La llegada del coronavirus al estado de California, Estados Unidos, a finales de enero, alertó a la población de Tijuana, quienes intensificaron las medidas de seguridad en las garitas de Tijuana-San Diego para evitar la propagación de este virus. Pero en esta ciudad fronteriza, hay otro contagio que alerta más que el coronavirus.
En ningún otro lugar del país existe más riesgo de contraer tuberculosis que en Tijuana, y después de al menos 10 años de lucha para bajar la incidencia, no parece que esto vaya a pasar pronto.
“Esperemos que sí, hay que ser positivos”, dice Luis Alberto García Sánchez, coordinador del programa de microbacteriosis de la Secretaría de Salud en Baja California para los municipios de Tijuana, Tecate y Playas de Rosarito.
Pero las estadísticas pasan por encima de ese optimismo: anualmente hay entre 1,800 y 2,000 casos en el estado, con Tijuana concentrando el 60 por ciento de ellos.
“En Baja California ocupamos el primer lugar a nivel nacional. Vemos una incidencia de aproximadamente de 58.4 por cada 100 mil habitantes, cuando la media nacional es de 17”, comenta el especialista.
Y solo en el primer mes de este 2019, la oficina a su cargo ya registró alrededor de 80 casos nuevos.
El problema es tan serio que en 2014 Tijuana fue motivo de estudio, junto a otras ciudades del mundo, por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y la Organización Panamericana de la Salud.
En ese entonces, el análisis encontró que 64% de los pacientes sólo obtuvo información de sus médicos, 2% fueron enviados a un hospital, y 16% no recibió ninguna atención.
“Cuando llega a suceder eso hacemos la visita y hablamos con la persona para ver la situación”, afirma el coordinador García Sánchez.
Tijuana es como "un caldo"
La Secretaría de Salud en México considera a la tuberculosis como una de las enfermedades infecciosas más antiguas y conocidas, que además se agrava en personas con VIH, problemas de adicción, desnutrición o diabetes.
“Aquí es un caldo”, dijo un funcionario del sector salud en referencia a las condiciones propicias que la tuberculosis encuentra en esta península.
Entre ellas, la migración, porque el constante paso de hombres y mujeres complica que terminen su tratamiento de hasta seis meses.
El doctor Luis García dice que un 70% de los pacientes lo atiende religiosamente, pues tienen que presentarse a las unidades de salud para ser supervisados durante todo ese tiempo.
“La tuberculosis es curable si se atiende como debe ser, pero hay casos que llegan a fallecer por esta enfermedad”, agrega.
Para contrarrestarlo, hace unos años el sector salud implementó un programa en el que los pacientes se videogrababan con su teléfono celular y enviaban la prueba a su médico, pero fue suspendido para cuidar su información personal.
Ahora, dice Luis García, pretenden crear con ayuda de alguna universidad una aplicación que encripte los videos para que nadie más tenga acceso a ellos.
Porque además esta enfermedad está todavía cargada de estigmas y provoca rechazo entre la población, confirma.
“En ocasiones a los niños los rechazan en la escuela, cuando están en tratamiento de tuberculosis, y los niños son paucibacilares, eso quiere decir que difícilmente va a infectar a otro niño”, destaca.
En medio de todo esto, el especialista solo ve como salida al problema apegarse al tratamiento y la revisión de todas las personas cercanas al paciente, porque un enfermo puede contagiar a 15 o 20 personas por año.
En el estudio del 2015 realizado por los organismos internacionales de salud una de las recomendaciones fue fortalecer los programas y trabajos entre instituciones, pero en Tijuana parece que la austeridad lo está complicando.
“En ocasiones tenemos apoyo de promotores exclusivos para la vigilancia de estos pacientes. Estamos en espera de que se nos liberen estos promotores de nuevo”, comenta García Sánchez.
Temen más por coronavirus
Desde hace unos días, en el Aeropuerto Internacional de Tijuana comenzaron a llegar vuelos directos provenientes de China, país donde se originó el coronavirus, por lo que se desplegó un dispositivo preventivo de salud para evitar que algún portador ingrese a nuestro territorio, aseguró el alcalde Arturo González Cruz.
Señaló que un grupo de epidemiólogos se encargan de verificar, con chequeo y diagnóstico, el estado de salud de los turistas provenientes de Oriente y a la par se realizan jornadas médicas para la población en general.
Sin embargo, un sector al que ha pegado el coronavirus es el Turismo.
Según el director operativo de Ticketón, Carlos Negrete, hasta 80 por ciento de los visitantes que movilizan los operadores turísticos son de origen chino, cantidad que dejarán de recibir por la emergencia mundial del coronavirus.
A finales de enero llegó el último grupo de chinos a Tijuana, pero a partir de este miércoles, se informó que se canceló el arribo de visitantes de origen oriental.
(Brenda Lugo)