Un nuevo enfrentamiento en Hidalgo entre civiles armados –que las autoridades vinculan con grupos de huachicoleros, dedicados a la extracción ilegal de hidrocarburo– dejó dos agentes de la Policía Investigadora heridos: uno, sin embargo, falleció este jueves en un hospital de Pachuca a consecuencia de los disparos, en tanto que el estado de salud del segundo es delicado, confirmó la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJEH).
El ataque ocurrió la noche de este miércoles 16 de enero, aproximadamente a las 22:40 horas, en la carretera federal Portezuelo-Huichapan, a la altura de la localidad de Jonacapa. Dos agentes que viajaban con ellos no recibieron impactos de balas.
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De los heridos, uno fue trasladado vía aérea a Pachuca para recibir atención médica, mientras que el segundo, por su estado de salud, fue trasladado este jueves a un hospital, en donde perdió la vida por la tarde.
El tiroteo sobre la carretera a Jonacapa sucedió minutos antes de que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) detectara, también en Hidalgo, un ataque al ducto mediante el cual Petróleos Mexicanos (Pemex) traslada combustible desde Tuxpan, el cual, con base en información del Ejército, fue perpetrado por al menos 20 personas en la comunidad de Ventoquipa, en Santiago Tulantepec.
Dos días antes, policías municipales de Chapantongo habían sido atacados al marcar el alto a ocho vehículos que, presumen, trasladaban gasolina robada.
Previamente, otra disputa en la localidad de Santa Ana Ahuehuepan, en Tula –donde el Ejército identificó la principal operación de grupos dedicados a la perforación de ductos de Pemex, junto con Cuautepec y Apan–, dejó un muerto y un lesionado, el 13 de enero.
Como reacción, alrededor de 200 personas retuvieron a tres militares, que, tras amenaza de ser linchados, fueron entregados al mando a cargo de la Sedena con el compromiso de que fuera a disposición al soldado que señalaban de haber disparado contra un poblador, al que los soldados identificaban como presunto involucrado en la extracción de crudo.
Por estos hechos, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH) inició la queja de oficio TA-0014-19, que será turnada a su similar nacional al estar implicados miembros del Ejército.
En operativos y acciones para combatir el huachicoleo, dos agentes de la PGJEH han fallecido en cumplimiento de su deber en lo que va de la administración del gobernador Omar Fayad Meneses, que inició en septiembre de 2016: uno en Cuautepec y otro en Tulancingo.
Además, la Secretaría de Seguridad Pública de la entidad registra 32 incidentes en los que presuntos “chupaductos” han realizado detonaciones, con cuatro agentes lesionados por arma de fuego y ninguna baja. Estos, distintos a los operativos que lleva a cabo la fiscalía.
Reforma publicó que 3 municipios de Hidalgo están entre los 40 que lideran la ordeña en el país: Cuautepec, con 233 tomas clandestinas para extraer combustible de los ductos de Pemex en 2018; Tepetitlán, con 113 perforaciones de 2012 a 2018, y Tula, con 311 en los últimos seis años.
El último año, el gobierno de la entidad pagó 40 millones de pesos al Ejército para inhibir este ilícito, el cual, no obstante, no decreció, y el estado se ubicó como el segundo más ordeñado del territorio nacional, sólo detrás de Puebla.
Por el agente asesinado y el que resultó herido, la Procuraduría General de Justicia del estado de Hidalgo inició dos carpetas de investigación. Personal de la Dirección de Servicios Periciales y Ministerios Públicos trabajan para allegarse de indicios que aporten datos a las indagatorias.
En el lugar, dos vehículos con impactos en los que presuntamente viajaban los agresores fueron asegurados, al igual que una patrulla de la Policía Investigadora que resultó dañada.
La PGJEH dio a conocer que agentes investigadores y policías de la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo implementaron un operativo para dar con el paradero de los responsables, que hasta este momento continúa, pero no ha dado resultados.
mvf