Main logo

Elvia y Yahir: víctimas de bullying hasta de los maestros

La menor no puede subir escaleras por una discapacidad y el niño sufre de problemas de lenguaje; ambos sufren discriminación en primarias de Mérida

Escrito en ESTADOS el

“Elvia” tiene una malformación en los pies que le impide subir a su salón de clases, su madre pidió a la dirección de su escuela tomar clases en la planta baja, pero se lo negaron; en la primaria hasta maestros le hacían bullying. Después de batallar, la menor ganó un amparo y ahora la escuela tiene que garantizar su acceso a la educación.

También lee: Refugios para mujeres víctimas de la violencia salvan 56 vidas en Yucatán en 2019

“Yahir” tiene 11 años y arrastra problemas de aprendizaje y lenguaje. Su maestra de quinto de primaria lo excluyó del grupo, es rechazado y lo discrimina por “chismoso”, porque todo se lo cuenta a su mamá. La madre solicitó ayuda a la Secretaría de Educación de Yucatán y el día de la cita con la inspectora de zona, la dejaron plantada.

Estas son solo dos historias de discriminación y bullying en escuelas de educación básica de Mérida, dependientes de la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado de Yucatán (SEGEY).

Sobre ambos casos, tanto las escuelas primarias públicas Rodolfo Menéndez de la Peña y Benito Juárez, ambas en Mérida, como la SEGEY, rechazaron fijar una postura.

 La estudiante que ganó un amparo

“Elvia”, como es conocida públicamente, es una niña de diez años que ganó un juicio de amparo interpuesto en contra de la escuela primaria “Rodolfo Menéndez de la Peña” y la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado de Yucatán (SEGEY) por haberla discriminado.

Los motivos que llevaron a la familia de la menor a iniciar el proceso legal fue la negativa de la dirección de la escuela a realizar cambios para que la menor pudiera tomar clases en la planta baja, debido a que no puede subir escaleras porque presenta una discapacidad a consecuencia de su baja estatura.

De acuerdo con resoluciones médicas, la niña no debía realizar ese esfuerzo, ya que, debido a un arqueamiento en las piernas, podría sufrir daños irreversibles a su salud. Sin embargo, la directiva de la escuela, lejos de ayudarla, se “burló” y negó a cambiar el salón de “Elvia”.

Hace unos días, el Juzgado Segundo de Distrito, con sede en Yucatán, resolvió que la escuela debía realizar cambios estructurales para garantizar que “Elvia”, y cualquier otro alumno con discapacidad, pudiera ejercer su derecho a la educación en condiciones de igualdad.

También concluyó que las autoridades demandadas violaron sus derechos a la no discriminación, a la accesibilidad y a la movilidad personal y, en consecuencia, a su derecho a la educación.

Pero la lucha de “Elvia” no solo se presentó en el juicio de amparo. Los maestros de la Escuela Primaria “Rodolfo Menéndez de la Peña” le hacían “bullying” por haber demandado a la escuela.

“Si bien también la sentencia ordena capacitar al personal de la escuela en materia de discapacidad, preocupa que hasta la fecha hay maestros que le hacen bullying para intimidarla por haber demandado a la escuela”, acusó Ángeles Cruz Rosel, abogada de la menor.

El equipo legal explicó que el director de la primaria, Jorge Gamboa Escalante, y uno de los profesores de Educación Física, le llaman precisamente “Elvia” en lugar de su nombre real, en tono de burla para intimidarla, a pesar de que ella en repetidas ocasiones les ha indicado que eso le molesta.

Entre las autoridades demandadas se encuentra también la Unidad de Servicio de Apoyo a la Educación Regular (USAER), la cual tiene entre sus obligaciones garantizar el acceso a la educación del alumnado con discapacidad. Su solución para “Elvia” fue sugerirle a su mamá que repita el año que ya había cursado y que luego registrarían sus calificaciones “como si fuesen” del año en el que realmente se encuentra.

“El caso demuestra que en Yucatán no están siendo efectivos los mecanismos para garantizar una educación sin discriminación a las personas con discapacidad, dado que hasta el mismo USAER consintió, por mucho tiempo, la violación a sus derechos”, denunció Carlos Escoffié Duarte, defensor de derechos humanos y abogado de la niña.

La escuela “Rodolfo Menéndez de la Peña” cuenta con 10 días hábiles para presentar un plan de acción que contemple las modificaciones estructurales que realizarán para garantizar la accesibilidad de “Elvia” y de todas las personas con discapacidad a la educación plena y con igualdad.

El alumno bajo la sombra

“Yahir” padece problemas de lenguaje, lo que dificulta la comunicación en la escuela Benito Juárez, de Mérida, tanto con profesores como con sus compañeros.

Sin embargo, Reina Isabel Estrella Pech, madre del menor, denunció que la maestra encargada del grupo, María Esther Dichi Gutiérrez, ha excluido a su hijo del grupo.

Mi hijo tiene 11 años y cursa el quinto de primaria, nunca había tenido problemas en la escuela hasta que llegó esta nueva maestra. Me sugirió que contrate a una (maestra) sombra, pero le comenté que él no es autista, solo tiene problemas de lenguaje y desde ahí comenzaron los ataques contra él

De acuerdo con la madre, el comportamiento del menor y su autoestima se han visto dañadas al punto que no quiere ir más a la primaria Benito Juárez. “Ella misma propicia que sea objeto de bullying en el salón de clases. Lo llama chismoso delante de todos, porque mi hijo me cuenta todo lo que ella le hace”.

Y aunque desde el 3 de diciembre, la madre del menor denunció los hechos a la dirección de la escuela, hasta el momento no ha mejorado la situación para su hijo. Ella solo pide un trato digno para el infante.

“Yahir” recibe atención especial y psicológica desde el kínder, es decir, siempre ha estado en tratamiento por el problema de lenguaje y aprendizaje. También acude dos veces por semana a la Unidad de Servicio de Apoyo a la Educación Regular (USAER) y en ninguna de las instituciones le habían referido la necesidad de una sombra, subrayó su madre.

Yo no tendría problema con pagar una (maestra) sombra si es necesario, sé que es caro y aun así lo haría, pero mi hijo ya tiene 11 años y desde pequeño ha consultado, va con el neurólogo y terapias. Nunca me han comentando la necesidad de que tenga una sombra consigo

Entre los maltratos psicológicos y emocionales que padece “Yahir”, describió la madre, en una ocasión la maestra se negó a hacer las tareas con su hijo porque aseguró es un desperdicio de hojas; tampoco le permite presentar los exámenes por considerarlo incapaz. Incluso le ha dado una silla sin paleta para escribir, obstruyendo de esta forma su desarrollo académico.

Finalmente, Estrella Pech comentó que el único acercamiento que ha tenido con la SEGEY para solucionar la situación fue con la inspectora de zona, Landy Sansores Carrillo, quien la citó el lunes pasado al mediodía en su oficina. Y pese a que pidió permiso en el trabajo para asistir, la inspectora suspendió el encuentro sin avisarle y nunca llegó.