Familiares de los tres trabajadores de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) asesinados desconocieron los cuerpos que las autoridades ministeriales presentaron como los de sus parientes.
En conferencia de prensa en el zócalo de la ciudad de Acapulco, cuestionaron las pruebas y análisis que la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de Guerrero les presenta a las madres y esposas de las víctimas.
Susana Radilla, madre de Gustavo Abarca, uno de los desaparecidos en la sierra de Coyuca de Benítez, sostuvo que los dictámenes periciales presentan "inconsistencias".
"No reconocemos los cuerpos que guardan en el Semefo ni mucho menos las pertenencias que dicen fueron encontradas con ellos", añadió.
Aseguró que los análisis de ADN que llevaron a cabo las autoridades de la PGJE y los exámenes periciales no resisten el mínimo rigor científico, pero además, de acuerdo con especialistas consultados, existen inconsistencias técnicas y científicas en cuanto a los dictámenes de química forense y de protocolo de metodología.
El 24 de abril fue la última vez que se vio con vida a los empleados Gustavo Abarca Radilla, Héctor López Torres y Carlos López Sánchez en la zona serrana de Coyuca de Benítez, en la región de la Costa Grande de la entidad.
Según los familiares, la fiscalía guerrerense ha apresurado los análisis, por lo que carecen de rigor científico.
Ayer, la PGJE informó que ya identificaron a los presuntos asesinos de los empleados federales.
"Le digo al Gobernador (Ángel Aguirre Rivero) que no lo engañen, yo como madre de Carlos López Sánchez no reconozco ese cuerpo tengo una forma de identificarlo", sostuvo Angelina Sánchez Reséndiz.
En tanto, pidieron la intervención de la Comisión Nacional de Derechos Humanos como observadora del caso.
kpl