Ciudad de México (La Silla rota).- Hipólito Mora Chávez, iniciador del grupo de autodefensa de la localidad Felipe Carrillo Puerto, mejor conocido como “La Ruana”, en el municipio de Buenavista, advirtió que Juan José Farías, alias “El Abuelo” planea asesinarlo.
A través de la red social Facebook, Hipólito Mora aseguró que El Abuelo dispone de francotiradores en la localidad de Tepalcatepec destinados a matarlo en cuanto éste dé la órden.
Por ello, responsabilizó a Juan José Farías de cualquier atentado en su contra o de personas cercanas a él.
Juan José Farías, así como su hermano, el ex presidente municipal de Tepalcatepec Uriel Farías, han sido vinculados con el Cártel Jalisco Nueva Generación y han sido señalados como precursores de los grupos de autodefensa en la entidad.
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A través de la red social Facebook, el fundador del grupo de autodefensa de La Ruana alertó del riesgo que corre su vida, presuntamente, por causa de la intervención de Juan José Farías en Tepalcatepec. “
Buenos días a todos,quiero hacer público que tengo la información que Juan José Farias ( alias el abuelo) ya tiene un francotirador en Tepalcatepec que trae como misión asesinarme y esto lo hago público para que sepan que si sufro un atentado o me asesinan hago responsable al abuelo Farias,atentamente Hipolito Mora Chavez”, detalló Hipólito Mora.
¿Quién es El Abuelo?
Juan José Farías Álvarez, "El Abuelo", también conocido como "El Abuelo Valencia", fue identificado en 2009 por la Procuraduría General de la República y la Secretaría de la Defensa como lugarteniente del cártel de Los Valencia, sin embargo después fue absuelto.
El Abuelo cumplió una condena de tres años por posesión de un arma de uso exclusivo del Ejército.
Perteneciente ahora al movimiento de las autodefensas de Tepalcatepec -los civiles levantados en armas contra los abusos del cártel de los Caballeros Templarios en febrero de 2013-, Farías cuenta que luchó hace años contra el cártel de los Zetas cuando formaba parte de algo llamado el "15 cuerpo de caballería de las defensas rurales", en colaboración según él con el Ejército.
Casado, con tres hijos y varios nietos, agricultor, ganadero y comerciante de queso, entre risas comenta que él no es un capo, como se ha dicho.
Farías reconoce haber charlado con el comisionado federal, Alfredo Castillo, en un encuentro el pasado 5 de febrero: “Éramos unas 400 personas en esa reunión. Me acerqué a Castillo para pedirle que por favor investigara las cosas como son, no según los intereses de los Templarios, por los chismes, porque estas personas quieren manchar el movimiento, que no me fueran a hacer lo que en 2009”.
Según su versión, aquel año llegaron los militares, le pusieron un arma y lo llevaron a la Ciudad de México. “Se usaban entonces los testigos protegidos [miembros del crimen organizado que negocian con las autoridades el paso de información]. Ellos dijeron todas esas estupideces, que si era del cartel de los Valencia, de los Zetas... pero yo no tenía ningún vínculo”, explica.
“Aquí en México eres culpable hasta que demuestres lo contrario. Y al final se demostró. Me absolvieron de delincuencia organizada tras dos años y diez meses de proceso. Pero me dijeron: ''por el arma te van tres años”.