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"Estuvo horrible, el viento tiró techos y árboles"

El huracán “Max” dejó daños en Barra Vieja, en el puerto de Acapulco

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Escrito en ESTADOS el

Ángela Santiago estaba en su casa cuando el huracán “Max” tocó tierra en Barra Vieja, municipio de Acapulco, Guerrero. Se resguardó, junto con sus hijos, nietos y esposo en un cuarto que tiene techo de concreto. 

"Se sintió bien feo, estábamos bien asustados. El techo de la casa de mi hijo se levantó todo. El viento tiró las láminas. Ya no sirven. Se nos metió el agua. También tumbó un árbol, estaba bien grande", dijo.

Cuenta que el viento comenzó a soplar después de las 8:00 horas del jueves. Primero se sentía despacio. Ya como a las 10:00 estaba muy fuerte. Sintió miedo, aunque su preocupación fue mayor. Su hijo mayor estaba pescando en la laguna de Tres Palos. 

"Le hablé y le dije ''vente, ya está muy feo'' y me contestó que ya estaba en una casa pegada a laguna. Estuvo feísimo, sonaban las láminas y se levantaban hasta que despegó el techo. Dice mi hijo ''dónde quedaron los 10 mil pesos que le invertí''. Apenas había terminado de hacer su casita", recuerda. 

Comenta que a las 11:00 horas fue la hora crítica. El agua cada vez subía de nivel y las casas se inundaron. Lo bueno es que abrieron la barra, que es el pedazo de tierra que conecta el mar con la laguna Tres Palos y eso ayudó a que no pasara una tragedia mayor. 

También en Barra Vieja, enfrente del restaurante de Fernando se cayó el techo de unas canchas de basquetbol. Solo fueron daños materiales. En el momento crítico, el viento tumbó un anuncio y cayó encima de una choza, no había nadie.

"Estuvo horrible. Gracias a Dios hoy ya está tranquilo, se calmó desde ayer a las 7 de la tarde. Yo creo que aquí es donde estuvo más feo. Cabañas grandes las botó", refirió.

Lo más fuerte fue el viento combinado con el agua y eso pegó al pueblo, dice Fernando. 

"Del lado del mar, todas las casas están inundadas. Sobre la carretera se cayeron árboles y anuncios. Acá pego más porque estamos cerca de la playa", narra.

En este pueblo se cayeron árboles, anuncios, láminas y las calles cercanas al mar se inundaron. Desde la mañana, elementos de la Marina implementaron el programa DNIII.