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Feminicidio de Ruby: a 10 años, la justicia “ahogada” en la impunidad

La madrugada del 18 de marzo del 2011, en el municipio de Escuintla, Chiapas, Ruby recibió 29 puñaladas por parte de su ex esposo; el feminicida sigue libre

Escrito en ESTADOS el

TUXTLA GUTIÉRREZ.- La madrugada del 18 de marzo del 2011, en el municipio de Escuintla, región Soconusco de Chiapas, Ruby Akemi Rojas Komukai recibió 29 puñaladas por parte de su ex esposo Hermelindo Santiago Ballinas. Una década después, la justicia no ha llegado y el feminicida continúa en libertad.

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Hermelindo estaba molesto con su ex pareja porque estaban a punto de divorciarse y, Ruby había comenzado una nueva relación amorosa.

Lo que inició con una discusión, se tornó más violento: el hombre la golpeó, luego utilizó un cuchillo para agredirla, sin importarle que había dos testigos presenciales: su ex cuñada y su hija. No obstante, la causa penal 41/IC7B/2011 ya no prosperó; el caso fue “archivado”.

La noche del pasado jueves, activistas, amigas, amigos y ciudadanos se reunieron en el mural que hace un lustro, el Colectivo Nahual trazó en una de las paredes de la 2ª Sur y 2ª Poniente de esta ciudad tuxtleca. Desde ahí, se exigió justicia por la mujer asesinada a los 28 años y quien dejó en la orfandad a una niña de cuatro años.

Lo más lamentable, advierte Selene Domínguez, integrante de la Red de Familias Víctimas de Feminicidio en el estado, es que en ese tiempo los crímenes contra mujeres aún no eran tipificados como feminicidios, es decir no estaban contemplados en el Código Penal.

SE PUEDE REABRIR EL CASO

El caso se puede reabrir, es cuestión de que las autoridades reabran la carpeta de investigación (en ese entonces averiguación previa) y capturen al feminicida, quien se desempeñaba como profesor en el municipio de Villaflores, en la zona Frailesca de la entidad, de donde también era oriundo.

“No es posible que, a 10 años, no haya nadie en la cárcel; la familia no ha tenido acceso a la justicia, a la verdad, ni a la reparación integral del daño, e incluso hay una recomendación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) en este caso, pero tampoco prosperó”, argumenta la activista, Selene Domínguez, quien en sus manos sostenía una hoja con el rostro estampado del criminal.

A pesar de que ya se aplica el protocolo con perspectiva de género en un hecho de muerte violenta contra el sector femenino, lamenta que aún “las chiapanecas siempre acabemos perdiendo; hay muchos casos similares al de Ruby, donde no se hace justicia, donde reina la impunidad”.

Durante esta velada, en la cual fue instalado una especie de altar en la banqueta, a la altura del mural donde aparece el rostro de Ruby y mensajes de sus seres queridos, Keyla Estrada leyó una carta elaborada por Daniela, hermana de la víctima, la cual inició de esta manera: “La vida es efímera, y a veces suele ser un poco injusta; vivir la vida como tal es un poco difícil, pero vivirla sin ti, desde hace 10 años, aparte de difícil, es dolorosa, triste, de impotencia y de injusticia.

“Muchas veces me he preguntado, ¿por qué a ti? ¿Por qué a mí? ¿Por qué a mis papás? ¿Por qué a mis hermanas? Por qué a mi princesa, tu hija? (…) El tremendo vacío que dejó tu sonrisa: haces falta en cada Navidad, en cada cumpleaños de papá y mamá (…)”, prosigue el texto.

Como parte del homenaje a Ruby, una de las presentes entonó una melodía: Señor presidente, por todas las compas marchando en Reforma// por todas las morras peleando en Sonora// por las comandantas luchando por Chiapas// por todas las madres buscando en Tijuana, cantamos sin miedo, pedimos justicia… ¡Nos queremos vivas! ¡Que caiga con fuerza, el feminicida!