Main logo

El misticismo de la Noche de Muertos en Michoacán

En Michoacán, los muertos cobran vida cuando sus seres vivos les abren las puertas de la tierra para honrarlos y visitarlos y así inician los rituales

Escrito en ESTADOS el

Michoacán.- El elemento más conocido de la Noche de Muertos de Michoacán es el ritual de la Velación: una práctica que tiene lugar en los panteones de más de 20 pueblos en la ribera lacustre de Pátzcuaro, incluidas varias islas del Lago.

A esta festividad ancestral se suman algunas comunidades más del interior del estado, pues es el ritual más conocido porque se lleva a cabo en espacios públicos (panteones) que son iluminados durante toda la noche y hasta el amanecer.

Menos conocidos, pero tan arraigados y antiguos como la Velación, son otras ceremonias que los pueblos purépechas practican en la semana previa y la posterior al 1 de noviembre.

Aquí, los muertos cobran vida cuando sus seres vivos les abren las puertas de la tierra para honrarlos y visitarlos. 

La recolección

Entre los principales y más llamativos rituales que las comunidades, principalmente indígenas de Michoacán practican, está la recolección, una de las costumbres más antiguas correspondiente a los preparativos de Noche de Muertos. 

Se trata de una colecta espontánea que realizan habitantes de la región entre la propia comunidad, para reunir los elementos de una ofrenda popular que construyen a nombre del pueblo para los muertos que no tienen quien los recuerde.

Teruscan y campaneri, son respectivamente las traducciones purépechas de hurto y recolección. En la mayor parte de las comunidades que practican esta tradición, se realiza en la madrugada del día 30 o 31 de octubre.

Elaboración de arco

Se construye con el producto del teruscan y campaneri, en honor a los muertos que no tienen quien los recuerde. Usualmente se coloca a la entrada de los panteones. En la mayor parte de los pueblos se realiza el día 31 de octubre ó 1 de noviembre.

La caza del pato

Es una de las ofrendas más antiguas y tradicionales de la región. Es una especie de pato también conocida como “gallareta”, con la que se elabora un platillo de antigua receta. Hoy es una tradición de la ribera lacustre que muy pocos mantienen viva.

La ketzitakua o ceremonia para los muertos recientes. (la traducción literal es “ofrendar”, “poner algo a la mesa”). Es una ofrenda especial para quienes murieron durante el año en curso. 

(Foto: Memo Galapago)

Esta ceremonia es la más extendida en los pueblos purépechas y es tan antigua como la ceremonia de velación, pero a diferencia de la velación, la ofrenda para los muertos recientes se realiza en las casas donde vivieron. 

Consiste en la entrega-recepción de ofrendas que lleva la comunidad a la casa donde residía del difunto. En la zona lacustre hay algunos ejemplos interesantes, como Santa Fe de la Laguna y Cuanajo. 

Por cierto, Cuanajo, al igual que San Lorenzo –éste último se ubica en la Meseta Purépecha, cerca de Uruapan-, se caracterizan por el hecho de que las ofrendas que se llevan van “montadas” a lomo de caballos. 

En el caso de Cuanajo son caballos de madera, y en el de San Lorenzo, son caballos de vara “enrosados” o sea, cubiertos con orquídeas. También celebra ketzitakua Nurío en la Meseta Purépecha. 

La ketzitakua se realiza para adultos o para “angelitos”, en días diferentes, como sucede en el caso de la ceremonia más conocida de Michoacán, la velación. La mayor parte de los pueblos que realizan esta ceremonia lo hacen el 1 de noviembre.

La velación de los angelitos 

Se realiza en los cementerios en honor a quienes murieron siendo niños o sin haberse casado. 

Esta ceremonia se efectúa principalmente al amanecer del día 1 de noviembre, aunque algunos pueblos lo hacen el día 31 de octubre. Un dato interesante es que en algunos pueblos esta velación corre a cargo de niños y es la manera en que ellos se introducen a la tradición de sus mayores.

La velación a los difuntos 

Tiene lugar en los cementerios y es la ceremonia más conocida a nivel internacional, de entre todas las que se practican en Michoacán. 

La mayor parte de las comunidades la lleva a cabo del anochecer del día 1 hasta el amanecer del día 2 de noviembre. En otras inicia la noche del 31 de octubre y termina en la madrugada del 1 de noviembre.

Compra de flores, velas y otros insumos para las ofrendas. Hay un enorme mercado de flores en Pátzcuaro, que se coloca en las inmediaciones de la Basílica y también hay un mercado de ofrendas de azúcar que se coloca en el Portal que rodea a la Plaza Vasco de Quiroga, que es la principal del pueblo.

Elaboración de las ofrendas florales

 Las más tradicionales tienen forma cuadrada con una “x” que cruza al centro uniendo las esquinas y una cruz al centro y extremo superior del cuadrado. La ofrenda floral se realiza con cempasúchil, pero también es tradición colocarle orquídeas endémicas de la región conocidas como “flor de ánima”, además de figuras de azúcar, panes, frutas y pequeños presentes para el difunto.

Colocación de ofrendas

En los cementerios, la ofrenda floral a la cabeza de la tumba y los alimentos se distribuyen sobre la tumba misma.

Elaboración de “calaveritas” escritas. Son versos lúdicos que se escriben a quienes viven, pero describiendo escenas de cómo o por qué “murieron”. Esta tradición se enseña a los niños desde temprana edad.

Estos versos se brindan a los amigos a manera de broma, otros los escriben para hacer crítica política y en ese sentido son muy comunes en los periódicos del 1 de noviembre. Esta es una tradición de todo el país, no solo de la región lacustre de Pátzcuaro.

Calaveritas de azúcar. Un regalo común en la temporada es la tradicional calaverita de azúcar (hoy en día también son de chocolate) que se otorga al amigo. 

Es usual colocar el nombre de quien la recibirá, en la frente de la figura de dulce. Esta es una tradición no solo de la región lacustre, sino de todo el país.

Pan de muertos

En Michoacán se elaboran dos tipos de pan de muertos: uno es el que se coloca en las ofrendas en cementerios y casas. Se distingue porque tiene forma humana y también de animalitos (cuando es para ofrendas de niños). 

El otro tipo de pan, es el que se consume en las casas de Michoacán y de todo el país. Tiene forma redonda, adornada con una cruz de gajos a manera de “huesitos”.

La ceremonia de velación tiene ligeras variantes de una comunidad a otra. Por ejemplo, no todos realizan la ketzitakua, unos realizan la velación de los adultos el 31 de octubre y otros el 1 de noviembre, variando también la fecha de la velación de los angelitos. 

Otro caso es la realización de ofrendas con forma de caballo, una variante que se presenta solo en dos o tres pueblos del estado.

La seguridad en este año para los municipios de la ribera del Lago de Pátzcuaro corre a cargo de poco más de mil elementos municipales, estatales, federales y de Protección Civil.

El dispositivo tiene mayor énfasis en la región Lacustre, donde se concentran los pueblos, islas y comunidades en las que la celebración está más arraigada milenariamente.