La Fiscalía General del Estado de Morelos (FGE) se deslindó de cualquier responsabilidad en la entrega del cuerpo sin vida de Jonathan Martínez Tijeras, el joven que fue enterrado, pero que dos semanas después apareció vivo.
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“La familia fue quién lo reconoció y la fiscalía respetó a las víctimas para evitar una doble victimización”, afirma.
El lunes, la familia Martínez Tijeras denunció una serie de irregularidades en la entrega del cadáver de quién les aseguraron era Jonathan, por lo que acusaron fallas en el protocolo de identificación forense.
Explicaron que les fue entregado un cuerpo, mismo que velaron y enterraron; sin embargo, dos semanas después Jonathan fue encontrado con vida en un anexo de Alcohólicos Anónimos, por lo que no saben a quién le lloraron durante el sepelio del cuerpo que les fue entregado por el Semefo.
En respuesta, mañana de este martes, la FGE habló sobre la “supuesta equivocación”. Explicó que la noche del 14 de enero, elementos del Servicio Médico Forense levantaron el cuerpo sin vida de un hombre, en calidad de desconocido, localizado en la calle No Reelección, Colonia Centro, municipio de Yautepec.
La dependencia reconoce que solo se realizó la necropsia de ley y se estableció la causa de la muerte por infarto agudo al miocardio y, ante la falta de familiares que pudieran identificar el cuerpo, los restos mortales fueron llevados al Servicio Médico Forense para su preservación.
En un comunicado, la FGE detalla que en las primeras horas del 16 de enero se presentaron, en la Fiscalía Regional Oriente, dos hombres que dijeron ser el hermano y el medio hermano de Jonathan, quienes expresaron que acudían para reconocer y reclamar el cuerpo de su familiar.
Ambas personas ingresaron al anfiteatro, en donde reconocieron, sin temor de equivocarse, a Jonathan; por lo anterior, aproximadamente a las 03:00 horas hicieron oficial, ante el Ministerio Público, el reconocimiento de su hermano.
“Los hombres que, mediante reconocimiento físico, afirmaron que el cuerpo sin vida correspondía a su consanguíneo, presentaron ante el Ministerio Público el acta de nacimiento del occiso y el acta de uno de los declarantes para acreditar el parentesco, formalizando la solicitud de entrega del cuerpo que se mantenía bajo resguardo del representante social en la región oriente, entrega que se realizó al cumplir con los requisitos de ley”, se lee en el comunicado.
Debido a las condiciones del cuerpo, “se permitió realizar la identificación plena del mismo” y fueron “dos familiares directos quienes realizaron el procedimiento y presentaron la documentación del finado, formalizando con ello la solicitud para poder disponer, de manera libre, de los restos mortales, toda vez que las causas de la muerte fueron del orden natural”.
Otro argumento de la FGE para la entrega del cuerpo fue que mantienen “un estricto respeto a las víctimas y familiares, realizando acciones para evitar una doble victimización y no generar retraso ni obstaculizar el proceso de recuperación de cuerpos identificados. La representación social no puede generar duda ni cuestionamientos injustificados sobre la identificación plena y libre que realicen las personas sobre cuerpos depositados en los anfiteatros del estado y mantiene un respeto total a los derechos humanos”.
Y a pesar de que en ningún momento los familiares han reclamado estudios de ADN, la FGE destaca que dichas pruebas científicas se aplican en restos mortales que no es posible identificar, que en este caso “no aplicaba, pues pocas horas después del deceso se realiza la identificación, sin que exista duda alguna sobre la identificación plena por parte de quienes acudieron”.
Finalmente, anunció que “a través de la Fiscalía Regional se realizarán las acciones para la recuperación de los restos y los trabajos para localizar a los familiares de la víctima y realizar la entrega, eliminando toda duda sobre el proceso”.