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Karla, secuestrada y prostituida en complicidad de Policías

Maribel se dio cuenta que las autoridades estaban inmiscuidas en la red de prostitución en la que presuntamente Karla había sido obligada a participar

Escrito en ESTADOS el

Karla de los Ángeles Villalobos Gómez salió a la tienda, pero nunca regresó. Desde aquella calurosa noche de abril pasado, la joven de 17 años no ha vuelto con su familia.

El último rastro de Karla está en el puerto de Acapulco, Guerrero. Ella, su hermana menor y su madre, Maribel Gómez, llegaron a la costa, provenientes del Estado de México, con el fin de beneficiarse de las ganancias turísticas que ésta podría dejarles.

Maribel se ha dedicado a trabajar como vendedora ambulante, vendiendo juguetes, para sacar adelante a sus hijas.

Sergio un viejo amigo de Maribel, la apoyaba para evitar problemas con otros vendedores ambulantes.

En tierras acapulqueñas rentaron un cuarto e iniciaron sus planes. La unión de la madre con sus hijas es tal que prefirió no juntarse o tener otra pareja para estar más unidas.

Ahí conocieron a Elías Juárez Ramírez, amigo de Sergio, él fue quien le presentó a Maribel y a sus hijas.

Elías es un vendedor de botellas de agua en la costa de Guerrero. Él se hizo muy cercana a las dos menores, en particular a Karla.

Cuando Karla desapareció, su madre no daba a notar con el resto de los ambulantes su preocupación, estaba tratando de investigar que pudo haber sucedido con su hija.

En la avenida Wilfrido Massieu, una de las principales de Acapulco, Elías le cerró el paso a Maribel y le cuestionó: “¿Y tú hija la grande?”.

Ella respondió que está con unas amigas, pero Elías le contesta que eso es mentira, pues él la tiene.

Elías le aseguró que se había llevado a Karla porque la iba a prostituir. Confesó además que ese 30 de abril, cuando salió a la tienda, él le invitó un tamal y un café para luego llevársela.

Sin embargo, poco después de las palabras de Elías, el sujeto cayó en diferentes contradicciones ante Maribel, todas los vinculaban a él en la desaparición.

Primero le comentó que Karla ya estaba muerta, pero más tarde le aseguró que seguía viva, le pidió dinero para volverla a ver y le insistió en que ya la tenían “trabajando”.

Maribel interpuso la denuncia ante las autoridades el 3 de mayo, en el Ministerio Público el trato fue revictimizador.

“Seguro se fue con el novio” fue las primeras palabras que recibió por parte de la justicia guerrerense, después fue cuestionada por la tardía denuncia de desaparición.

Maribel se había presentado el primero de mayo a presentar la denuncia, pero sólo se encontró con una oficina vacía por el día de asueto.

Ese primer trato fue únicamente la punta del iceberg dentro de las infamias que la mujer mexiquense recibía por parte de las autoridades guerrerenses.

El Comandante “Onorina” y el Policía Ministerial, Miguel Ángel Domínguez Tapia, son los que más han humillado a Maribel.

Ellos le han sugerido que su hija seguramente se prostituía y se fue sola.

Las ofensas fueron más allá cuando Maribel se dio cuenta que las autoridades estaban inmiscuidas en la red de prostitución en la que presuntamente Karla había sido obligada a participar.

En una ocasión, Domínguez Tapia le exige dinero, 300 mil pesos para decirle dónde tienen a su hija, pues aseguraba sabía dónde Karla estaba siendo prostituida. Si quiere verla de nuevo, reitera el policía, tiene que darle la cantidad citada.  

Posteriormente, Maribel tuvo una charla con el fiscal de Guerrero, Xavier Olea Peláez, quien le dijo que su hija ya estaba muerta y si no, posiblemente estaba en la costera deambulando, que sólo tenía que ir a buscarla en compañía de agentes ministeriales.

Para la madre de Karla, las autoridades de Guerrero están coludidas con las redes de tratantes, desde el fiscal Olea Peláez, hasta el gobernador Héctor Astudillo.

Tras recibir amenazas, Maribel decidió regresar a la  Ciudad de México, con la firme intención de buscar ayuda Federal, sin resultados hasta ahora.

Frida Guerrera, una activista defensora de los Derechos Humanos, fue contactada por Maribel pidiéndole ayuda pues ya no sabe qué hacer.

“Necesito que me ayudes, no quieren hacer caso, mi hija está desparecida desde el 30 de abril en Acapulco, Guerrero, me la quitaron, me la robaron”, dijo la madre de Karla a Frida, quien relató lo sucedido en su Columna Rota, difundida en varios medios de comunicación.

Le cuenta que Karla nació el 3 de julio de 1999, en la Ciudad de México, tiene 18 años, los cuales ya no los cumplió cerca de su familia.

Es aficionada a la lectura, no le gustaba arreglarse y siempre usaba gorra, no le agradaba que se le viera el cabello. Vestía normalmente ropa holgada para evitar que su cuerpo se notará, le daba temor el mundo del ambulantaje, pues es muy peligroso.

Acapulco es una de las ciudades más peligrosas del mundo, la cual actualmente vive una crisis de seguridad arrastrada de meses, incluso años.

Dicha inseguridad se ve reflejada en los Semefos, los cuales están repletas de cuerpos que sobrepasan su capacidad. En la semana uno de ellos fue clausurado por el terrible olor fétido que salía de sus interiores.

En los primeros nueve meses del año, en Guerrero se denunciaron mil 726 homicidios dolosos. Los que representa un promedio de 191 asesinatos al mes, seis al día.

Asimismo, de Enero a Septiembre se denunciaron 381 delitos de índole sexual en el estado, es decir, 42 al mes, casi dos al día.

Para el secretario de Fomento Turístico, Ernesto Rodríguez Escalona, Acapulco es la segunda entidad con mayor presencia de las redes de trata de personas, únicamente por detrás de Cancún.

Al mismo puesto ocupa Guerreo a nivel nacional, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Han pasado seis meses de la desaparición, a la madre de Karla le preocupan sus padres, hermanos, su hija menor a quienes ya han amenazado vía telefónica.

Para ella, Karla sigue con vida, pero teme que la maten cuando ya no les sea útil. Por ello Maribel Gómez, no descansará hasta encontrarla.