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Jalisco, de bastión de “El jefe de jefes” a ser controlado por “El Mencho”

El estado ha sido identificado por el gobierno estadounidense como el de mayores operaciones de lavado de dinero

Escrito en ESTADOS el

El Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) es reconocida como la organización criminal con el mayor poderío dentro del territorio mexicano, como lo fuera alguna vez el cártel de Guadalajara, grupo dedicado al narcotráfico y que tuvo su auge entre 1979 y 1885.

Pese a que Jalisco no es una entidad que se caracterice por las cantidades de enervantes producidos en sus campos, se trata de un punto un tanto relevante de la ruta de la cocaína que corre por el litoral del Pacífico hasta Baja California y Sonora, y desde ahí pasar hacia Estados Unidos.

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Además, el estado ha sido identificado por el gobierno estadounidense como el de mayores operaciones de lavado de dinero, señala un estudio de la organización Seguridad Justicia y Paz, titulado Jalisco: La amenaza del crimen organizado (2015).

EL CÁRTEL DE GUADALAJARA

La operación Cóndor, lanzada por el Ejército durante el sexenio de José López Portillo en 1977, hizo que Rafael Caro Quintero, Miguel Ángel Félix Gallardo, Manuel Salcido Uzeta, conocido como “El Cochiloco”, y Ernesto Fonseca Carrillo, referentes del trasiego de droga en Sinaloa y la zona norte del país, se trasladaran a Guadalajara. Dos años después fundaron un cartel en la capital jalisciense, de acuerdo con datos de El Informador.

A ellos se unieron: Ernesto Fonseca Carrillo, “Don Neto”; Juan Ramón Mata Ballesteros; Juan José y Rafael Emilio Quintero Payán.

Un par de años después de iniciar la década de 1980, la organización expandió sus dominios a través de la exportación de cocaína con cárteles colombianos. El primero, el de Medellín, comandado por Pablo Escobar; el segundo, el de Cali, dirigido por los hermanos Miguel Ángel y Gilberto Rodríguez Orejuela.

En 1981, el agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar, trabajó como infiltrado en el cártel y fue descubierto cuatro años después de laborar con ellos. Entre 1982 y 1984, Camarena investigó a la organización de narcotráfico de Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo y otras personas en México.

Al percatarse de la doble fachada de “Kiki”, la organización adelantó a las autoridades mexicanas y norteamericanas sobre el destino de Enrique Camarena. Fue secuestrado el 7 de febrero de 1985 y ejecutado junto con el piloto de la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH), Alfredo Zavala Aguilar.

Este asesinato provocó que el Gobierno de Estados Unidos presionara más, por lo que inició “la cacería” en la que calleron Rafael Caro Quintero, Ernesto Fonseca Carrillo y Félix Gallardo.

Ya en prisión, “El jefe de jefes” repartió el territorio del trasiego de droga entre las organizaciones restantes: Tijuana quedó para los hermanos Arellano Félix y Jesús Labra Avilés; Sinaloa para Joaquín “El Chapo” Guzmán y Héctor Palma Salazar, también conocido como “El Güero Palma”; mientras Ciudad de Juárez fue para Amado Carrillo Fuentes, “El Señor de los Cielos”. Jalisco había quedado bajo los reflectores de las autoridades.

“LOS MATAZETAS” Y NACHO CORONEL

Desde la caída del cártel de Guadalajara y el reparto del territorio, Jalisco quedó sin ser base de ningún grupo delictivo, hasta que en los años noventa, Ignacio Coronel asumió el control del narcotráfico en la entidad y “empezó a disputar la hegemonía en la producción de metanfetaminas, hasta que el estado de Jalisco a mediados de la primera década del siglo XXI se convirtió en el principal estado productor en el país y el principal proveedor del mercado estadounidense”, de acuerdo con el estudio de Seguridad Justicia y Paz.

El cártel de Sinaloa creó alrededor de 2007, su propio brazo armado para abatir a Los Zetas -grupo de sicarios del cártel del Golfo-, el encargado de armar a “Los Matazetas” fue el propio “Nacho” -tío de Emma Coronel-. Ese año protagonizaron enfrentamientos contra Los Zetas, en Jalisco. 

Al inicio, la zona metropolitana de Guadalajara era su principal bastión, donde se encargaban de cuidar a las familias de los jefes de la organización y repeler ataques de grupos contrarios, principalmente de Los Zetas.

NACE EL CJNG

En 2010, publicó La Silla Rota, se da una separación definitiva entre el Cártel del Golfo y Los Zetas, y comenzó una rivalidad con la que Los Zetas fueron ganando terreno hasta expandirse a 16 estados del país. 

Sin embargo, con el abatimiento de  “El Lazca” en 2012 fue el inicio del declive de la organización. En 2017, la entonces Procuraduría General de la República (PGR) ya sólo les dio presencia en una sola entidad.

Ese año se dio la ruptura entre “Los Matazetas y el Cártel de Sinaloa, luego del asesinato de “Nacho” Coronel, así como por la captura de líderes del grupo como Érick Valencia Salazar, “El 85”, quien posteriormente fue liberado.

Siendo Coronel Villareal el único contacto de su organización con el resto del Cartel de Sinaloa, al morir, Los Matazetas se independizaron y con Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho” a la cabeza nació el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Así, a partir de 2011, el CJNG comenzó a hacerse presente en el mapa del narcotráfico en México.

El bastión criminal del CJNG está conformado por Jalisco como el centro financiero, particularmente Puerto Vallarta, controlado por “Los Cuinis”, formado por 17 hermanos, entre ellos la esposa de “El Mencho”, Rosalinda González Valencia.

Colima y Michoacán son fundamentales para la operación del CJNG, en ambas tierras se siembra marihuana y amapola, sin embargo, lo importante es la ubicación de los puertos de Manzanillo y Lázaro Cárdenas. Estos puertos los utilizan para la exportación e importación de drogas, precursores químicos y hasta minerales con destino o destinatario de Asia.

GUADALAJARA, EL "TENDEDERO" DEL NARCOTRÁFICO

Un reportaje publicado en 2017 señala que el gobierno estadunidense ubicaba entonces a alrededor de 150 empresas o personajes vinculados al tráfico de drogas en Guadalajara, capital de la entidad.

Carlos Flores Pérez, del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas), aseguró para BBC Mundo que el atractivo de la segunda ciudad más grande del país es su gran economía.

La Zona Metropolitana de Guadalajara ha tenido un amplio proceso de construcción de plazas comerciales y zonas residenciales, además de que ha aumentado el número de visitantes, así como la inversión en hoteles y restaurantes.

Ninguna otra ciudad mexicana aparece tantas veces en la lista de la Oficina para el Control de Bienes Extranjeros (OFAC, por su nombre en inglés), es decir, las compañías o personas con quienes el gobierno estadounidense prohíbe hacer negocios, destacó Flores Pérez.

La historia de los tendederos del narcotráfico en Guadalajara también es un atractivo para que actualmente se siga lavando dinero en la capital de Jalisco.

(djh)