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INAEBA ofrece educación básica en comunidades indígenas

El “Proyecto de Servicios Educativos para Grupos Vulnerables” ofrece acceso gratuito a la alfabetización con la posibilidad de continuar la primaria y secundaria

Escrito en ESTADOS el

Para atender este rezago educativo histórico en los pueblos indígenas del estado de Guanajuato, INAEBA trabaja de manera permanente, ofreciendo a niños y adultos, servicios de alfabetización y educación básica en su lengua natal.

De pequeña, mientras pastoreaba borregos en el monte, Alicia Martínez López de 48 años, indígena ezar de la comunidad de Misión de Chichimecas, del municipio de San Luis de la Paz, soñaba con aprender a hablar, leer y escribir en español.

“Cuando era niña decía: por qué no sé hablar (español), mis papás tampoco lo saben hablar”, lamentaba Alicia, quien estaba decidida a buscar una pareja que supiera hablarlo. A los 16 años, tuvo su primer hijo y su esposo, era el único de su familia que sabía hablar en español.

El “Proyecto de Servicios Educativos para Grupos Vulnerables” del Instituto de Alfabetización y Educación Básica para Adultos (INAEBA), agrupa la atención a personas con discapacidad, adultos mayores e indígenas como Alicia, que nunca fue a la escuela, que trabajó en el campo y que ahora, tiene acceso gratuito a la alfabetización en su lengua natal, con la posibilidad de continuar con la primaria y la secundaria.

“Me gusta saber… saber qué es lo que dice en algún lado, o cuando uno se enferma, saber qué dice una receta. Yo siempre tengo que andar preguntando a mis hijos o mis vecinas… es un batallar”, resume Alicia lo que considera su principal motivación para acercarse al programa de alfabetización del INAEBA.

Una libreta de apuntes, su cuaderno de ejercicios y sus ganas de aprender, han sido las herramientas que han comenzado a transformar su vida y la de otras 21 mujeres y hombres de Misión de Chichimecas, quienes reciben sus asesorías en la lengua ezar o chichimeca jonaz.

Al igual que otros 18 educandos de Tierra Blanca, cuya lengua es otomí o nahñú, y que ahora están dispuestos a salir del rezago educativo con los servicios que INAEBA les ofrece.

Consuelo García Barrientos, asesora del INAEBA en Misión de Chichimecas explica que el hecho de que los integrantes de los pueblos indígenas no contaran con educación básica en español, los dejaba en una situación de vulnerabilidad.

“Hubo muchos problemas cuando ellos no sabían (leer y escribir en español). Por ejemplo, al llevárselos a trabajar al campo no les pagaban lo que en verdad sacaban. Había mucha discriminación y abusos de los patrones, muchas personas no querían pasar por eso y preferían que sus hijos dejaran de hablar ezar y aprendieran el español.

“Señoras que no sabían cuál era el valor de un billete, no podían ir a la tienda por sí mismas. Preferían darles daban el billete a los niños para que fueran a comprar y a veces no les regresaban el cambio (…) Ahora no, pues al saber hacer las cuentas, aprendieron para su vida, para lo que se supone que es el objetivo de aprender”, añadió la también maestra bilingüe en el preescolar de dicha comunidad.