CHIHUAHUA.- Kevin Adrián de León Contreras, de 14 años, salió de su casa el 18 de enero pasado y no regresó. Cuatro días después, la fiscalía de Chihuahua lo dio por muerto y entregaron a su familia un cadáver que no correspondía al del adolescente.
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En pleno velorio, sus padres descubrieron que el adolescente entregado por las autoridades, y que yacía en un ataúd, no era su hijo.
Este jueves 2 de junio, la fiscalía de Chihuahua informó que Kevin fue asesinado y enterrado en una fosa clandestina, oculta bajo una placa de concreto, en el patio de una vivienda en Ciudad Juárez, Chihuahua. Su búsqueda concluyó después de 136 días.
La fiscalía estatal informó que los restos de Kevin fueron rescatados de una fosa clandestina en un domicilio ubicado en las calles Ensenada y Artículo 23, colonia Sol de Poniente, de esa ciudad fronteriza.
Kevin murió por asfixia, es decir, lo estrangularon.
Según la investigación, el hallazgo del cadáver de Kevin se registró el 19 de mayo pasado, cuando policías y peritos ejecutaron una orden de cateo en dicha vivienda, pero fue hasta este 2 de junio que concluyeron los estudios científicos que confirmaron su identidad.
{"quote":"Tras los análisis y estudios científicos, se estableció la concordancia en los perfiles genéticos que fueron tomadas a los padres y a la víctima, determinándose con esto que el cuerpo encontrado corresponde con la identidad de Kevin Adrián L. C., de 14 años de edad"}
Tras concluir el protocolo de identificación, la tarde del jueves 2 de junio se entregó el cuerpo a los familiares.
LA DESAPARICIÓN
Kevin fue reportado como desaparecido el 18 de enero pasado, luego de que salió de su casa para entregar una herramienta que le habían prestado, porque asistía a un curso de herrería. Desde entonces su familia lo buscaba.
De acuerdo con La Verdad, unas horas después de su ausencia, su familia reportó el hecho ante la fiscalía de Chihuahua. El domingo 23 de enero se les notificó de la localización de un cadáver que podría corresponder al de Kevin. Su mamá se presentó en las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo) y ahí le mostraron una serie fotográfica borrosa de un cuerpo para ver si lo reconocía.
El 24 de enero, personal de una empresa funeraria entregó ese cuerpo a la familia de Kevin. Ellos decidieron abrir el ataúd y descubrieron no era el cuerpo de Kevin.
En realidad, el cadáver era de una persona identificada como Ángel Daniel M.G., de 21 años.
Desde ese momento, la mamá de Kevin inició una búsqueda por localizar a su hijo. La mujer denunció que los agentes a cargo de la investigación dejaron de proporcionarle datos.
También buscó la ayuda del fiscal de la Zona Norte Jesús Manuel Carrasco, quien se comprometió a atender el caso, pero no lo hizo.
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