La pandemia por coronavirus (covid-19) no ha mandado a cuarentena la violencia en Morelos, en las dos primeras semanas de abril se han registrado 49 asesinatos en el estado, según datos del Gabinete de Seguridad del Gobierno Federal.
Los primeros cinco días del mes, del 1 al 5 de abril, los asesinatos en tierras morelenses no pasaron los tres diarios, sin embargo, los siguientes seis días, del 6 al 11 de abril, los homicidios se dispararon hasta registrar cinco o siete al día.
Los últimos cinco días, del 12 al 16 de abril, los asesinatos han disminuido ligeramente, pero siguen sumándose casos a la estadística.
Cuernavaca y Yautepec son los municipios morelenses que más asesinatos han registrados estas dos semanas, con siete cada uno; seguidos de Juitepec, con cuatro; Temixco, Xochitepec y Amacuzac, con tres.
El 6 de abril, por ejemplo, cuatro adolescentes fueron acribillados en Yautepec. Ese mismo día, dos jóvenes más fueron asesinados en Xochitepec, recibieron más de 10 balazos.
El 8 de abril, dos cuerpos fueron encontrados desmembrados y en bolsas negras en Cuernavaca y Jiutepec, acompañado de un “narcomensaje”.
Al día siguiente, un hombre con vendas en la cabeza fue hallado asesinado en Coatlan del Rio, al igual que el cuerpo sin vida de un sujeto con las manos atadas en Amacuzac.
El 11 de abril, tres médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) fueron asesinados en Puente de Ixtla. Un grupo armado los atacó luego de robarles su automóvil un BMW.
Sólo por mencionar algunos de los asesinatos en esta quincena de violencia en Morelos que han reportado medios locales y son registrados por el gobierno federal.
La violencia de los asesinatos y la presencia de diversas organizaciones criminales en Morelos sugiere que detrás de esta hay una disputa de cárteles.
De acuerdo con un documento de la Fiscalía General de la República (FGR) en posesión de La Silla Rota, al menos cuatro cárteles de la droga operan en la entidad morelense.
Se trata del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), “La Familia Michoacana”, “Guerreros Unidos” y “Los Rojos” son las organizaciones criminales con presencia en Morelos.
Por su parte, la versión de las autoridades estatales añaden a tres bandas locales: “Los Linos”, “Los Mayas” y los “Tlahuicas”.
Se trata prácticamente de una guerra de todos contra todos, a excepción de una ligera alianza entre el CJNG y “Guerreros Unidos”.
En este semana fue detenido Crispín Gaspar Corté, alias “Crispín”, señalado por autoridades locales como lugarteniente de “Guerreros Unidos”, en alianza con el CJNG.
Esta detención bien podría significar movimientos en las jerarquías criminales y aumento de la violencia, incluso, interna en las bandas delictivas.
En los últimos meses la banda de “Los Mayas”, liderada por Abel Maya, ha tomado importancia en la cartografía local peleando contra “Los Rojos”, quien ha sido debilitado por la captura de sus dos líderes principales, Santiago Mazarí Hernández, alias "El Carrete", y Zenén Nava Sánchez, "El Chaparro", a mediados del año pasado.
El clima húmedo de Morelos facilita el sembradío de drogas como marihuana y amapola. Sin embargo, la verdadera importancia del estado es su geografía que lo ubican como un punto clave para el trasiego de droga.
Morelos está al sur de la Ciudad de México, de donde llegan cargamentos importantes de droga provenientes del extranjero a través del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), a la vez que llegan drogas para surtir al consumo interno de la capital del país.
También es un punto de paso para llegar a estados como Guerrero y Michoacán, donde existen puertos importantes para la llegada y partida de drogas, así como precursores químicos del continente asiático.
A la par que es paso natural de la ruta del pacífico, la cual deriva en dos puntos clave para el trasiego de droga a Estados Unidos: Ciudad Juárez, en Chihuahua, y Tijuana, en Baja California.