Nuevo León (La Silla Rota).- A los diputados locales de Nuevo León les llovió y en su curul; debido a las lluvias registradas, salió a la luz la deficiencia o la falta de mantenimiento en las instalaciones, pues aparecieron diversas goteras que cayeron en la sala de sesiones.
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Personal auxiliar de los legisladores, debió colocar un par de cubetas tras de que el diputado Marco Mendoza de pronto se levantó de su curul al darse cuenta que una de las goteras le caía directamente en su lugar.
La situación no pasó a mayores y el incidente fue tomado a broma por los diputados que inclusive abrieron algunos su sombrilla en el interior y otros más acudieron a tomarse fotografías en la característica acción mediática a la que están acostumbrados aquí.
Luego los legisladores siguieron con la sesión ordinaria.
Conocida la aberración de los ciudadanos hacia los diputados, no faltó entre asistentes a la sesión, empleados, guardias y hasta reporteros los lamentos por no haber caído un chubasco a todos los legisladores.
El edificio del Congreso del Estado fue inaugurado en 1984 y forma parte de los edificios públicos, privados e iglesias que conforman el área de la llamada Gran Plaza que construyó el gobierno de Alfonso Martínez Domínguez y que anteriormente, ocupó un espacio en el Palacio de Gobierno.
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