Hidalgo (La Silla Rota).- Isabel una indígena originaria de Acaxochitlán, Hidalgo se encuentra recluida desde hace dos meses en el penal de Santa Martha Acatitla en la Ciudad de México, acusada de trata de personas por explotación laboral.
A su padre, Leonel Sánchez lo aqueja desde hace 13 años la cuadriplejía resultante de un accidente automovilístico señala “Mi hija tiene 27 años de edad, desde chiquita la llevaba a vender frutas secas, botana, a San Juan del Río, Querétaro. Ahí aprendió y empezó a trabajar por su cuenta, era quien nos mandaba dinero cada semana antes de que la detuvieran”.
Isabel se convirtió en la cabeza de la familia poco después de accidente, la quinta de nueve hijos se estableció en la ciudad con su pareja, Mario y su hija de 12 años.
“Vendía botana en las calles, su pecado fue darle trabajo a muchachitos que, como ella, dejaron sus comunidades para ir a ganar dinero, así se acostumbra entre nosotros los indígenas: desde niños trabajamos y a veces tenemos que salir a buscarle porque en los pueblos no hay dónde” asegura el padre de Isabel.
La mujer fue detenida el 16 de junio, según sus padres “bajo engaños” en su casa en la colonia Ex Hipódromo de Peralvillo, perteneciente a la delegación Cuauhtémoc, donde –se asegura- daba alojamiento y alimentación a dos adultos y seis menores de edad originarios de pueblos de Hidalgo, Puebla y Veracruz, quienes vendían dulces y botanas.
El 18 de junio la Procuraduría General de Justicia de la CDMX mencionó que la detención de Isabel Sánchez López se debió a pesquisas de agentes de la Policía Investigadora de la Fiscalía Central de Investigación para la Atención del Delito de Trata de Personas.
“Se estaba bañando cuando llegaron unas gentes (sic) y le preguntaron si era la patrona y si los muchachos eran sus chalanes, ella contestó que sí, dijo la verdad, no tenía por qué mentir, luego le pidieron que las acompañara, se llevaron a todos, hasta a mi nieta, pero a mi hija ya no la dejaron salir”, expresó Leonel Sánchez, su padre.
La investigación policial señala que Isabel y Mario daban alojamiento a ocho personas, a quienes se les cobraba una renta por concepto de comida y hospedaje, pero también se les hacía trabajar más de ocho horas diarias, de lunes a sábado.
Los padres, por su parte aseguran que los ex empleados han declarado a favor de la inculpada, en cuanto a los menores señalan que los progenitores de los mismos autorizaron el reclutamiento de los niños para trabajar en la ciudad, con base en los usos y costumbres de las comunidades indígenas, sin embargo el caso se encuentra en pausa.
De Mario poco se sabe, ha sido identificado por los niños como El patrón, pero se ha negado a acudir ante la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades de la Ciudad de México, lo que ayudaría a que el caso sea revisado.
Los padres de Isabel continúan con la esperanza de verla libre, pues aseguran que no cometió delito alguno, solo aprendió lo que ellos le inculcaron desde niña, aprendió a trabajar.
Con información de Criterio Hidalgo