El 30 de enero del 2017, en Pachuca, Hidalgo, Sofía, de 18 años, desapareció. El teléfono de su madre, Elizabeth, recibió una llamada, le pedían 800 mil pesos a cambio de liberar a la joven.
Sin embargo, en medio de las negociaciones, mayo la Procuraduría de Justicia le habló a la madre para informarle que habían localizado un cuerpo, era el de su hija.
Las investigaciones señalaron que Luis Antonio fue el ultimo que vio a Sofía con vida, le marcó y acordaron verse.
Las investigaciones tras la desaparición de la joven llevaron a rastrear las llamadas, a las 13:15 de aquel 30 de enero, Luis Antonio le marcó a Sofía y se vieron, él la secuestró, mató y sepultó en su patio trasero.
La víctima conoció a Luis Antonio en el festejo de su cumpleaños 18 y se hicieron amigos, luego planeó el crimen.
El sujeto fue detenido y se llevó a cabo un juicio en su contra que culminó con una sentencia de 110 años de prisión.
Sin embargo, la pena parece no se suficiente, pues al escuchar la condena, Luis Antonio soltó una carcajada, la cual fue secundada por su abogado, quien advirtió se apelará la condena.
Durante todo el caso, Luis Antonio no mostró arrepentimiento, siempre se le miró con una sonrisa burlona.
Elizabeth, la madre de Sofía, relató a El Universal las burlas de Luis Antonio, mismas que calificó como dolorosas.
Por su parte, la activista Erika Ortigoza lamentó que el caso de Sofía fuera tipificado como asesinato y secuestro, pero no como feminicidio: “Sofía ni siquiera entrará en las estadísticas de violencia de género”.
Elizabeth recuerda el último día que vio con vida a Sofía, hace ya más de 200 días, tenía ojos azules y una gran sonrisa.
“Ella era mi hija, mi hija”, dijo a El Universal entre lágrimas Rosaura, hermana de Elizabeth, siempre juntas.
Rosaura recuerda que desde que nació Sofía se convirtió en una persona especial para toda su familia.
La describe como una persona que se preocupaba por los demás, la que tenía una sonrisa para todos, así como una artista nata, pintaba y tocaba el chelo en la orquesta Esperanza Azteca, sin mencionar que dibujaba y era poeta.
Una de las primas de Sofía se tatuó la última frase que ella dijo antes de desaparecer: “Fluir de forma natural es la estrategia de la naturaleza”.
Con información de El Universal
rgg