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El amor “ató” a Ana Luisa a una silla de ruedas

Sergio maltrataba constantemente a Ana Luisa y en una de las agresiones le lastimó la columna vertebral

Escrito en ESTADOS el

En “Ana Luisa” los moretones e inflamación de los golpes en cara y cuerpo han desaparecido, pero no olvida. No puede olvidar cuando aquel amor enfermizo la “ató” a una silla de ruedas. Las patadas, los golpes, alcanzaron su espalda, la columna vertebral, causándole lesiones graves.

“Me dicen que, si le hecho ganas y no falto a la rehabilitación, podré volver a caminar. Pero de lo que estoy seguro es que no volveré amar a otro hombre. Ese es un dolor que llevo aquí dentro que no puedo sacar y lo traigo clavado, me duele mucho”.

“Ana Luisa” tiene una niña de cuatro años, desde hace más de un año logró separarse de Sergio o, más bien, fue éste el que huyó.

“La última vez que me golpeó, fue tal la golpiza que quedé tirada, sangrando con los labios rotos, sangrando de la nariz, cejas, moretones en los pómulos. Me dio de patadas en todo el cuerpo, me quedé ahí tirada, desmayada”.

Sergio al ver que no reaccionaba y, creyendo que estaba muerta, huyó. Unos vecinos acudieron a prestarle ayuda.

Me hablaron mis padres, vecinos, amigas, fue entonces que me animé a presentar la denuncia. Ya no era la primera vez que me agredía, eran ya varias, y cada vez más y con más fuerza

“Entonces entendí que había vivido un amor enfermizo, enfermo él y enferma yo por seguir con él pese al maltrato, la violencia. Desde que éramos novios me di cuenta que tenía arranques de irritabilidad, agresividad por cualquier cosa, pero creía que iba a cambiar”.

“Dice una canción que hay amores que matan y creo que sí”, comentó.

“No quise darme cuenta, no quise entenderlo. Me encapriché, pues amigas me advertían sobre mi novio. Lo único que me dejó es una hija y estar en una silla de ruedas”.

A partir de la denuncia por el delito de agresiones graves, Sergio se mantiene en huida. “Dicen que lo han visto en Guadalajara y otras personas que en Monterrey, pero donde lo quiero ver yo es en el infierno”.

Lagunas legales

María Elena Figueroa Smith, directora del Instituto de las Mujeres en Tamaulipas, reveló que durante el curso del año se han registro ocho casos de feminicidios en la entidad y otros tantos están en curso de investigación.

La funcionaria hizo hincapié en que no todos los homicidios de mujeres han sido clasificados como feminicidios debido a las reformas introducidas al Código Penal del Estado, no se encuentran en las condiciones para ser considerados como feminicidios.

Señaló que en el Servicio de Emergencia 911, las llamadas para denunciar hechos de violencia en contra de las mujeres se han incrementado en un porcentaje muy alto.

Al respecto, mencionó que Tamaulipas se encuentra dentro de la media nacional respecto a la violencia en contra de las mujeres.

Explicó que en la mujer prevalece la violencia psicológica y la económica, por lo cual en ocasiones aceptan maltratos, violencia y brutalidad.

Para María Elena Figueroa, la violencia contra las mujeres es un mal endémico y sistemático en la sociedad. “Las grandes desigualdades en el acceso a las oportunidades son el origen de la violencia”, mencionó.

Continuó diciendo que erradicar la violencia contra las mujeres no es fácil, ni simple pues como es reescribir la historia una historia de denominación masculina y subordinación femenina.

Reiteró que es necesario introducir políticas públicas para lograr un cambio en las estructuras de la sociedad.

La mitad han sufrido algún acto de violencia

Según las estadísticas del INEGI, en Tamaulipas 58 de cada 100 mujeres mayores de 15 años han enfrentado al menos un acto de violencia, ejercida por su pareja esposo o novio, algún familiar, y compañero de escuela o trabajo, que comprenden acoso sexual y hostigamiento laboral.

El reporte sobre la situación de las mujeres indica que 783 mil mujeres en la entidad han sido objeto de algún tipo de violencia física psicológica y económica, principalmente.

Del 1.4 millones de mujeres de 15 años que habitan en Tamaulipas el 57.8% son las que han enfrentado algún tipo de violencia de cualquier tipo y de diferentes agresores.

Las mujeres casadas son las principales víctimas de la violencia con más de un 34%.