A pesar de que desde 2015 están prohibidas las bodas de menores de edad, Jalisco registra por lo menos 4,516 bodas entre un adulto y un menor, mismo que se lleva a cabo al amparo del Código Civil estatal anterior, que permitía estas uniones con el aval de los padres.
No obstante la prohibición, estos matrimonios se han tolerado en el presente año y en su mayoría con niñas involucradas.
Según datos del Registro Civil Estatal, en 2018 hubo nueve matrimonios de este tipo y en lo que va de 2019 ya se aprobó uno con al menos un integrante de la pareja menor de 18 años.
Esta situación viola la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, así como la Convención sobre los Derechos del Niño, de la que México es parte.
Además, amerita una sanción administrativa para el oficial del registro civil o el juez que permite la unión.
De acuerdo con datos del Registro Civil, casi todos los 4 mil 516 matrimonios infantiles registrados desde 2013 involucran a niñas; solo 4 por ciento rebasó los 18 años y en 11 por ciento los hombres también tenían menos de 18 años.
Además, el 57 por ciento involucró a varones de entre 20 y 30 años, y el 2.7 por ciento, a mayores de 30 años.
El caso más extremo es el de una niña de 16 años que contrajo matrimonio con un hombre de 58, en 2013.
En 2018, en Mezquitic -municipio con mayoría de población indígena, mayor rezago educativo y pobreza extrema, según el Inegi-, una mujer de 17 años se casó con el aval del oficial Bustamante de la Cruz López y el consentimiento de los padres.
A pesar de que los usos y costumbres de comunidades indígenas pudieran permitir estas uniones, la ley lo prohíbe.
De acuerdo con el Código Civil, los matrimonios obligados entre menores se pueden invalidar con una denuncia, si los involucrados aún son niños; si no, procede un divorcio.