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En Nuevo León lo que importa es ser bella, a costa de la vida

En los últimos cinco años, la secretaría de Salud ha suspendido 10 “clínicas patito” en Monterrey y San Pedro Garza García

Escrito en ESTADOS el

MONTERREY.- "Me quiero quitar la panza, hace seis meses fui mamá y me quedó una barriguita, me haré una liposucción", dice Alicia, de profesión maestra.

“Es más, quiero un préstamo, lo tramitaré en el sindicato (SNTE) para operarme, me pondré busto y nalgas, que tengan de donde agarrarse”, añade orgullosa y replica que busca alternativas y precios. “Me cuesta unos 70 mil pesos las pompas y la chiche, pero hay lugares que sale más barato”.

En el sur de la Ciudad, en un gimnasio de pesas, una mujer madura de poco más de 50 años, con cuerpo escultural por el ejercicio, presume su rostro sin arrugas. “Me encontré un doctor que me aplicó ácido hialurónico, no llegó ni a ocho mil pesos, en otros lados está carísimo”, explica y entrega una tarjeta de presentación del galeno.

Ambas mujeres no le temen a una desgracia, a acudir a cualquier clínica o doctor. “No es el común denominador de las muertes”, coinciden por separado.

Pareciera que a ellas no les importa el riesgo al que pueden someterse y, sobre todo, perder la vida como le sucedió a Karla Karina, de 36 años, quien en este mayo murió tras realizarse una liposucción.

Ella acudió a una clínica en la avenida Puerta del Sol, número 241 en la colonia Colinas de San Jerónimo, al poniente de Monterrey para realizarse una liposucción.

Tras la cirugía, la mujer fue dada de alta del hospital por el médico responsable, Francisco "N", a pesar de que manifestó sentirse mal y presentó un sangrado.

El esposo de la fallecida asegura que los malestares persistieron y ella se desmayó en tres ocasiones. Horas más tarde, Karina se desmayó y fue trasladada a un hospital a recibir atención médica urgente, pero al llegar murió.

En abril de 2015, Enriqueta Margarita Reyna Sáenz, de 45 años, murió durante una cirugía estética que se realizaba en la clínica Sedu, ubicada sobre la avenida Padre Mier, en el centro de Monterrey.

Se practicaba una operación de rejuvenecimiento facial y el doctor que practicó la cirugía fue detenido.

Casos similares se han registrado recientemente en distintas clínicas de la entidad, pero no sé tiene mayor información.

Clínicas patito

En los últimos cinco años, la secretaría de Salud, a través de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), suspendió 10 establecimientos dedicados a prestar servicios de cirugía estética en los municipios de Monterrey y San Pedro Garza García, por violaciones a la Ley General de Salud.

Los verificadores sanitarios revisaron 22 clínicas de cirugía plástica y estética para constatar el cumplimiento de la normatividad y detectaron que 10 consultorios ofrecían servicios médicos violando la ley, y que el área de Rayos X no contaba con licencia sanitaria, por lo que se procedió al cierre.

La autoridad sanitaria determinó la colocación de sellos de suspensión y el aseguramiento de productos sin registro sanitario, luego de comprobar que las clínicas de belleza no contaban con aviso de funcionamiento y responsable sanitario.

Pese a todo lo anterior, la maestra Alicia está dispuesta a tramitar su préstamo sindical porque, dice, "quiero estar buenota".

Candados legales

Ante esta situación, la diputada Claudia Gabriela Caballero Chávez presentó en la diputación permanente un exhorto para que la secretaría de Salud revise y verifique a todos los establecimientos particulares donde se practican cirugías, para constatar que cumplen con los requisitos de ley para que estén operando.

Lo anterior en virtud de que recientemente se han suscitado una serie de hechos, en los que lamentablemente se han perdido vidas de pacientes que se someten a prácticas inadecuadas de procedimientos médicos, específicamente en los casos de las cirugías estéticas.

La Ley Estatal de Salud establece que quienes ejerzan las actividades profesionales, técnicas y auxiliares y las especialidades deberán poner a la vista del público un anuncio que indique la institución que les expidió el título, diploma o certificado, y en su caso, el número de su correspondiente cédula profesional

Iguales menciones deberán consignarse en los documentos y papelería que utilicen en el ejercicio de tales actividades y en la publicidad que realicen al respecto y que ningún profesional, técnico o auxiliar de la salud podrá anunciarse como especialista en el ejercicio de una determinada rama de su profesión sin haber obtenido el registro de su certificado de especialización que lo acredite como tal ante las autoridades educativas competentes

También mencionó que es muy importante que se dé seguimiento a este tipo de casos, porque, así como las personas tienen libertad de elegir los servicios de salud que consideren adecuados, las autoridades en la materia, tienen la obligación de cumplir con lo establecido en los ordenamientos legales que están en vigor.

En el exhorto que se aprobó por unanimidad, se incluye la petición a la secretaría de Salud para que informe en un plazo de diez días hábiles, sobre las acciones emprendidas en este tema.