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Enfermeras de Tamaulipas, al borde del colapso por agotamiento

Magdalena y Alicia, enfermeras del IMSS, narran que los nueve meses de atender a pacientes covid han resultado extremadamente agotadores

Escrito en ESTADOS el

CD. VICTORIA.- Magdalena Ortiz, enfermera en el Hospital del IMSS, recuerda que tuvieron noches muy, muy difíciles, entre pacientes que se ponían muy graves y otros que se morían. “No hemos el descanso que necesitamos ante lo pesado que ha sido todo esto, hay ya un agotamiento físico, mental e, incluso, emocional por el dolor y tristeza de los familiares de los pacientes que están graves o mueren”.

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“Yo llego a mi casa con el temor de contagiar a mis hijos, casi no los veo. Llego me quedo tirada en la cama para descansar un poco más. Luego a lavar, planchar, hacer la comida, estar un rato con los niños ayudándoles a hacer la tarea, y de nuevo al hospital”.

“Las personas te dan las gracias, quieren compartir con uno la comida que llevan para ellos. Me duelen los pies, la cintura, piernas, espalda de tanto tiempo permanecer parada. No hay descanso. Por eso, en la hora de la comida prefiero irme a buscar una cama donde acostarme a reposar antes que comer”.

Por su parte, Alicia Gómez, enfermera en el Hospital Regional de Altas Especialidades, relata que primero si podían atender a los pacientes sin problema, pero durante julio, agosto y septiembre se fueron incrementando los enfermos. “Teníamos que doblar turno, pues pacientes del IMSS en Reynosa y Matamoros fueron enviados acá, pues en aquellos hospitales ya no había capacidad”.

Aquí y en el Hospital del IMSS se tuvieron que meter médicos y enfermeras de otras especialidades para atender a los enfermos covid, incluso dentistas

La enfermera narra que son muchas las enfermeras y médicos que se encuentran muy cansados, pues ya han sido muchos los meses de intenso trabajo; además, no hay quien quiera reemplazar a quienes trabajan en las áreas covid-19.

Se ofrecen estímulos pero nadie quiere venir por temor a un contagio… es tanto ya el cansancio, agotamiento, que se corre el riesgo de no estar haciendo las cosas bien. Ya no se les está dando la atención que necesitan los enfermos

“Licha, la güera”, como la llaman, menciona que a la tensión por el trabajo ante el riesgo de contagio y la gravedad de los enfermos se suman temas personales.

“Tengo novio, pero ya tenemos meses que no pasamos un par de días juntos. Apenas nos vemos. Viene por mí al trabajo y me llevaba a mi casa. Él comprende que estoy muy cansada y me deja descansar. En otras ocasiones me trae y nos paramos en algún lugar para almorzar y poder estar un poco más de tiempo juntos”, comenta.

Fotos Cuartoscuro

“Platicamos por whatsapp, nos enviamos fotos. Es una situación muy difícil. Estamos trabajando por salvar vidas, pero la verdad es que no estamos viviendo la vida”.

La única alegría que tenemos es cuando un enfermo se recupera totalmente y vienen los familiares a darte las gracias. Se siente muy bonito, sientes ser útil y que puedes servir. Pero de nuevo te das cuentas que hay otros pacientes que están esperando ingresar u otros que se encuentran muy graves y la alegría te dura muy poco

De nada sirve tener disponibilidad de camas o haya suficientes ventiladores si no hay médicos y enfermeras que puedan atender, coinciden.

CONTAGIOS AL ALZA

En Tamaulipas, los casos de contagios se siguen incrementando y se han rebasado los 38 mil casos y el número de defunciones es de tres mil 181, pero para los médicos y enfermeras que trabajan con los pacientes de coronavirus los nueve meses que ha durado la pandemia han sido agotadores.

El porcentaje de ocupación de los hospitales por pacientes de coronavirus es del 28 por ciento en términos generales, 24 pacientes se encuentran intubados, médicos y enfermeras se encuentran cansados, agotados y temen no haya capacidad humana para atender el incremento de casos que se pueda registrar en los próximos meses de enero y febrero.

Debido a las reuniones sociales durante diciembre y las bajas temperaturas, en enero se teme que los casos puedan de nueva cuenta incrementarse  y en un mayor porcentaje.

Durante septiembre, el número de casos diarios habían descendido por debajo de los 100, pero ahora de nueva cuenta se han disparado y ya se aproximan a los 200 diarios.

Hay disponibilidad de camas y ventiladores, pero lo que no hay son recursos humanos médicos y enfermeras para atender más pacientes.