En la paradisiaca isla de Holbox, ubicada en el caribe mexicano, sus habitantes viven en una cloaca: calles enteras con aguas negras y heces fecales.
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“Es algo muy serio realmente, estamos como en una cañería”, explica preocupado el médico cirujano Arturo Mora Ochoa, quien dirige una clínica en el lugar.
Y es que desde hace tres meses el drenaje de la isla se encuentra colapsado. Las aguas negras brotan de las alcantarillas de las calles y el mal olor no deja respirar a los más de 3 mil habitantes.
Sin embargo, la preocupación del médico va más allá. La exposición a materia fecal y suciedad puede ocasionar enfermedades como gastroenteritis, salmonela y otras infecciones febriles.
Los grupos más vulnerables son los niños, los ancianos y los extranjeros que visitan este paraíso ubicado a 144 kilómetros de Cancún.
“Este problema puede dañar nuestra salud. Casos de gastroenteritis infecciosa, que afectará a niños y adultos mayores. Extranjeros también que confían en las instalaciones de esta isla paradisiaca salen enfermos, con salmonela, infecciones febriles que en sus países están totalmente radicados. Vienen de muy lejos, se enferman y se llevan incluso la enfermedad”, advierte Mora Ochoa.
Casas, hoteles, negocios. Todos afectados por el colapso del drenaje. Los habitantes de la isla ya no saben qué hacer o a quién acudir: les han prometido una y otra vez dar solución a la red de drenaje que desde hace más de 15 años está agonizando.
La isla está muy enferma, está grave. No se puede contratar un chamán, no es un tema de ocurrencias. Tiene que tratarse como un paciente muy grave. Los que vivimos aquí y los que vienen a visitar queremos solución. Está por colapsar la isla”, lamentó el cirujano.
Holbox es visitado por un promedio de mil personas cada fin de semana; 2 mil en temporada alta. Los turistas son tanto mexicanos como estadounidenses y europeos.
Sin embargo, esta crisis con el sistema de drenaje ha provocado que, en más de una ocasión se cerrara este verano el paso de turistas a la isla.
El alcalde de Holbox, René Correa explicó que la red ha perdido su capacidad ante el aumento de turistas y residentes en la isla, durante los últimos años.
Es una problemática que sigue. Están los rebosamientos, tenemos las calles con agua pluvial y de drenaje, con heces fecales. Tenemos un sistema de alto vacío en todos los recolectores, pero los sensores no funcionan, ya bomba ya no sirve, no tenemos la capacidad”, agregó.
El gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín Gonzáles se ha comprometido con los isleños en anteriores ocasiones. Pero, los recursos no han llegado a la empresa que solucionaría la red de drenaje.
René Correa explicó que los trabajos debieron comenzar desde el 21 de agosto, lo cual no ha sido así.
Ya el gobernador ha dado su apoyo, ya hay comité del proyecto, pero la empresa no ha comenzado los trabajos porque no le han dado el anticipo. La fecha de inicio debió ser el 21 de agosto”, mencionó el alcalde.
Mientras tanto los pobladores y turistas soportan la contaminación por aguas negras en las calles y los malos olores.
Por esta razón, el edil urgió a las autoridades federales a avanzar en la solución que es prioridad para la salud de los isleños, ya que, de haber un brote epidemiológico, no hay medicinas y médicos suficientes para atender.
Es un tema más de salud. Afectará la salud de las personas en la isla. es un foco rojo de infección y en el centro de salud no tenemos medicamentos, nos faltan doctores. No tenemos de base, el único que tenemos hace las funciones de doctor y director. Es insuficiente”, espetó.
Sin embargo, el problema de drenaje no es el único. Otros servicios básicos también se encuentran rebasados.
El médico Arturo Muro Ochoa subrayó que, a pesar de ser zona natural protegida, se abastece de luz eléctrica con una planta alimentada por diésel. El agua potable es carente y no hay recolección de basura.
Los pobladores hemos vividos de promesas. No tenemos energía, tenemos una planta que quema diésel y estamos en una aérea protegida. Es insuficiente, estuvimos sin luz toda la noche ayer”, dijo.
En julio de este año, pobladores de Holbox bloquearon el acceso a la isla para exigir la mejora de servicios básicos; de no solucionarse el problema de aguas negras, podrían volver a las manifestaciones.
