CHILPANCINGO, Guerrero (La Silla Rota). En el barrio popular La Villa, en Chilapa, saben que a la niña Diana Paulina Rendón Alcaraz le gustaba el basquetbol. En el Club Villa, integrado por las muchachas de este barrio donde creció, dejó constancia de eso. Pero, aun con 13 años de edad, ya planeaba estudiar medicina o fisioterapia.
Todos sus planes se borraron desde la tarde del 12 de noviembre que desapareció. La última vez que la vieron fue en las canchas del barrio: salió de ahí para ir al baño de la casa cercana de su abuelo y ya no volvió. A los nueve días apareció su cadáver tirado en un camino que une a la cabecera municipal de Chilapa con el pueblo de Acazacatla.
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Su crimen, que de acuerdo al dictamen oficial del Servicio Médico Forense (Semefo) se cometió por asfixia. También representa el asesinato número 208 en lo que va del año, de acuerdo a un conteo de publicaciones periodísticas.
Chilapa es uno de los municipios donde hay más violencia en Guerrero, y desde el 2015 esta condición va en aumento: si como punto de partida se traza la irrupción armada de mayo de ese año, existe una crecida de crímenes y desapariciones, que desembocan en el acoso reciente a transportistas y maestros, quienes no pueden volver a trabajar por las amenazas de la delincuencia.
La crecida de la violencia ha ocurrido entre una lista de anuncios de operativos policiacos y militares sin resultados.
Con 13 años, Paulina estudiaba segundo grado de la secundaria Benito Juárez. En agosto había enfrentado la muerte de su padre, Paulino Rendón. Ella es la primera de las dos hijas de este señor con doña Esther.
El caso de Paulina fue conocido porque el gobierno de Guerrero activó la Alerta Amber.
El martes 21 de noviembre los reportes policiacos revelaban el hallazgo del cadáver de una menor: entre un matorral, a un costado de un camino de terracería, estaba el cuerpo menudito de una mujer, vestido con unos pantalones de mezclilla y una blusa de rayas.
El primer reporte policiaco revela que se trataba de una adolescente de unos 16 años, sin identificar. Al paso de las horas se supo que se trataba de Paulina, la niña de 13 años desaparecida nueve días antes.
kach