Main logo

El hombre que aventó diamantina rosa por su hija, desaparecida desde hace 10 años

José Luis se sumó a las manifestaciones del viernes aventando diamantina rosa y exigiendo justica por Esmeralda, su hija, quien cumple 10 años desaparecida

Escrito en ESTADOS el

La ola de feminicidios, los abusos sexuales, las demandas de acoso, y las mujeres desaparecidas, han tocado cada ciudad y comunidad de este país, provocando que cientos de protestas se desataran desde el pasado viernes donde se exigía justicia por todas las mujeres violentadas de México; la diamantina rosa fue su símbolo.

José Luis Castillo, originario de Chihuahua, aparecía en el centro de las fotografías que se hicieron virales tras las manifestaciones. El hombre que portaba un cartel con la fotografía de su hija y la leyenda “No me olviden, falto yo” se sumó a lanzar diamantina por las calles de Chihuahua exigiendo justicia por su hija, quien desapareció desde hace 10 años.

José Luis no sabe dónde está Esmeralda desde la mañana del 19 de mayo del 2009, cuando la pequeña apenas tenía 14 años de edad.

La mañana de ese día, La niña intentaba cuidar a su padre quien permanecía enfermo, sin embargo, José Luis en un papel de responsabilidad como padre la mandó a la escuela. Hoy se culpa por eso.

“Váyase mija, no sea floja, váyase a la escuela”.  Fue la última vez que José Luis pudo dirigirle la palabra.

El último registro que se tiene de Esmeralda fue alrededor de las 12:30 del mediodía, cuando bajó del autobús cerca del centro de Ciudad Juárez.

La familia reportó su desaparición y las autoridades iniciaron una Carpeta de Investigación por los hechos, misma que decidieron cerrarla en 2014. 

Sin embargo, su padre nunca desistió y lleva su caso a los medios nacionales, pese al Cáncer que se le presentó durante ese tiempo. Él nunca dejó de buscarla.

En el transcurso también fue inculpado junto con su hijo por un supuesto asalto violento, por lo que ambos fueron presos sin pruebas. Tiempo después, logran recuperar su libertad y la búsqueda de Esmeralda continuaba.

Con un hueso humano que le dieron al papá, autoridades estatales cierran la investigación y le aseguran que la niña está muerta, clasificándolo como un feminicidio.

Sin embargo, nunca se confirmó que ese hueso era de la niña, y se le negó toda prueba de ADN al padre. Tampoco hubo intención de buscar el resto del cuerpo.

Ante las omisiones de las autoridades, el padre no ha dejado de buscar a Esmeralda pese a su enfermedad y a la poca ayuda que ha recibido.

A 10 años, José Luis mantiene la esperanza de que su hija está viva. Su coraje y desesperación lo hicieron asistir a las marchas del pasado viernes, donde se sumó a aventar diamantina rosa en memoria de su hija desaparecida, quien dice “No me olviden, falto yo”.

bl