TUXTLA GUTIÉRREZ.- Las desapariciones en Chiapas van al alza. De acuerdo con la Red por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia (Redias) hay una preocupación especial por el aumento de este delito, toda vez que hasta noviembre de este año, 316 niñas, niños y adolescentes fueron reportados como desaparecidos y sólo el 47 por ciento ya fue localizado. De esta cifra, el 85% son niñas y mujeres adolescentes.
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Es decir, en comparación con el año pasado, ha habido un aumento de casi 50 puntos porcentuales en cuanto a desaparición de personas, sobre todo menores de edad.
Sin embargo, también preocupa la desaparición de personas adultas, como el caso de José Antonio Rodríguez Granados, de 70 años de edad y originario de Villaflores, Chiapas, quien salió de su domicilio actual, en Comitán de Domínguez, el pasado 2 de noviembre, pero nunca regresó.
De acuerdo con sus familiares, quienes enseñaron la ficha de registro que les otorgó la Fiscalía General del Estado con el número 0436/2020, él tomó un taxi desde la colonia Agrónomos Mexicanos con destino a su tierra natal, no obstante, transcurrieron las horas y días, y no han sabido nada de su paradero.
Hace como 10 días, sentada en una mesa del Parque Central de Tuxtla Gutiérrez, Aurora Gutiérrez, su esposa, manifestó su angustia porque en reiteradas ocasiones recibieron llamadas telefónicas donde les advertían que el señor de estatura alta y de tez morena fue visto en distintos lugares.
FALSAS ALARMAS
Sin embargo, al acudir a donde les indican, resulta que todo queda en una falsa alarma. De hecho, en la actualidad radican en Comitán, desde donde su cónyuge emprendió el viaje; “él siempre, por así decirlo cada mes, iba a Villaflores y regresaba con bien, pero desde esa fecha no sabemos nada, estamos preocupadas”, comentó por su lado su hija.
El día que desapareció, rememora, José estaba ataviado con lentes, sombrero, camisa guinda, chaleco negro, pantalón de mezclilla y botines cafés. Incluso, ella, su madre y otros parientes han hecho de todo: acudir de forma constante ante las autoridades de justicia, repartir volantes en varias colonias de Comitán e incluso Villaflores, pero no obtuvieron resultados satisfactorios. La angustia las hostigaba.
Sin embargo, la mala noticia llegó: apenas el viernes pasado se informó que el maestro jubilado, quien no padecía enfermedad mental y solo tenía que medicarse para controlar la presión alta, fue hallado muerto en un barranco en una colonia de Ocozocoautla de Espinosa, municipio ubicado a 25 minutos de la capital tuxtleca.
DESAPARICIONES, A LA BAJA, SEGÚN ENCINAS
Apenas en octubre pasado, Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación (Segob), aseguró que existe una reducción significativa en el número de desaparecidos con respecto al 2019, año con más denuncias por este delito.
Es decir, especificó que se registraron 4 mil 960 denuncias en los primeros nueve meses del año, frente al récord de 8 mil 345 en 2019. De hecho, Jalisco concentra una de cada cuatro desapariciones de diciembre de 2018 a la fecha, seguido de Guanajuato, Tamaulipas, Ciudad de México, Nuevo León, Sinaloa, Michoacán, Veracruz, Guerrero y Chihuahua. Entre otros detalles, dijo que más del 90% de las desapariciones están relacionadas con el crimen organizado.
Con base en información del Comité Internacional de la Cruz Roja, se estima que en México hay poco más de 73 mil desaparecidos.