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''Don Goyo está enojado por el gasoducto''

La señora Vicenta Laredes asegura que el Popocatépetl está enojado por la instalación del gasoducto del Proyecto Integral Morelos

Escrito en ESTADOS el

TETELA DEL VOLCÁN, Morelos (La Silla Rota).- Ni las flores, fruta, tamales, mole y pulque que le ofrendan han servido para calmarlo. 

Vicenta Laredes Jiménez, curandera de 92 años de edad, habitante de Hueyapan, en el municipio de Tetela del Volcán, asegura que el Popocatépetl está enojado por la instalación del gasoducto del Proyecto Integral Morelos (PIM) que abastecerá de combustible a la central termoeléctrica de ciclo combinado en Huexca, Yecapixtla.

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Doña Vicenta es una de las personas que, asegura, puede comunicarse con “El Popo”.

Para ella es el PIM, impulsado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), particularmente la instalación del gasoducto que cruza por nueve municipios de Tlaxcala, 10 de Puebla y cinco de Morelos, lo que ha provocado la furia del Popocatépetl.

“¿Por qué se enoja Don Goyo? Pues porque lo están rascando, porque le quitan lo que tiene, piedras, piedras le quitan y por eso se enoja, él se enoja, por eso así hace, así hace, truena para que ellos que se quiten, pero no se van.

“Dice que no le gusta que cosa hacen, están haciendo la gente. Por eso ya empezó a tronar porque lo van a poner y también se enoja, él se enoja como una persona, sí, él no quiere”, dice.

El 1 de enero pobladores de comunidades ubicadas en las inmediaciones del volcán acudieron a colocarle una ofrenda como cada año lo hacen.

Esa visita tiene como objetivo pedirle un buen temporal agrícola a Don Goyo.

“Vamos a florear las cruces adentro de la cueva, vamos para que llueva, le vamos a rogar que nos dé regadeles. Unos llevaron pan, otros llevaron melón, otros llevaron naranja, yo llevé mole, tamales, atole”, recuerda.

Pero ante el incremento de la actividad del volcán y ante su enojo, los pobladores planean subir a las faldas a entregarle otra ofrenda y así pedirle que se mantenga en calma y no les haga daño.

“Se calma porque nosotros vamos. Vamos a ir, no sé cuándo, pero sí vamos a ir”, dice.

Es Don Goyo quien pide, a través de sueños y otras manifestaciones, que los habitantes de las comunidades aledañas suban a sus faldas a dejarle las ofrendas.

“Pues si va a querer y si no, no. Si dice que no lo dejemos, va a decir que no lo dejemos”, expresa Doña Vicenta.

En su casa, ubicada en el Barrio de San Andrés, en la habitación donde cura desde hace más de 60 años males como rayos, espantos, aire, sombra, la misma en la que tiene un altar para Don Goyo, Doña Vicenta insiste en que es la instalación del gasoducto lo que provocó el enojo del coloso.

“Es que lo trae el gas que lo traen, por eso tiembla. No le gusta, por eso tiembla.

“Si lo ponen (el gasoducto) a lo mejor sí, sí porque pues va a decir de una vez ya mejor aquí se acaba, tanto que hace la gente porque no lo dejen que lo pongan porque es muy caliente y el agua en los manantiales dicen que ya se secaron”, comenta.

Pobladores de esta región conocida como Los Altos de Morelos han manifestado su desacuerdo con la instalación tanto del gasoducto, como de la central termoeléctrica de ciclo combinado.

Algunos de los habitantes de la zona aseguran que más que beneficios, la operación del Proyecto Integral Morelos traerá consigo daños a la salud y al medio ambiente.

“Por eso, a lo mejor se va a secar el agua porque es muy caliente el gas, ¿por qué lo dejan que lo traigan? ¿Quién sabe de dónde son? Porque es muy caliente el gas y se va a secar el agua”, dice Doña Vicenta.


kach