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Jonathan: el caso que exhibió el colapso del Semefo en Morelos

Sobrecupo, falta de personal e instalaciones precarias e insuficientes forman parte del panorama del Servicio Médico Forense en esa entidad

Escrito en ESTADOS el

El jueves 16 de enero pasado, personal de Servicio Médico Forense (Semefo) de Morelos entregó supuestamente el cuerpo sin vida de Jonathan Martínez Tijeras a su familia. Lo velaron, lo enterraron y le lloraron, pero 14 días después lo hallaron vivo en un centro de desintoxicación de Alcohólicos Anónimos.

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El caso de Jonathan evidenció fallas graves en los protocolos de identificación de cuerpos en el Semefo.

La historia de Jonathan y su familia comenzó en diciembre de 2019, cuando fue reportado como desaparecido y comenzó su búsqueda.

El 15 de enero se enteraron que en la Fiscalía Regional Oriente estaba un cuerpo en calidad de desconocido con características similares a las de Jonathan. Los hermanos del joven acudieron con fotografías para su identificación, de sus cicatrices por operaciones y del tatuaje que tenía. En ese momento comenzaron las irregularidades.

"Les permitieron el acceso para que pudieran identificar el cuerpo, pero les advirtieron que no podían tocar ni mover nada. Solo les mostraron de lejos un cuerpo en una posición de espaldas, sin permitirles ver el rostro, tampoco verificar la dentadura -a Jonathan si le faltaban dos dientes- o las características de sus cicatrices o tatuaje", explicó Miguel Ángel Rosete Flores, abogado de la familia.

Las condiciones de identificación llevaron a que los familiares reconocieran con el mínimo de evidencias el cuerpo de Jonathan. El cadáver se les entregó la madrugada del 16 de enero en un féretro totalmente sellado y les advirtieron que por ningún motivo lo podían abrir, ni siquiera durante el velatorio. 

Dos semanas después, los familiares se enteraron por unos vecinos que Jonathan podría encontrarse en un Centro de Rehabilitación de Alcohólicos Anónimos. Estaba vivo.

Incapacidad y precariedad del Semefo

La incapacidad del Servicio Médico Forense de Morelos para la identificación de los cuerpos llevó a que, en marzo de 2014, durante la administración del exgobernador Graco Ramírez, se inhumaran de manera irregular al menos 118 cuerpos dentro de una fosa común en la comunidad de Tetelcingo, al oriente del estado.

En un informe de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos se señaló que, entre las irregularidades que existieron, los cuerpos no contaban con un expediente que informara cómo murieron ni cómo llegaron a manos de la Fiscalía.

Los cadáveres fueron “tratados como basura”, concluyeron los investigadores.

Para 2018, el titular de la Fiscalía General de Morelos, Uriel Carmona Gándara, reveló que las instalaciones del Servicio Médico Forense estaban al 90 por ciento de su capacidad, pues ante la ola de homicidios se ha visto rebasados y requieren de una mayor inversión en dicha área. A partir de esa fecha, se confirmó la idea de que las condiciones en las que trabajaba el Semefo eran “deplorables”.

“La situación de los Semefos es difícil. Las cámaras frigoríficas están cerca de ser insuficientes; necesitamos invertir en las instalaciones y mantener el servicio correctamente. Si somos rebasados, no tendremos dónde depositarlos (los cuerpos)”, comentó en esa ocasión el funcionario.

Un año después de las palabras del fiscal se cumplieron. Información solicitada a través de la Plataforma Nacional de Transparencia por La Silla Rota reveló el sobrecupo que hoy mantienen las morgues del estado.

En julio de 2019, la Fiscalía estatal notificó que las instalaciones del Semefo tenían un sobrecupo de cadáveres, pues para ese momento mantenían un total de 484 cuerpos sin identificar, cuando la capacidad límite es de 72 cuerpos, según informaron.

La Fiscalía señaló que, ante la falta de espacio, se habían visto en la necesidad de adaptar estantes para lograr un almacenamiento dentro de las cámaras frigoríficas.

De acuerdo con víctimas indirectas que buscan a sus familiares en el Servicio Médico Forense, desde 2018 señalaron que las condiciones en el Semefo, particularmente el de la región Oriente, eran “deplorables”, pues - a decir de ellos- los cuerpos se encontraban apilados, además de que estaban en un lugar donde existen filtraciones de agua.

Estas precariedades evidentes durante 2019 en las instalaciones del Servicio Médico Forense se presentaron a pesar del alto presupuesto destinado a los Servicios Periciales.

Información obtenida por este medio señala que para el ejercicio 2019 se destinó un monto de 46 millones 253 mil 346 pesos. Mismo año donde se registró el sobrecupo. Este monto es sólo el total del presupuesto estatal. Aunque no especificaron cuánto, la Fiscalía señala que también se recibe presupuesto federal.

Las precariedades laborales

En junio de 2019, trabajadores del Semefo realizaron un paro de labores, en demanda de que se otorgue el presupuesto autorizado desde el año pasado para la dependencia, y de esta manera contratar a más personal y mejorar las condiciones laborales.

La Fiscalía informó que en el Servicio Médico Forense laboran sólo 44 personas. Entre los que se encuentran 14 médicos legistas, y 28 auxiliares forenses.

Además, este personal se encuentra dividido entre las tres regiones del Semefo que hay en el estado: El Metropolitana, Oriente y Sur poniente.

Los trabajadores señalaron que, el personal de Morelos gana hasta 65 por ciento menos de lo que debería percibir, pese al alto presupuesto destinado a la institución.