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En Querétaro, 120 personas con posible intoxicación por arsénico

Habitantes de la comunidad Llano de San Francisco registraron síntomas de una posible intoxicación crónica por arsénico

Escrito en ESTADOS el

Habitantes de la comunidad Llano de San Francisco –en el municipio de Pinal de Amoles, en la Sierra Gorda de Querétaro- registraron síntomas de una posible intoxicación crónica por arsénico.

En la localidad se suspendió el suministro del manantial independiente El Cedral, debido a que podría ser este líquido el causante de la intoxicación; este cauce suministraba a los pobladores de esta zona serrana.

De acuerdo con la Secretaría de Salud del estado de Querétaro, 120 pobladores presentan lesiones cutáneas; también se detectaron diversos síntomas, como infección respiratoria aguda, debilidad, agotamiento, pérdida de fuerza en las manos, comezón y descamación de manos y pies.

El sábado, la Secretaría de Salud emitió un comunicado en el que informa  que emprendieron un esquema de vigilancia epidemiológica y protección contra riesgos sanitarios en esta localidad.

En la misiva se puntualiza que durante el operativo epidemiológico se detectó que 120 personas (de 172 que habitan la localidad) presentaban lesiones cutáneas, por lo que se estableció un diagnóstico que refiere sospecha de intoxicación crónica por arsénico.

Ocho personas fueron trasladadas al Hospital General del municipio Jalpan de Serra, donde recibieron servicios de dermatológica a través del sistema de telemedicina, además se les tomaron muestra de orina, sangre, uñas y pelo.

Sin embargo, la dependencia estatal afirma que los pobladores no presentaban riesgo de perder la vida, por lo que no requirieron hospitalización.

En la zona se distribuyeron 125 frascos de ácido fólico, cuya ingesta permite que se elimine el arsénico; también se desparasitó a los 172 habitantes  de la localidad. Y se entregaron 210 frascos de plata coloidal para desinfectar el agua que consumen, así lo informa la secretaría estatal.  

La comunidad se abastece del agua que proviene del manantial El Cedral, abastecimiento que fue suspendido, luego de que la Comisión Estatal de Aguas (CEA) analizara que el agua proveniente de esta zona pudo ser la causante de la intoxicación.

“Al conocerse el resultado de estos análisis y como acción inmediata, se verificó la suspensión inmediata del abastecimiento de agua de dicho sistema independiente proveniente del manantial” se puntualiza en el comunicado.

En tanto,  la CEA instaló dos depósitos de agua  con capacidad independiente de 10,000 litros, a través de los que se abastece de líquido a la población de la comunidad.  

A decir de la Secretaría de Salud, los pacientes “han evolucionado hacia la mejoría”, ya que ha disminuido la irritación y la descamación, de igual modo –afirma-  ha desaparecido paulatinamente los signos de hiperpigmentación.

 

Arsénico, entre los químicos más preocupantes para la salud pública.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) incluye al arsénico entre las diez sustancias químicas más preocupantes para la salud pública.

La OMS informa que este elemento está presente en las aguas subterráneas de países como México; lo califica como una sustancia “muy tóxica en su forma inorgánica” y su mayor amenaza para la salud pública se muestra en la utilización de agua contaminada para beber, preparar alimentos y regar cultivos.

“La exposición prolongada al arsénico a través del consumo de agua y alimentos contaminados puede causar cáncer y lesiones cutáneas. También se ha asociado a problemas de desarrollo, enfermedades cardiovasculares, neurotoxicidad y diabetes” expone el organismo mundial.

Añade que en las comunidades afectadas, debe prevenirse que se prolongue la exposición al arsénico e implementar un sistema para abastecer agua potable a la localidad.

La OMS explica que los efectos a largo plazo se observan en los primeros síntomas de la exposición prolongada  a altos niveles de arsénico inorgánico, es decir, a través del consumo de agua y alimentos contaminados.

“Se observan generalmente en la piel e incluyen cambios de pigmentación, lesiones cutáneas y durezas y callosidades en las palmas de las manos y las plantas de los pies (hiperqueratosis). Estos efectos se producen tras una exposición mínima de aproximadamente cinco años y pueden ser precursores de cáncer de piel”.