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Heladas, la otra inclemencia para migrantes en Tamaulipas

Migrantes de Guatemala, Honduras, El Salvador, Cuba y África soportan bajas temperaturas, en algunos lugares de hasta cero grados

Escrito en ESTADOS el

CD. VICTORIA (La Silla Rota).- A Juan Manuel Santos, guatemaleco, le castañean los dientes. Tiembla por el frio que le traspasa la camiseta del Cruz Azul y una chamarra de mezclilla. “Allá en mi pueblo, estos fríos no se sienten. En el norte de Estados Unidos deben ser mucho peor, pero ni modo, es la necesidad lo que trae a uno hasta acá”.

“Me Salí de Guatemala sin una chaqueta, pues allá hace calor y llegué a Matamoros en septiembre, entonces se sentía calor, pero ahora es muchísimo el frío que no se aguanta”.

Envuelta en una cobija, María Susana Gómez, salvadoreña, quien lleva en Matamoros casi tres meses en espera de que las autoridades estadounidenses le concedan la visa, comenta: “Que bueno que no me traje a mis hijos, tienen ocho y cinco años y no aguantarían este frío. Los dejé con mi madre, por la necesidad de salir a trabajar, tener un ingreso digno, que permita poder sostener a mis hijos y a mi madre, así como una hermana que está enferma”.

“Es mucho el frío, me duele la cabeza, cala hasta los huesos, pero es la necesidad la que nos trae. A nadie nos gusta padecer este frío, lluvia, vientos, pero tenemos muchas necesidades”.

Debido a la lluvia y el frío, el piso se encuentra húmedo. Los migrantes buscan protegerse con cartones, tablas y unas colchonetas, pero el frío alcanza a los menores.

Juan Antonio Sierra Vargas, coordinador de la Casa del Migrante “San Juan Diego”, urge a la sociedad para que done cobertores, colchonetas, ropa de invierno y zapatos. “La mayoría de los migrantes traen tenis, pero el agua y el frío los penetran fácilmente. Necesitamos zapatos de todos los tamaños”.

El activista añade que también requieren comida caliente, café, chocolate y pan, para que los migrantes puedan enfrentar en mejores condiciones la temporada de invierno.

“Algunas personas caritativas se han acercado y ofrecido una habitación, una recamara, donde puedan estar los migrantes en mejores condiciones, pero son pocas las personas que ofrecen ayuda”, se lamenta.

Mandan auxilio a la sociedad

Ante el incremento del número de migrantes en Matamoros y las condiciones climáticas adversas, como las bajas temperaturas, lluvia y fuertes vientos, la Casa del Migrante “San Juan Diego” y otras asociaciones religiosas urgieron a la sociedad ayudar a atender a los migrantes, ya que los recursos son insuficientes.

El número de migrantes que se encuentran acampados en torno al llamado puente nuevo, que conecta a Matamoros con Brownsville, rebasa ya los 1,000, entre ellos menores de edad y mujeres.

Se están solicitando cobertores, colchonetas, casas de campaña, chamarras, ropa de invierno a efecto de distribuir la ayuda entre los migrantes.

Debido a que la mayoría de los migrantes proceden de Guatemala, Honduras, El Salvador, Cuba y África, no está acostumbrada a las temperaturas registradas durante los últimos días, de menos cuatro grados y que con la lluvia y vientos la sensación térmica es de cero grados.

La mayoría de los migrantes, por proceder de tales países, no traen consigo ropa para enfrentar las bajas temperaturas.

Y pese a las recomendaciones de las autoridades para que se trasladan a albergues, los migrantes se niegan abandonar el campamento ubicado a un costado del puente internacional, a fin de estar pendientes de su trámite.