OAXACA.- La Secretaría de Salud de Oaxaca reveló que se reportaron dos pacientes sospechosos de mucormicosis, “hongo negro”, en la entidad.
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Ambos pacientes están internados en el Hospital Regional de Alta Especialidad (HRAEO).
“Los Servicios de Salud informan que el Hospital Regional de Alta Especialidad de Oaxaca (HRAEO) ha atendido a dos pacientes sospechosos, no confirmados de mucormicosis, por lo que se realizan las pruebas de laboratorio para descartar o confirmar si es que presentan esta patología”, escribió la dependencia en su cuenta de Twitter.
Los @SSO_GobOax informan que el Hospital Regional de Alta Especialidad de Oaxaca (HRAEO) ha atendido a dos pacientes sospechosos, no confirmados de mucormicosis, por lo que se realizan las pruebas de laboratorio para descartar o confirmar si es que presentan esta patología. pic.twitter.com/eWbg3GOI5I
— Servicios de Salud (@SSO_GobOax) June 24, 2021
Juan Carlos Márquez Heine, titular de Salud en Oaxaca, se trata de un hombre y una mujer, quienes tienen diabetes y están en proceso de análisis; hasta el momento, se les ha realizado una biopsia de la zona afectada y se envió a patología, por lo que están en espera de los resultados, según una nota de Radio Fórmula.
Cabe mencionar que el primer caso de mucormicosis se registró hace unos días en el Estado de México, el cual corresponde a un hombre de 34 años de edad, identificado como Gregorio Avendaño.
Pese a que los casos de hongo negro tomaron relevancia en India, investigadoras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), revelaron que la mucormicosis ya existía en el país.
Las especialistas afirmaron que a lo largo de 12 a 15 años se han registrado cerca de 10 mil casos de hongo negro, por lo que consideraron que su incidencia es relativamente baja.
Dicha enfermedad es provocada por hongos filamentosos, también conocidos como mohos, microscópicos invisibles para el ojo humano, por lo que no se pueden contagiar de persona a persona.
Su crecimiento se puede dar en alimentos como carne, pan o verduras, todas en proceso de descomposición y pueden ser contraídos al ingerirlos, por contacto directo con la piel, a través de una herida abierta o hasta por respirarlos.
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