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Desplazados por violencia acampaban en El Chaparral; hoy fueron desalojados

Desde febrero del 2021 decenas de familias de estados como Michoacán, así como migrantes centroamericanos vivían en la garita con la esperanza de cruzar a EU

Escrito en ESTADOS el

TIJUANA.- El 18 de febrero del 2021, decenas de familias y personas solas, con necesidad de solicitar asilo en Estados Unidos decidieron acampar sobre la garita El Chaparral. En el lugar llegaron a cohabitar hasta mil, principalmente gente de México y centroamericanos, desplazados de sus estados por la violencia de la delincuencia organizada. La madrugada de este domingo en un operativo que los tomó por sorpresa, fueron desalojados por elementos de las fuerzas federales y del estado.

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Jefrey Eduardo Ramos, tabasqueño que habitaba una casa de campaña afuera del asentamiento cercado a finales del año pasado por el ayuntamiento, dijo que la movilización comenzó muy lentamente; casi a la medianoche del sábado elementos de la Guardia Nacional comenzaron a rodearlos, pero nadie se imaginó que vendría el desalojo.

"Ahorita a las cuatro de la mañana fue que comenzaron a avisar", comentó mientras maquinaria pesada destruía las casas de campaña y los migrantes trataban de salvar algunas de sus pertenencias.

La alcaldesa de Tijuana, Montserrat Caballero, justificó el desalojo durante la fría madrugada diciendo que había "condiciones adversas".

"Estamos en una zona de muchísimo tráfico y necesitábamos hacerlo temprano para tener la claridad del día y que ellos lleguen en el día. Hacerlo de noche hubiera sido definitivamente peligroso y hacerlo a esta hora aprovechamos todo el día", respondió.

"Nosotros dimos la instrucción", agregó.

De acuerdo con la Secretaría General de Gobierno de Baja California, en el lugar había 381 personas y la tercera parte de ellas eran niños y niñas.

"Tanto el municipio como el estado tenemos comunicación con las autoridades consulares, con CBP (Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza)", afirmó el secretario general del gobierno estatal, Catalino Zavala Márquez.

La opción para los migrantes fue el traslado a alguno de los cuatro albergues dispuestos para ellos en esta ciudad,  en los que se supone que permanecerán por tiempo indefinido y tendrán asesoría legal.

Pero no todas las personas que estaban en el asentamiento que cumpliría un año este 18 de febrero estuvieron de acuerdo pero tampoco tenían otra opción.

"No hay otra, no hay ninguna más. Si no es albergue, no hay otra más. Eso de que nos digan que siempre va a haber organizaciones que nos van a visitar, eso es mentira", comentó Alexis Palma, quien viaja con su familia desde Honduras y tenía más de dos meses en el campamento con la esperanza de recibir asilo en EUA.

El operativo se llevó mayormente sin problemas, aunque un grupo de aproximadamente 30 personas que rechazó la opción de trasladarse a un albergue estuvo rodeado por más de dos horas por elementos de la Guardia Nacional que cuidaban el perímetro para impedir el paso a la zona donde se realizaba desalojo.

El temor de las autoridades era que instalaran un nuevo campamento en algún sitio cercano.

De acuerdo con personal de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHBC),  no autorizado para dar declaraciones, entre los migrantes que no aceptaron ir a un albergue hubo quienes pidieron ayuda para ser trasladados con sus pertenencias a la casa de familiares o conocidos.

LOS DESPLAZADOS DE AGUILILLA

Originalmente, cientos de centroamericanos que buscaban asilo en Estados Unidos se instalaron en las carpas del campamento en la garita El Chaparral. El añ{po pasado en esas tiendas de campaña también fueron ocupadas por desplazados por el crimen organizado de Michoacán y Guerrero, según documentó La Silla Rota.

Un grupo de michoacanos llegaron de Apatzingán, donde la mayoría trabajaba en el campo hasta que el reclutamiento forzado de jóvenes a las filas de los cárteles y las extorsiones los hicieron huir. “O te armas o te balean”.

Balaceras, homicidios, extorsiones, secuestros y amenazas de muerte, son los principales motivos que llevan al desplazamiento a más de 3 mil familias de su lugar de origen en Michoacán, hacia Tijuana y Ciudad Juárez, para solicitar asilo humanitario en Estados Unidos.

Foto Cuartoscuro.

A la gente que habitaba a ras de piso se le preguntó por qué no se iban a los albergues, a lo que respondieron que preferían estar allí por los brotes de varicela registrados en los albergues y porque en el campamento no existen las reglas que sí tienen las asociaciones civiles.

“Mucha gente de aquí se ha ido a albergues y ha regresado, porque les cobran, los sacan en la mañana y en todo el día no pueden ingresar, hasta las 8 de la noche. Y si no llegan, está cerrado. Se quedan en la calle. ¿Para qué nos movemos si podemos dormir aquí?”, dijo uno de ellos.

PRIMERO LOS CERCARON

El pasado 29 de octubre, el campamento de migrantes en la garita El Chaparral amaneció cercado por una malla ciclónica que fue colocada por la noche en un tenso operativo realizado por el gobierno de la ciudad.

Algunos migrantes acusaron que personal de limpia se llevó en un camión recolector de basura casas de campaña que tenían dueño y entre ellas se iban también ropa y/o documentos de las familias.

En tanto, elementos de la policía municipal y de la Secretaría del Bienestar, aseguraron que sólo recogían carpas vacías y que el objetivo era realizar un censo de los ocupantes del espacio frente a la garita que continúa cerrada.

El campamento se fortaleció hace casi un años, a raíz de que el gobierno de Joe Biden anunciara que iniciaría la primera fase del fin del Protocolo de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés), que consiste en el reingreso de las 25,000 personas con casos de asilo abiertos en las cortes de inmigración que permanecían en México desde 2019. Después la gente comenzó a desanimarse por la enfermedad y las inclemencias del tiempo.

esc