Gilberto Tapia Mendoza fue secuestrado y encontrado muerto en la Comunidad de El Durazo, en el municipio de Coyuca de Catalán, en el estado de Guerrero, la mañana del sábado.
Según el testimonio de un familiar, su cuerpo tenía huellas de tortura y disparos de arma de fuego. Fue encontrado en una zona muy lejos de donde fue privado de su libertad en Tierra Caliente.
Desde el pasado viernes el secretario del Ejido de Guajes de Ayala, Javier Hernández denunció el secuestro de tres jóvenes del programa Sembrando Vida.
A través de una llamada con el medio local El Sur de Acapulco, el funcionario informó que ocho trabajadores del programa federal llegarían a Guajes de Ayala para recibir la documentación de los beneficiarios, pero solamente acudieron cinco, mientras que tres de ellos fueron retenidos en El Durazo.
El secretario informó que los jóvenes habían sido retenidos por gente de Miguel Ávila Chávez.
A través de Facebook se creo la página Te queremos de regreso Gilberto Tapia, donde la familia pidió buscar al joven antes de ser asesinado.
El sábado se dio a conocer que las dos jóvenes mujeres que también fueron retenidas fueron localizadas con vida, sin embargo, el mismo día fue confirmada por la familia la muerte de Gilberto, quien fue encontrado con huellas de tortura y lesiones con arma de fuego.
"Que el recuerdo de un hijo amoroso, un padre, hermano ejemplar, un ser humano humilde y trabajador ayude a sobrellevar estos momentos tan difíciles a todos sus familiares ¡Descanse en Paz Gilberto Tapia Mendoza!”, escribieron sus familiares.
Gilberto era originario de El Mameyal, municipio de Petatlán, de donde hace cuatro años fue desplazado por la violencia junto con el resto de su familia, según medios locales.
La familia responsabilizó a la comisaria municipal del Durazno, Mari Flor Chávez Tello, y al coordinador del programa Sembrando Vida, Alejandro Tapia, quienes se habían comprometido a entregar con vida a los tres retenidos.
bl