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Drama familiar: la disputa por una millonaria herencia en Oaxaca

El patrimonio posiblemente valuado en 70 millones de pesos es parte de una trama de supuesta sustitución de identidades y falsificación de documentos

Escrito en ESTADOS el

Un edificio en la calle Morelos 900 y una casa en Quintana Roo 206, en la ciudad de Oaxaca, patrimonio posiblemente valuado en 70 millones de pesos y en disputa, es parte de una trama de supuesta sustitución de identidades y falsificación de documentos para acreditar títulos de propiedad.

Los inmuebles pertenecen a la familia Conzatti, avecindada en Oaxaca desde hace más de un siglo. Doña Victoria Conzatti, de 103 años, es la última de las hijas vivas de don Cassiano Conzatti, botánico italo-mexicano que fue director del Jardín Etnobotánico de la localidad y de la Escuela Normal de Profesores, además de fundar la Administración de Ciencias Biológicas. La investigación, que también incluye posibles actos ilegales de oficinas públicas, llegó a la Fiscalía General de la República (FGR).

Caleb afirma ser hijo de Víctor Manuel Gómez Conzatti y nieto de Victoria Conzatti. Por lo tanto, dice tener los apellidos Gómez Conzzati y Martínez, éste último por parte de su madre, Guadalupe Martínez Ramírez. Estas propiedades, asegura, le pertenecen a él y a sus hermanos Herbé y Ashmar. Sostiene que les fueron donados por su padre en 2012, quien, a su vez, los recibió de su madre entre 1989 y 1991.

“Los inmuebles han pertenecido a la familia de modo transnacional. Los tres los adquirimos de forma directa de mi padre. Él hizo una donación en vida en el año 2012 y se reservó el usufructo vitalicio. En 2013 fallece y consolidan la propiedad”, dijo Caleb en entrevista.

Él asegura que en septiembre del año pasado, a través de un anónimo, les hicieron llegar información sobre la existencia de actas de nacimiento con irregularidades en las que los involucraban. En los libros de la Primera y Segunda Oficialía General de Oaxaca, donde están los registros de identidades ciudadanas, en lugar del número que Caleb da como suyo con los apellidos Gómez Conzatti, se encuentra el nombre de Carlos Morales Ángeles; en el de Ashmar, el de Gabriel Montes Hernández o Gabriel Peña, y en el de Herbé, el de Amadeo García Ruiz. 

Su abogado, Gibrán Castañeda de la Cruz, dice que estos documentos estaban visiblemente manipulados, sin necesidad de ir a un peritaje. Expone que los sellos no son de goma, sino que “parecen impresos con una impresora”. 

Ambos relatan que cuando pidieron ver los índices del libro sí aparecían los tres hermanos con su número de acta. Por esto acusan robo de identidad.

Pero, según el Registro Civil, ¿de quiénes supuestamente se trata?

El acta de nacimiento que aparece para Caleb en la oficina pública, en lugar de Gómez Conzatti Martínez, dice Caleb Herculano López Martínez. Él sostiene que con esto intentan despojarlo de una herencia que le pertenece, junto con sus hermanos. 

En esa acta número 3597 no aparece como padre Víctor Manuel Gómez Conzatti, sino Evodio Jacinto López Pérez, de ocupación albañil, con domicilio en el Pinto, sin número, Oaxaca de Juárez. Él, a su vez, se describió como hijo de Cenobio López Sánchez y Macrina Petra Pérez López. 

En el caso de la madre, Guadalupe Martínez Ramírez, se asienta que es hija de Joaquín Martínez Padilla y Guadalupe Ramírez. La ocupación con la que fue registrada es ama de casa. El mismo caso, una identidad que afirman no es suya, se replica con sus hermanos.

“Desde el momento en que supimos que no estábamos en el Registro Civil, sabíamos que iban a ir por los inmuebles. Comenzamos a pedir certificaciones al Registro Público de la Propiedad. En septiembre, octubre y noviembre del año pasado empezaron a emitir certificados de propiedad, pero el 25 de noviembre pedimos una vez más y ese día no aparecían los inmuebles”.

Caleb y su abogado consideran que se trató de una falla “quirúrgica”, porque después los encargados de esta oficina pública, cuando fueron requeridos por un juez, dijeron que se trató de una falla de sistema, pero que sí estaban en los archivos ambos inmuebles, que pertenecen a la familia Conzatti. Es decir, que estas propiedades son de esta familia (como ha sido durante décadas) no está en duda, sino en manos de quién deben quedar. 

En Oaxaca, el caso ha tenido más voces y contrapuntos, al estar en juego estos inmuebles en el centro de la ciudad, una de las zonas de mayor plusvalía. 

A través de un video que circula en redes sociales, la última hija viva de Cassiano Conzatti se pronunció al respecto: “habla la señora Victoria Conzatti, con domicilio en la segunda calle de Quintana Roo de esta ciudad de Oaxaca. Quiero expresar que tanto Herbé, como Caleb y Ashmar son hijos de la señora Guadalupe Martínez Ramírez. Ellos son López Martínez y si se quieren hacer pasar como mis nietos, yo los desconozco”, dice la mujer de 103 años en un clip de sólo 44 segundos. 

En una publicación, Planean despojo contra doña Victoria Conzatti, el Imparcial de Oaxaca denominó a los hermanos “falsos nietos” que con doctos apócrifos intentan hacerse pasar como Conzatti. Según el texto, habrían adoptado el apellido en lo privado y también en lo público, en las instituciones educativas en las que ingresaron. Asimismo, presenta el posible valor de los inmuebles: 40 millones el edificio en la calle Morelos 900 y 30 millones la casa de Quintana Roo 206.

Caleb sostiene lo contrario, que se trata de una trama en la que posiblemente participan funcionarios del Registro Civil para despojarlos, que alcanza al Registro Nacional de Población (Renapo) y en la que se vulneran su derecho a ser reconocido con la identidad que, dice, ha tenido siempre, además de no permitirle poseer bienes que, insiste, son suyos.

En una de las fotografías con las que busca acreditar su identidad aparece la señora Victoria Conzatti y los tres hermanos; al lado, cuatro mujeres con niños en brazos. Es, asevera, en la celebración del centenario de la matriarca de la familia Conzatti. En otra, sentados en un sofá, de izquierda a derecha, están Herbé, doña Victoria, Manuel Gómez Conzatti, Guadalupe Martínez Ramírez, Ashmar y Caleb, cuando jóvenes.    

Un peritaje con fecha de 30 de abril de 2021, que el juez Segundo de Distrito en el Estado de Oaxaca, Fidel Gallegos Figueroa, recibió de la Fiscalía General de la República y con el cual la defensa de los hermanos busca que éstos sean reconocidos, asegura que son falsos los formatos de actas de nacimiento con los siguientes datos: Amadeo García Ruiz (Segunda Oficialía de Registro Civil de Oaxaca, Libro número 1 de nacimientos, foja 458 frente, acta número 1825, con fecha de registro 24 de junio de 1981), Carlos Morales Ángeles (Primera Oficialía del Registro Civil de Oaxaca, Libro número 1 de nacimientos, acta número 398, con fecha de registro 28 de enero de 1983) y Gabriel Peña Hernández (Primera Oficialía del Registro Civil de Oaxaca, libro Primero de nacimientos, foja 428,327, acta de nacimiento 051, con fecha de registro 5 de enero de 1988).   

Estos números de registros son los que, aseguran, les pertenecen, “porque ahí debían encontrarse las actas originales”.

El Registro Civil, que se ha pronunciado en contra de la autenticidad de los hermanos, refuta. Ha dicho, dentro del juicio, que Caleb, Herbé y Ashmar quieren obtener una identidad y una paternidad que no les corresponde.

Incluso, el jefe del Archivo Central, Omar Hernández Medécigo, emitió un certificado que a la letra dice: “Que en los libros copiadores de las actas de nacimiento de Oaxaca de Juárez, Centro, Oaxaca, existentes en este archivo del Registro Civil, correspondientes a los años de 1983 a 2017, no aparece asentada el acta de Caleb Gómez Conzatti y Martínez, quien se dice nació el 11 de enero de 1983 en Oaxaca de Juárez Centro, Oaxaca”. Este documento, con fecha de 29 de octubre de 2018, fue proporcionado también al juez para su valoración y análisis. 

Por el caso, el Registro Civil de Oaxaca inició una investigación, para indagar sobre una posible falsedad de doctos, ya sea para falsificar identidades o para borrarlas, las dos vertientes posibles en esta trama. 

Además de las actas, se habrían falsificado Claves Únicas de Registro de la Población (CURP).

La Silla Rota corroboró que existe un CURP para cada una de las identidades: para la de Caleb Herculano López Martínez es la clave LOMC830111HOCPRL06, con fecha de inscripción del 30 de julio de 2019, mientras que para la de Caleb Gómez Conzatti y Martínez es la clave GOMC830111HOCMRL06, que data del 20 de marzo de 1998. 

En el Registro Nacional de Profesionistas existen dos cédulas profesionales a nombre de Caleb Gómez Conzatti y Martínez: 11226886, emitida por la Universidad Panamericana con el grado de maestría en Derechos Administrativo, y 8125658, por el Escuela Libre de Derecho, que dio el grado de abogado. 

En el caso de Herbé Gómez Conzatti, el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey le otorgó los títulos de ingeniero físico industrial (cédula 4633488) y de maestro en Ciencias con especialidad en Ingeniería Energética (cédula 7469523).

Para Ashmar, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) otorgó la cédula 7932985 por la licenciatura en medicina y la 11826756 por la especialidad en urología. 

LOS CONZATTI, BIOGRAFÍA DE LA RIQUEZA

En otoño de 1881, los Conzatti dejaron Civezzano, Italia, en el barco de vapor Atlántico y se convirtieron en una de las primeras familias de aquel país en establecerse en Veracruz. En esa embarcación venían Cassiano, su madre y sus dos hermanos, de quienes era responsable tras la muerte de su padre en 1877. Por ese suceso dejó los estudios que había comenzado en el Gymnasium Roveretano. En 1891, Cassiano se trasladó a Oaxaca, donde pasó el resto de su vida con la enseñanza de la educación y de la antropología, además de continuar con sus estudios botánicos, no formales.

Entre su obra se encuentran las investigaciones Los géneros vegetales mexicanos (1903), El estado de Oaxaca y sus recursos naturales (1920) y Una expedición botánica a la costa oaxaqueña del sureste (1922). Una primaria general en Actopan, Veracruz, lleva su nombre. 

El 2 de marzo de 1951 falleció. Sus bienes fueron para sus herederos. Su familia es una de las principales de abolengo en el sureste y, también, acaudalada.  

En juego están dos propiedades, en una trama de delitos con un posible fin: el despojo.

fmma