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El cáncer no la mató, pero el sismo se llevó a su familia

Los Villanueva estaban en misa el día del sismo, fueron padrinos de bautizo de la pequeña Elideth, quien también murió junto con su madre Manuela de León

Escrito en ESTADOS el

PUEBLA (La Silla Rota).-Susana venció al cáncer por amor a su esposo Florencio y a sus hijos Azucena y Samuel. Sin embargo, la pareja, junto con sus madres Carmen y Fidelia, respectivamente, descansan en el panteón de Atzala, después de que el templo de Santiago les cayó encima.

Los Villanueva estaban en misa el día del sismo, fueron padrinos de bautizo de la pequeña Elideth, quien también murió junto con su madre Manuela de León García y su hermanita María de Jesús. Sólo sobrevivió su papá, Ismael Torres.

Originalmente el bautizo se iba a llevar a cabo el domingo 17 y luego lo programaron para el 23 de septiembre. Pero su hora de partir había llegado y determinaron que el martes 19 se harían compadres. Los Villanueva y los Torres se conocían desde niños y sus cuerpos se velaron juntos, los cuetes programados para el bautizo los sustituyeron por flores y veladoras.

Ahora, Atzala llora por la muerte de 12 personas que estaban en misa y agradece que al menos otro tanto igual sobrevivió, entre ellos el vicario Néstor Cuautle Xicale, quien –dicen- dejó el lugar pese a los gritos de auxilio.

Siempre unidos

“Los enlacé tan bien, que se fueron juntos”, expresó con la voz entrecortada y lágrimas en los ojos Alicia, madrina de Lazo en la boda de Susana y Florencio celebrada hace 10 años.

En el panteón, a unos metros de las tumbas de sus ahijados, Alicia los describió como “personas buenas” que siempre se dedicaron a trabajar y a respetarse como pareja.

De Susana dijo: “Luchó y luchó y se sobrepuso del cáncer, pero mire, desafortunadamente fue de otra manera. Pero yo creo que el premio de ella fue, yo digo, que se murieron pero se llevó a sus hijos, porque ella siempre pensaba en sus hijos y se los llevó. Se fueron los cuatro por decirlo así, pero siempre los miraba a los cuatro, ora si como se dice, en las buenas y en las malas”.

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Alicia lamentó la tragedia de su compadre Chano, como se refirió a Graciano Villanueva, quien en menos de un minuto perdió a su esposa Carmen, sus hijas Susana y Feliciana, su yerno Florencio y sus nietos Azucena y Samuel.

Pidió oración por la familia Villanueva, porque Facundo, esposo de Feliciana, deberá sacar adelante a sus tres hijos.

“Imagínese que doloroso, el chico tuvo que dejar encargada a su hija en Puebla porque la operaron y se vino a enterrar a su esposa”, expresó con tristeza.

La familia de Florencio, quien era el compadre en la bautizo, también llora la muerte de su madre Fidelia y Aurelia, esposa de su hermano.

Tras el sepelio los sobrevivientes de las familias Villanueva y Torres regresaron a sus hogares. Los vecinos que por años compartieron la calle y alegrías ahora enfrentan dolor y recuerdan a quienes se les adelantaron.

kach