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"Hija no dejaré de buscarte" dice la mamá de Dulce, desaparecida en Chihuahua

Dulce, de 11 años de edad, desapareció el pasado 1 de agosto, quien presuntamente fue privada de su libertad por un conocido de la familia

Escrito en ESTADOS el

“Perdón por no estar ahí por ti las 24 horas; tenía que trabajar y conseguir dinero para tu escuela. Sólo quiero que regreses. Hija, no dejaré de buscarte. Por favor vuelve”, dice Adelaida, madre de Dulce Yareli Franco Batista, al cumplirse cinco días de la desaparición de su hija de 11 años.

Según las autoridades fue aproximadamente a las 14:30 horas del jueves cuando desapareció en la colonia Vistas del Cerro Grande, en Chihuahua, Chihuahua.

La Fiscalía Especializada en Delitos contra la Mujer ha activado la Alerta Amber, mientras su madre no deja de buscarla y pedirle que regrese. 

“Me dijo: ‘aquí estoy en Delicias, mamá. Estoy bien’, y me colgó. Ya de ahí no supe más de ella. Intenté volver a marcarle, pero ya nunca me contestó”, cuenta Adelaida para el Diario de Chihuahua.

Según el medio local, el presunto secuestrador es conocido de Dulce, también es vecino e hijo del arrendador de la familia Franco Batista, Identificado como José María, de aproximadamente 30 años.

Antes de que Dulce le llamara por última vez a su madre, la hermana del presunto secuestrador se puso en contacto con la señora Adelaida para decirle que José María estaba con su hija.

“Les pedí el número del hombre y la dirección, pero su familia sólo me dijeron que no sabían esos datos. Él sabe lo que está haciendo, ya es un hombre grande, él tiene un niño de la edad de Dulce, una familia”, cuenta Adelaida. “No imaginé que un delincuente estaba cazando a mi hija”.

Adelaida es empleada de limpieza en unas oficinas de la colonia Obrera. Es madre y padre a la vez. Su esposo falleció hace cinco años, y ella tiene que trabajar para mantener a sus dos hijas y un pequeño.

“Yo la descuidé”, se culpa Adelaida. “No la protegí”.

Meses atrás, el presunto secuestrador, José María, también había acosado a la hermana mayor de Dulce y abusado de ella. Le había tomado la mano y la besó a la fuerza, confesó la hermana, quien por miedo, nunca lo dijo hasta ahora.

“Nunca supe. La mayor me lo contó después de que sucediera todo esto”, dice la madre.

Pese a la terrible situación, Adelaida se siente afortunada por saber quién tiene a su hija. “Soy de las madres afortunadas. No como muchas madres que no saben quién se llevó a sus hijas”.

“Regresa. Te sigo esperando. Te quiero mucho. Te voy a seguir buscando. Que me perdones. No me pienso dejar. Voy a llegar hasta las últimas consecuencias”, dice la madre en llanto.