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En un año, covid fue más letal que violencia para policías de Tijuana

El municipio acumuló 2,005 homicidios dolosos en 2020, mientras que en un año la emergencia sanitaria por covid-19 mató a más de 3,200 personas

Escrito en ESTADOS el

TIJUANA.- Los policías de Tijuana vivieron un 2020 bajo fuego cruzado entre el coronavirus y la violencia, pero la pandemia fue mucho más letal en las filas de la corporación que patrulla la ciudad con más homicidios en México.

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La diferencia en general es enorme desde que el municipio acumuló 2,005 homicidios dolosos en 2020, mientras que en un año la emergencia sanitaria por covid-19 mató a más de 3,200 personas.

Dentro de esa estadística, el año pasado el crimen acabó con la vida de dos agentes mientras cumplían su labor y en enero de este año fue asesinado uno más que ya no estaba activo por motivos de salud. 

En cambio de acuerdo con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Municipal (Sspcm), el covid-19 le arrebató la vida a 14 uniformados el año pasado y ya suman 3 más en los primeros dos meses de este 2021.

Foto Eduardo Rubio

Esto significa que la pandemia fue casi seis veces más mortal que los cárteles de la droga para los agentes. 

“Somos muchas las que estamos quedando viudas, desamparadas”, señaló Guadalupe García. 

Ella perdió a su esposo José Alfonso Blanco Anzures que entregó 8 años de su vida a la policía municipal y de eso, solo tiene el recuerdo.

Por eso acudió con otras viudas a reclamar al gobierno municipal la falta de apoyo, como el hecho de haber perdido la seguridad social cuando más lo necesitaban.

“Él trabajó. Después de una semana nos contagió a nosotros. Nos quitan el Issstecali después de que muere”, mencionó Edith Escárcega, viuda de Juan Antonio Anguiano, policía durante 20 años que murió el pasado 14 de enero.

Molestas y desesperadas las mujeres hablaron por un instante con la alcaldesa Karla Ruíz Macfarland y recibieron un solo compromiso: serán escuchadas.

“Lo que queremos es que nos ayude”, respondió en cambio otra de las integrantes del grupo que se presentó durante una manifestación pacífica de policías municipales de Baja California para reclamar por la falta de prestaciones laborales como jubilación y pensión el pasado 18 de febrero.

Foto Eduardo Rubio

A la reunión, celebrada en la explanada del Palacio municipal de Tijuana, llegaron de improviso la presidenta municipal Ruiz Macfarland y el nuevo secretario de seguridad, Pedro Cruz.

Ella regresó a la alcaldía como suplente del alcalde Arturo González Cruz el pasado 12 de febrero, y él fue nombrado un día después por el Cabildo, así que la esperanza de las familias de los agentes caídos por el coronavirus está sobre ambos.

EL ABANDONO

Las familias de los agentes muertos por la pandemia aseguran que el gobierno municipal abandonó a los uniformados, y no les falta razón.

Oficiales consultados por La Silla Rota durante la emergencia sanitaria confirmaron que mientras las autoridades trataban de minimizar los contagios en las filas de la policía, la tropa no tenía insumos como alcohol gel o cubrebocas.

El contacto diario con los ciudadanos y la falta de protección por supuesto que pasó factura y además de los policías que fallecieron, más de 300 de los 2,500 agentes en la corporación dieron positivo al virus tan solo durante el 2020.

La situación llegó hasta a la legislatura federal, donde la diputada del Partido Acción Nacional (PAN), Lizbeth Mata Lozano, exhortó el pasado 27 de enero al gobierno de Baja California para considerar a policías y bomberos dentro de los grupos prioritarios para la vacuna.

“Al día de hoy, el municipio de Tijuana, Baja California, ha sido el más afectado con contagios en las fuerzas policiales y en el área de bomberos, con alrededor de 500 contagios en ambas corporaciones, con 17 fallecidos”, dice el punto de acuerdo.

Pero a un mes de ese llamado ante la Comisión permanente del Congreso, la Secretaría de Salud en el estado, como ha sido a nivel nacional, no ha podido ni siquiera inmunizar a todo el personal médico que diariamente se expone atendiendo a los enfermos de covid-19.

En la policía los daños llegaron a lo más alto, pero no precisamente de los cargos administrativos sino de los operativos, y hasta el entonces director, Roberto Esparza Trujillo, resultó contagiado y logró salir con vida.

Así que cuando desde el gobierno de la ciudad las muertes ya no pudieron ser soslayadas ni atribuidas simplemente a problemas respiratorios, fueron particulares quienes respondieron al llamado de refuerzos.

Hubo sanitización de patrullas y donación de cubrebocas que el Ayuntamiento no tardó en promover mediante boletines de prensa.

Y eso fue todo, afirma el presidente del Comité Ciudadano de Seguridad Pública en Tijuana, Genaro de la Torre.

Dejó mucho que desear el apoyo del ayuntamiento a los policías en el tema de protección para el covid-19 (..) ellos siempre decían, nosotros estamos cumpliendo

E igual que en las calles, fue la hermandad azul la que respondió cuando por ejemplo el Hospital General pedía medicamentos a las familias porque no había en el nosocomio.

“Recibí ayuda por los mismos compañeros. Recibí dos veces ayuda. Pero de parte del gobierno no se recibe nada. Se recibe la coperacha que ellos hacen para ayudar a la familia”, señaló otra de las viudas.

Tristemente la falta de insumos de protección hoy sigue siendo subsanada por empresas y asociaciones, como ocurrió el pasado 20 de febrero con un donativo de 12 mil cubrebocas que realizó el Club Rotario.

La ayuda fue difundida por la administración municipal en otro comunicado de prensa en el que además adelantó que la organización sin fines de lucro daría otros apoyos para cuidar a los oficiales que siguen trabajando en medio de la emergencia sanitaria.

Mejorar la calidad de vida de los agentes policiales, es un tema que traemos de la mano con la alcaldesa Karla Ruiz Macfarland, por lo que reconocemos el compromiso que los organismos de la sociedad civil tienen con los policías”, dijo la Sspcm

PARA EL RECUERDO

El pasado 2 de enero la Secretaría de Seguridad de Tijuana conmemoró el Día internacional del policía, y en la ceremonia hubo un momento para recordar a los oficiales caídos.

Eso incluyó a los uniformados que han muerto en el cumplimiento del deber y a los que les quitó la vida el coronavirus.

Merecieron un minuto de silencio, una ofrenda floral y una placa para el recuerdo que fue colocada en las instalaciones del Centro de Control y Mando (C2).

La Sspcm dijo en ese momento que había trazado estrategias para salvaguardar la integridad física y mental de los policías en medio de la pandemia, pero evidentemente las familias y los agentes tienen otra historia para contar.

Por eso están pidiendo que las muertes por covid-19 de los policías sean consideradas consecuencia de un riesgo de trabajo.

Aunque hasta el momento no hay una respuesta de las autoridades municipales a esa solicitud a la que se ha sumado el Comité Ciudadano de Seguridad.

“¿Cómo es posible que a un servidor público, que está al cuidado de toda la ciudadanía, no se le den esos apoyos? Somos buenos para exigir, pero a la hora de la hora, ellos se quedan con los brazos cruzados, sin nada”, señaló el presidente del comité, Genaro de la Torre.