obregón, misma que lamenta que aún no les compren “ni un solo grano de maíz” (lo cual se debió efectuar desde octubre de este año), e incluso advierte que apenas el pasado miércoles empezaron a empadronarlos los encargados de la bodega de Segalmex en su comunidad.

Urbana Solís Sarmiento

“En pocas palabras, no tenemos maíz embodegado, o lo poco que hay empieza a ‘malearse’, ya tiene gorgojo; no tenemos ni costales, y según nos dicen que todo se resolverá en estos días, pero lo que más nos impacta son las reglas de operación: la condición es que el maíz entre 100 por ciento limpio, pero es casi imposible porque acá lo tenemos húmedo porque apenas en noviembre llovió”, detalla.

Sin embargo, en la región impera otra situación alarmante: los “coyotes”, sabedores del complejo panorama, comenzaron a comprarles a los productores a 3900 o 4200 mil pesos la tonelada, lo que representa otro “duro golpe” para ellos. 

ANGUSTIA “A FLOR DE PIEL”

Ante la desesperación, otro grupo proveniente de otras localidades de la Frailesca como: Los Ángeles, Sombra de la Selva, Úrsulo Galván, Liquidámbar, entre otras, externa la necesidad de que el gobierno federal les cumpla con sus bodegas de libre abordo, pues carecen de una para el acopio de la cosecha. 

Horacio Gómez Guillén es comisariado ejidal de Liquidámbar y representa a cerca de 150 maiceros de su comunidad, quienes se sienten “ahorcados” porque si no comercializan su maíz no podrán liquidar los adeudos de créditos por paquetes tecnológicos y otros insumos que requieren para su producción. 

Horacio Gómez Guillén

Para él, hace falta armonía, respeto y formalidad por parte de quienes están al frente de las dependencias relacionadas al campo en la geografía chiapaneca, pues solo han recibido promesas de que contarán con centros de acopio de “libre abordo… nos dejaron olvidados”.

Lo que también les preocupa, agrega, es que la autoridad federal tampoco quiere “darle entrada” al maíz amarillo, cuando se supone que prometió adquirirlo con las comunidades, “se está discriminando, no hay argumentos, y solo dicen que el programa no prevé eso… creemos que hay un juego perverso”.

En el ejido Nuevo México existen alrededor de 700 campesinos que no saben qué hacer con el desinterés de las autoridades con lo que producen al año en las mil 700 hectáreas que poseen, por lo que han tenido que vender gran parte de su producción a los revendedores.

Constancio Hernández Corzo, su comisariado ejidal, lamenta la demora que se ha registrado para la compra del maíz por parte de Segalmex, pues está consciente de que las deudas que tienen subirían de forma importante, “porque perdemos más de mil pesos por tonelada, y solo se benefician los ‘coyotes’”. 

Constancio Hernández

“Éramos de los primeros lugares en producción, y ahora no sabemos qué hacer”, refiere el entrevistado, quien puntualiza que los “coyotes” también les acaparan clientes como la empresa Maseca o a la misma Segalmex.

Otros productores presentes de Nuevo México rememoran que, en tiempos de la Consupo, les compraban el maíz con los 18 grados de humedad, por lo que no entienden la cerrazón del actual gobierno federal.

Límber López Ruiz “no ve lo duro sino lo tupido”, pues asevera que en este año le ha costado mucho cosechar las 12 hectáreas que posee, pues requiere de al menos 150 mil pesos, y de las cuales obtiene, anualmente, casi 80 o 90 toneladas de maíz.

Límber López Ruiz 

Para él, es inadmisible que les pongan “tantas trabas”, “por eso caemos con el ‘coyote’, pero tengo que hacerlo porque tenemos deudas, tenemos que salir del bache; este sexenio es peor que los pasados”.

Según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Chiapas aparece en el cuarto puesto con mayor territorio para producir maíz, por detrás de Veracruz, Tamaulipas y Sinaloa (entre todos producen más del 80% nacional); el objetivo para este 2019, en conjunto, era sembrar casi 110 mil hectáreas, 2.2 por ciento menos que en el 2018.

BRONCA ESTÁ LATENTE

En cualquier instante, se advierte, podría “estallar” la inconformidad y agudizarse a través de bloqueos carreteros u otras acciones de protesta no solo en Villaflores, sino en otros municipios importantes en la producción de maíz como: Venustiano Carranza, Ixtapa, Jiquipilas, Villacorzo y La Concordia.

“Hace algunos años se dio el movimiento maicero justamente aquí en el crucero de Cristóbal Obregón, y se llevaron (encarcelaron) a varios compañeros por pedir precio de garantía, y hoy esto sí se cumple, pero aún hemos recibido un pago porque no nos compran”, advierte de nueva cuenta Urbana Solís, quien agrega que el campo “ya no aguanta más”.

Para la mayoría de inconformes “de nada ha servido” el acercamiento que tuvieron con el delegado federal de Programas Integrales de Desarrollo en Chiapas, Juan Antonio Aguilar Castillejos, pues les prometió agilizar los trámites y “destrabar” la logística para las compras, pero hasta la fecha “ni sus luces”.

No obstante, el panorama para los productores no solo de Chiapas sino de todo el país es más que incierto: para el próximo año el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) contempla para el campo 47 mil 577 millones de pesos, cuando para el ejercicio de este 2019 se destinaron 65 mil 435 millones, lo que prácticamente lo deja desprotegidos, a menos que el recurso se “inyecte” de forma correcta y con transparencia.