Las altas cifras de violencia generalizada en el país se reflejan en distintas modalidades en las entidades. En Jalisco, uno de los principales problemas que preocupa a la sociedad es la desaparición de personas.
El Sistema de Información sobre Víctimas de Desaparición (Sisovid) registra una cifra histórica de 8 mil 602 personas desaparecidas, desde 1995, hasta el 30 de noviembre del 2019. Pero en el último año es cuando más se ha agudizado este problema.
Tan solo en 2019, se registraron 2 mil 162 personas no localizadas, de las cuales mil 879 eran hombres y 281 mujeres; en dos carpetas no se identificó el sexo.
Esta cifra tuvo un aumento significativo con el año pasado -2018-, donde el total de las personas no localizadas fue de 1 mil 527; de estas, mil 360 fueron hombres, mientras que 167 mujeres.
Karen Nohemi estuvo desaparecida por 28 días en uno de los municipios del estado donde más se registran desapariciones de mujeres: Tlajomulco.
A sus 21 niños y siendo madre de dos niños, desapareció desde el 26 de octubre. La última vez que se le vio fue en el Fraccionamiento de Lomas del Mirador.
Tras casi un mes de búsqueda, el 22 de noviembre sus hermanos volvieron a salir a buscarla. Un grupo de jóvenes que se encontraban en el mismo Fraccionamiento aseguraron saber dónde tenían a Karen. La joven fue encontrada viva ese día en una casa abandonada. Pero la historia de Karen, no es la misma para las otras 1 mil 63 mujeres que faltan por localizar en el estado.
Tlajomulco, de los municipios donde más desaparecen
Según el Sisovid, Guadalajara es el estado donde más desaparecen mujeres, seguido por Tlajomulco de Zuñiga y Zapopan.
Otros municipios que también registran altos números de desaparecidos son Tonalá, Puerto Vallarta y Lagos de Moreno.
Gráfico tomado de Sisovid
Desapariciones, en aumento
Aunque la tendencia de personas no localizadas en Jalisco ha ido en aumento, no siempre se vieron cifras negras.
El número de desaparecidos comenzó a crecer a partir del 2008, durante la llamada Guerra contra el Narcotráfico.
En 2007, apenas se registraban 33 desapariciones y para el 2008 la cifra se multiplicó al doble, contando 67. Desde ese año la tendencia fue creciendo hasta las cifras que hoy cuentan más de 2 mil desaparecidos.
El Sisovid reclasifica las personas no localizadas y las personas desaparecidas.
Según la ley, la persona desaparecida es cuando se desconoce su paradero y se presuma, a partir de cualquier indicio, que su ausencia se relaciona con la comisión de un delito.
En cuanto a la persona no localizada, se refiere a cuya ubicación es desconocida y que de acuerdo con la información que se reporte a la autoridad, su ausencia no se relaciona con la probable comisión de algún delito.