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El costo y sacrificio de un estudiante de la UV

Familias de estudiantes foráneos invierten en promedio 23 mil pesos semestrales

Escrito en ESTADOS el

XALAPA, Veracruz (La Silla Rota). – David Tadeo Silva es estudiante de Danza Contemporánea de la Universidad Veracruzana (UV). Su padre, quien costea su estancia en la capital Xalapa, invierte en promedio 23 mil pesos semestrales. Un parámetro para los 16 mil 700 aspirantes que fueron aceptados en el próximo periodo escolar agosto – 2017.

El joven de 25 años de edad, originario de Coatzacoalcos, explica de qué manera ha administrado desde 2012 el dinero que su padre, de oficio serigrafista, deposita cada fin de semana. “Uno se acostumbra a vivir con lo suficiente, pero obvio sí se vive con estrés; ves que es jueves y ya te queda poco dinero”.

David Tadeo, apodado “Chick Flare” en el mundo del Break Dance, recuerda que desde su llegada a Xalapa fue respaldado por una familia que le dio alojo en un segundo piso. A cambio él aporta 300 pesos mensuales; además de pagar por el alquiler de internet (100 pesos cada 30 días).

El estudiante de artes confiesa que a pesar de ser becario del programa federal Manutención y recibir un pago semestral de 750 pesos, el apoyo de la familia que lo hospeda le ha servido como cimiento para no desertar.

De acuerdo con un sondeo realizado por este medio en las inmediaciones de la zona universitaria de Xalapa, la renta de una pensión oscila entre los 900 y los 2 mil pesos mensuales. La mayoría de los dueños solicitan un depósito equivalente, a un mes extra que los universitarios entregan como garantía de su estancia. 

Las opciones para un estudiante foráneo de escasos recursos van desde departamentos donde se comparte cocina, baño e internet, hasta la renta de habitaciones donde apenas cabe una cama tamaño individual, un ropero y una mesa para hacer tareas.

David Tadeo, integrante de la agrupación Gusanos Locos, relata de qué manera reparte 80 pesos diarios entre tres comidas. “Como estudiante de danza se hace un buen de ejercicio; normalmente en la mañana me compro un jugo y un sándwich (25 pesos); en la comida voy a la fonda más barata que he conocido, que se llama Tierra Mía (25 pesos). Ya en la noche compro empanadas, tostadas o tacos. Procuro gastar a lo mucho 30 pesos”, comparte.

Al igual que David, las opciones para los estudiantes que arribarán a la capital de Veracruz son fondas y puestos ambulantes, cuyos precios por menú van desde los 25 hasta los 55 pesos. Tadeo Silva, explica: “normalmente los jueves ya me queda poco dinero y pues guiso con lo que haya o sacrifico el jugo y el sándwich del desayuno por un plátano o una manzana que compro en la verdulería”.

A sus gastos, David Tadeo agrega el pago de transporte diario -seis pesos la cuota para estudiantes-, así como la compra de artículos de aseo personal (crema dental, desodorante, gel, talco) que calcula, le genera un gasto de 150 pesos mensuales.

Para ahorrar dinero, el estudiante procura lavar sus prendas en casa, aunque refiere que al menos una vez al mes, cuando la ropa de entrenamiento se acumula, paga por el servicio de lavandería. El costo por kilo varía entre los ocho y los 15 pesos en la zona universitaria.

Este semestre, que terminó el 14 de junio de 2017, David invirtió en fotocopias 300 pesos. Explica que usualmente acude a la Unidad de Servicios Bibliotecarios (USBI), y cuando es necesario imprime las versiones en PDF que son permitidas por los autores.

Otro gasto propio de un estudiante foráneo es visitar a sus familiares en días festivos o puentes, en el caso del entrevistado solo realiza el viaje tres veces cada seis meses a su natal Coatzacoalcos. El precio del boleto redondo es de mil pesos.

“Hay algunos cuates que compran su boleto anticipado en internet y se ahorran unos pesos, pero yo no puedo presionar a mi jefe – a su padre – regularmente me deposita hasta que tiene, un día antes por lo regular de que vaya a visitarlos y pues no puedo”, relata el joven.

Como cientos de estudiantes en la zona, apoya a sus padres empleándose por temporadas: clases y cursos de Break Dance que sus profesores le permiten llevar a cabo; colaboraciones en el equipo de logística de su facultad, montando y desmontando mobiliario en eventos culturales.

En su caso, también se inscribe año con año como ayudante en la Feria Nacional del Libro Infantil y Juvenil Xalapa (que se realiza en julio, en las vacaciones de verano) así como en la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU).

Lo anterior se trata de un nicho donde los estudiantes pueden obtener recursos extra, otros sitios donde los estudiantes son requeridos son en restaurantes, bares, cyber café, tiendas departamentales, franquicias de comida rápida, donde el sueldo se apega al mínimo regulado por la Ley Federal del Trabajo, 80 pesos.

Es el testimonio de David Tadeo Silva, el tercero de cuatro hermanos, y el único de la familia que apostó por las artes como meta profesional. Cumple su quinto año en la carrera, a falta de dos para culminarla, enuncia sin titubear: “Uno se acostumbra a vivir como estudiante. Ya me falta poco. Lo importante es no rendirse”.


kach