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“El Club de Pollo”: abusos y nido de enfermedades sexuales

El administrador del Club Pollo era Jaime Avelino, mejor conocido entre sus clientes como “Hugo Martínez”

Escrito en ESTADOS el

CHIHUAHUA.- Era totalmente secreto e ilegal. Algunos dicen que entre los clientes figuran algunos personajes de la política y empresarios de la capital de Chihuahua, es una mezcla de pedofilia con dinero. Este lugar era “El Club de Pollo”.

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Al frente del club se encontraba Jaime Avelino, quien se hacía llamar “Hugo Martínez”. Ya está detenido por la Fiscalía estatal luego de dos años de investigación.

Una madre de familia narra los abusos a los que fue sometido su hijo, luego de que se revelara el clandestino lugar. “Mi hijo fue víctima de ese infeliz, el tipo que les digo se llama Joel. Me quiero mantener en el anonimato, mi hijo ya tiene 18 pero vivió una pesadilla cuando era menor. Tenía como 16 años, fue violado y contagiado de VIH”.

NUESTROS HIJOS ESTABAN EN PELIGRO

Vecinos de la colonia Villa Juárez, donde fue detenido “Hugo Martínez” dijeron estar sorprendidos por el caso. “Nosotros lo conocemos como alguien que no se mete con nadie y que vive con su mamá y hermano”, manifestaron.

Externaron que la vivienda siempre se vio muy tranquila. Sabían que ahí vivía Jaime con su hermano y su mamá, y jamás habían tenido problemas con nadie en el barrio.

"Nos sorprende mucho, sobre todo por el riesgo que corren las niñas y niños, así como los adolescentes que habitan aquí, pues nadie se imaginaba a lo que se dedicaba".

"Nos enteramos más en las noticias y cada que se decía más nos daba miedo. Cuando llegaron las autoridades para rodear la calle pensamos que se trataba de otra cosa, pero hoy estamos alarmados".

EL CLUB DE POLLO

Parte de los recursos económicos con que financiaban El Club Pollo, en el que presuntamente se concentraban pedófilos y pederastas, era un evento mensual que realizaban en la ciudad de Chihuahua y otros puntos, al que llamaban “polladas”, donde reunían a los menores de edad y hacían diversas actividades de índole sexual.

Esta reunión, a la que asistían adultos y menores de edad, se organizaba en casas rentadas que Jaime Avelino buscaba. Tenían que ser atractivos, con varios cuartos y todo lo necesario para llevar a cabo los encuentros masivos, donde de paso producía el material pornográfico que posteriormente comercializaban.

Para poder ingresar a estas “polladas”, tenías que estar sumergido en el tema de la trata de menores de edad y haber recibido de forma especial la invitación a este encuentro clandestino, pues solo los de mayor confianza podían recibir la invitación a través de perfiles falsos en redes sociales.

Según información que ha recuperado la Fiscalía General del Estado, a través del testimonio de varios involucrados en estos hechos, estas personas solo se comunicaban a través de perfiles falsos, así como de números que cambiaban de forma constante, donde ocultaban sus identidades y rostros, pero la mayoría se identificaba con “gallos”.

Este signo -el gallo- era como una especie de identificación entre los miembros de ese grupo secreto, ya que les facilitaba la identificación entre otros miembros y clientes, quienes podían tener acceso a todo el contenido pornográfico, eventos y otras actividades que realizaban.

Las famosas “polladas”, o encuentros masivos entre adultos y niños, se llegaron a realizar en Chihuahua y otros municipios. Incluso obtuvieron información de que en repetidas ocasiones llegó a organizar encuentros similares en la Ciudad de México, donde llegaban personas adineradas.

Parte de los pagos que salían de ese club eran entregados a los niños, otra destinada al consumo de alcohol y drogas, así como a artefactos sexuales que utilizaban en los encuentros. También para la renta de moteles y casas que utilizaban para el negocio ilegal que encabezaba el sujeto apodado Hugo Mendoza.

Con información de El Sol de México