JOJUTLA, Morelos (La Silla Rota).- Jojutla, una ciudad dedicada al comercio, considerada la capital sureña de Morelos, se convirtió tras el sismo del 19 de septiembre en un pueblito al que casi nadie llega, salvo algunos brigadistas y trabajadores de la construcción, de acuerdo con sus pobladores.
“A como era una ciudad, yo siento que ya es como un pueblito, nada más nos estamos apoyando entre vecinos y ayudándonos entre todos”, dijo Ángel Ayala Ramírez, comerciante del Centro de Jojutla.
Con cientos de edificios a punto de colapsar, vialidades ocupadas por maquinaría pesada o cerradas a la circulación vehicular por seguridad, ni turistas ni clientes visitan este Municipio tras el sismo.
“La gente casi no circula por esta calle, pues tanto por los edificios que se están derrumbando y la seguridad de ellos, pero sí, económicamente estamos hablando de que la entrada viene siendo como de 50 pesos al día o 100 de venta”, dijo Ángel, quien se dedica a la venta de videojuegos en la Calle González Ortega del Centro de Jojutla.
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En su local también vendía algunos abarrotes, dulces, papás fritas y refrescos, pero desde el 19 de septiembre las empresas que surten los productos no han llegado a Jojutla.
En esta zona tampoco hay servicios bancarios, solo algunas casas de empeño han abierto sus puertas.
“Ahorita aquí en el Centro no tenemos bancos del Banamex, el BBVA Bancomer, ningún tipo de banco, están cerrados y parece que los van a derrumbar completamente”, lamentó.
Ante la falta de clientes en el Centro de Jojutla, los comerciantes de los mercados instalados en la zona han decidido montar un tianguis en la periferia.
“Ahorita en los mercados hay poca gente por lo mismo de que no dejaban pasar, pero ya el día de hoy empezaron las máquinas en la avenida principal, que es Constitución del 57 y ya empezaron a demoler, no hay vías de acceso, entonces están haciendo lo posible, ya van avanzando mucho (LIGAR) sí, muchos se han ido del centro porque están derrumbando, pero los mercados gracias a Dios permanecen firmes y de pie y los invitamos”, expresó Minerva Domínguez.
En el primer cuadro de Jojutla apenas se puede observar uno o dos restaurantes abiertos.
Uno de ellos es El Tizoncito, donde antes del sismo cada fin de semana se llenaba de turistas que viajaban a Morelos para visitar los balnearios de la zona.
Hoy los únicos que consumen, y poco, son los brigadistas que todavía permanecen en este Municipio.
“Bajó mucho la venta pues los fines de semana solían venir vacacionistas a los balnearios, nos visitaban aquí, pero sí bajó considerablemente la venta, un 60 por ciento yo creo (LIGAR) bajó mucho y más todavía en la noche que casi ya no pasa nada de gente y está todo solo, solo, solo está, solamente de día uno que otro brigadista viene a ayudar y sí se pone un poquito bien, pero de noche baja mucho”, contó Mariana Peralta.
La escasa actividad económica en Jojutla ha provocado que los trabajadores emigren en busca de empleo remunerado.
“Sí, están yéndose a otros lados a trabajar, de hecho mi cuñado se fue a Oaxaca, también estaba laborando en estas áreas de Jojutla, sí se han ido”, dijo Ángel Ayala.
Y mientras en el Centro de Jojutla los comerciantes y vecinos padecen los estragos del sismo en sus negocios, en las colonias dañadas de la periferia, como la Emiliano Zapata donde manzanas enteras se vinieron abajo, los pobladores enfrentan robos y saqueos.
Gracias a los donativos de organizaciones de la sociedad civil los habitantes de esta colonia abandonaron la vía pública para habitar carpas y refugios de plástico instalados en sus terrenos, donde antes estaban sus casas de concreto destruidas por el sismo.
Sin embargo durante las noches delincuentes ingresan a estos lugares para sustraer catres, herramientas, despensas y otras pertenencias de los damnificados
“En la noche aprovechan para venir y llevarse catres, llevarse herramientas y todo, gracias a Dios no han lastimado a nadie, pero tenemos que estar velando y todo con el temor de que si alguien llega, son malvivientes que andan por acá”, contó Antonio López.
Pero el problema más grave es el abandono de las autoridades.
En la Colonia Emiliano Zapata han llegado organizaciones chinas y de origen judío a realizar donaciones, pero del Gobierno estatal solo han recibido promesas.
“Pues nada más las visitas, han venido, nos han dicho, inclusive de aquí de Morelos nada más el Gobernador y la diputada Hortencia, pero nada más como le digo, sí va a haber ayuda, sí va a haber esto, sí va a haber lo otro”, dijo Antonio.
kach