AKIL.- El sábado 14 de mayo, Enrique Alejandro Raigoza Cob salió de su casa a las 4:30 de la tarde. Se despidió de su esposa Cinthia Interian y su hija Melanie de 9 años. Les prometió que regresaría a las 11 de la noche, pero nunca volvió. El domingo les informaron que murió a bordo de una patrulla de la Policía municipal de Akil, Yucatán. Según la autopsia falleció de asfixia, pero les entregaron un cuerpo lleno de golpes y con la nariz rota.
TAMBIÉN LEE: ELSY: SU HERMANO LA ATACÓ CON UNA CUCHILLA; POLICÍAS VIERON PERO NO INTERVINEIRON
Cinthia narró que a partir de las 11:30 de la noche que su esposo -Kike como le decían- no regresó a casa, intentó contactarlo, su teléfono aun sonaba. El sueño la venció y se durmió dos horas, de las 5 a las 7 de la mañana. Despertó y siguió marcando su número, no tuvo respuesta.
(Foto especial)
Preocupada se dirigió al molino donde ambos trabajan, lavó su nixtamal y empezó a hacer las tortillas. Recibió una llamada de una tía que le dijo que los policías buscaban a la mamá del “de la moto azul”, la que era de Kike. Fue por su suegra y se dirigieron al Palacio Municipal. Les pidieron que vayan a la agencia de la Fiscalía, ubicada en el municipio vecino de Tekax.
“En la Fiscalía de Tekax expliqué que nos envió la policía de Akil, di los datos de mi esposo, pregunté si estaba detenido y me respondieron que ahí no había detenidos que solo un muerto”
“Me pidieron que salga y entró mi suegra, pidieron un momento para hablar a Mérida y preguntar si es él (Kike). Yo estaba afuera y escuche que mi suegra pegó de gritos. Luego me dijeron que mi marido estaba muerto, empecé a llorar y preguntarles qué cómo era posible”, relató.
Cinthia no sabe de donde tomó fuerzas. Regresó a Akil y fue directo al Palacio Municipal para buscar explicaciones. Reclamó que si su esposo había muerto desde hace más de 10 horas por qué los policías no le notificaron y esperaron que pasé tanto tiempo. Aseguró que ellos sabían quién era él y que no les avisaron porque ellos lo asesinaron a golpes.
Además, también se reunió con la alcaldesa de Akil, Iginia Zapata, quien le informó que según su bitácora los policías encontraron a su esposo Kike a las 4:19 de la tarde.
(Algunos de los golpes que presentó el cuerpo de Kike al ser entregado por las autoridades a su familia. Foto especial)
Según Cinthia, la presidenta municipal manifestó que intentaron ayudarlo porque lo vieron en mal estado caminando con su moto cerca de una fábrica de postes y que cuando estaban ingresando al área de la cárcel pública -dentro del Palacio-, ya había muerto.
“La presidenta Iginia Zapata me mostró su croquis en su teléfono, según ella que así vigila dónde andan los policías, en ese croquis aparece que a las 4:19 de la tarde lo encontraron. Le dije que eso no es posible porque él se quitó a las 4:30 de la casa, yo vi la hora y en la Fiscalía de Tekax me dicen que murió a las 6:30, pero según la autopsia a las 6 falleció ¿qué versión voy a creer?”, reclamó.
Cuando el cuerpo de Kike regresó a casa para ser velado, después de que se le realizó la autopsia; Cinthia y su familia lo revisaron, notaron que tenía un golpe en le ojo, la nariz rota y moretones en todo el cuerpo.
Oficialmente, el área de comunicación social de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Yucatán informó que Enrique falleció por oclusión de vías respiratorias, es decir, broncoaspiración, sin embargo, Cinthia no lo cree, está convencida que los policías lo mataron a golpes.
“Salió feliz, contento de la casa, nunca pensé volverlo a ver en una caja, porque me dijo que iba a regresar y regresó, pero en una caja. Pedí el nombre de policías, saber quiénes eran y me dicen en el Palacio que no saben. Según me dijo la presidente que estaba boca abajo y no lo movieron. Siempre lo ven en la calle y lo intentan chocar, esta vez lo reconocieron en la calle, pero no cuando murió ¿por qué no me dijeron antes que había muerto?”, comentó entre lágrimas.
Cinthia interpuso una denuncia en la Agencia de la FGE en Tekax y se inició la carpeta de investigación 604/2022, pidió se esclarezca la muerte de su esposo y los golpes que tiene en el cuerpo. A la par, se abrió una queja en la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey).
(djh)